Capítulo 22.– ¿Qué le está haciendo a mi hija? – chilló Amanda al llegar a la casa acompañada de Marcus.El príncipe escuchó el grito de la mujer, así que se apresuró hacia la habitación y enfureció al ver que Zack estaba junto a Catherine en una situación comprometedora. Pero tenía que conservar la imagen de niño bueno sino quería que sus planes con la joven se fueran a la basura.– ¿Qué está sucediendo Sr Anderson? – pregunta tratando de mantener la calma.Odiaba tener que darle explicaciones al engreído de Marcus, pero como la madre de Cat estaba presente no le quedó más alternativa que hacerlo.–Tiene mucha fiebre– dice al tiempo que cubre las piernas de Catherine al percatarse de las miradas del sujeto.– Ohh no, ¿pero usted cómo lo supo?, ¿acaso ella lo llamó? – cuestiona él.–Me resultó extraño que no fuera a la oficina y que tampoco me hubiera llamado, así que me preocupé y vine a buscarla, la puerta estaba abierta y decidí entrar pensando que algo malo pudiese haber pasado,
Capítulo 23.Catherine se sentía en él cielo y ni siquiera los malestares le importaban, sólo podía experimentar la más sublime sensación al tener a Zack junto a ella. No quería pensar, solo vivir el glorioso momento.– ¿Estás bien?, ¿Te sientes mejor? – Le pregunta con la respiración entrecortada y sin querer apartarse de ella.–S, si– balbuceo Cat.– Estuve muy preocupado por ti, como no llegaste a la oficina vine a buscarte y te encontré en la cama con mucha fiebre – relató.Catherine recordó la manera en la que estaba vestida, con aquel ligero camisón y no pudo evitar ruborizarse, pues con toda seguridad su jefe la había visto en ese estado tan inconveniente.– No sé qué pasó, estaba bien y de repente empecé a sentir molestias – le dijo.Zack recordó cómo la otra noche ella había salido al jardín y seguramente eso le provocó el resfriado. Tocó su rostro y se dio cuenta que la fiebre había desaparecido, se veía con mejor semblante y eso lo hizo sentir mas tranquilo.–El doctor dijo
Capítulo 24.–Me va a descubrir– dijo la joven en un hilo de voz.Cat estaba tan nerviosa que no podía pensar, sería catastrófico que Zack se diera cuenta de todo, sabía qué las cosas por las que había luchado tanto quedarían reducidas a cenizas, no podría realizarse profesionalmente porque seguramente él le cerraría todas las puertas al sentirse engañado, y aún cuando no había nada entre ellos, al CEO no le gustaba que le tomaran el pelo.– Amiga, tendrás que ser fuerte y levantarte de esa cama, él no puede entrar a esta habitación – susurró Maryorie.– Vamos, Cat, tú puedes hacerlo – la animó Tom.Ella se levantó y se arregló un poco con ayuda de Maryorie, Amanda por fortuna lo había entretenido un poco y pudieron aprovechar, en algunos minutos ya estaba lista y abrió con cuidado la puerta mientras que sus amigos se quedaban dentro para no ser descubiertos.– señor Anderson – saludó Catherine.–¿Pero qué haces levantada?, el doctor te dijo claramente que tenías que permanecer en la
Capítulo 25.Al escuchar los golpes en la puerta, fue imposible no ponerse en alerta, pero Marcus recordó que había solicitado una cena especial acompañada de la botella del vino más caro.– Tranquila, debe ser el servicio a cuarto que solicité – aclaró el príncipe.Ella se quedó en la habitación y Marcus salió a la sala de la gran suite y cuando abrió la puerta se quedó de piedra al ver de quién se trataba.– ¿Cómo le va señor Branch?, siento haber venido sin avisar, pero hay una cuestión que es necesario tratar con usted – dijo Zack con cierto sarcasmo.El príncipe trató de contener el coraje que sintió en ese momento, pues su rival estaba echándole a perder la posibilidad de pasar un buen rato con esa modelo que lo había cautivado, no obstante, no podía arriesgarse a que lo descubriera, ya que eso significaría que Cat terminaría por enterarse. Era lógico que a Zack ella no le era indiferente, y seguramente iría corriendo a decírselo.– ¿Y tiene que ser ahora? – preguntó con asperez
Capítulo 26.Los sujetos comenzaron a golpearlo sin piedad, pero Zack no era ningún inútil, por el contrario gozaba de una condición física envidiable y por si fuera poco de conocimientos de defensa personal. Así que comenzó a repartir golpes adiestra y siniestra.–Les hice una pregunta infelices– les gritaba mientras arremetía contra ellos.– Esto es un aviso para que no te metas donde no te llaman – contestó uno de ellos.Zack sintió la furia arder en su interior, al escuchar la forma tan miserable en la que se dirigían a él, lo cual por nada del mundo permitiría.– Yo me meto donde se me da la gana, y espero que vayan y le digan a su jefe sea quien sea, que si es tan hombre venga y me enfrente personalmente – aseveró Zack.Intentaron neutralizarlo, pero les fue imposible, la destreza y habilidades del CEO iba más allá de todo lo que ellos hubieran podido imaginar. Por fortuna, él había alcanzado a enviar un mensaje a su equipo de seguridad, los cuales llegaron en algunos minutos gr
Capítulo 27.Catherine experimentó un dolor insoportable, era como si su corazón se hubiera partido en dos al escuchar a aquella mujer expresarse de esa manera con Zack, y mucho peor, que lo visitara en su casa a esas horas de la noche. Había tenido oportunidad de conocerla cuando fueron por ella al aeropuerto, pero pensó por un momento que las cosas entre ellos habían quedado finiquitadas, y con tristeza se estaba dando cuenta que él seguía en los mismos pasos.– ¿Qué haces aquí, Vela? – inquirió con rudeza.– Tenía ganas de verte, ¿qué hay de malo en eso? – contestó con total descaro.Catherine se levantó del sillón y caminó hacia la puerta.– Será mejor que me vaya – pronunció molesta.– Vaya, a pesar de qué eres fea tienes sentido común – se burló la mujer.– Tú no vas a ningún lado – replicó Zack tomándola del brazo.–Vela te pido que te vayas, porque voy a llevar a mi novia a su casa – soltó con toda naturalidad dejando a ambas chicas en shock.Vela abrió los ojos como platos po
Capítulo 28.Marcus empezó a tirar todo lo que se encontraba a su alrededor, sabía que los titulares de los periódicos y de los principales medios de comunicación llegarían hasta su padre, y aquella falta le costaría muy caro ya que la sucesión estaba en juego. Con este problema estaba acumulando otra falta imperdonable, pues la gente de su reino valoraba la moral y las buenas costumbres, por lo qué la conducta del príncipe tenía que ser intachable y sentar cabeza buscando una buena esposa que pudiese acompañarlo rumbo a la corona.– Su alteza, tiene una llamada de su majestad el rey – le informan.El príncipe palideció, sabía perfectamente que la noticia ya se había regado como pólvora y lo que le esperaba sería terrible.–Maldita sea – masculló.Tomó el teléfono con manos temblorosas y por fin se decidió a contestar.– Padre – dijo con voz débil.– Eres una decepción para nuestra dinastía, Marcus, ¿así es como haces negocios?, ¿acostándote con cuanta meretriz se te cruza en el camin
Capítulo 29.La pregunta de Zack se repetía en la cabeza de Catherine una y otra vez, no quería seguir mintiéndole, pues ya bastante tenía con el secreto acerca de la doble vida que llevaba, así que decidió decirle la verdad.–Marcus me llamó y fui a verlo a su oficina– confesó por fin.Por la expresión de su rostro, a Zack le molestó que ella mantuviera contacto con quien le había declarado la guerra con aquel atentado, por supuesto que Cat no lo sabía, pero le resultaba muy incómodo que ella sintiera aprecio por el príncipe, y mucho más que el siempre buscara mantener contacto con la que ahora era su pareja.– ¿Y puedo saber para qué fuiste a verlo? – cuestionó con tono molesto.–Zack, Marcus es mi amigo, sólo quería despedirse de mí antes de regresar a su país – argumentó Catherine.Zack la miró fijamente, los celos se reflejaban en sus ojos sin poder disimular lo que llevaba por dentro.– Ese tipo no te ve como su amiga, él está interesado en ti por eso busca cualquier pretexto pa