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Sangre pura
Sangre pura
Por: Alexa Wells
Jordán un muchacho con suerte

                                 Fernis Califuman del clan Chetan’zhi            

                                                     _ 1_

                           

Jamás hubiera creído que, siendo el Kan de los kanes, me vería en esta ridícula situación, reducido a convertirme en el ayudante real del hijo malcriado y sodomita del rey de los vampiros. Quien por una cuestión de esfuerzos, popularidad y carisma logro lo que jamás otro vampiro, ni siquiera aun los miembros de la familia real se atrevieron a imaginar. Convertirse en rey, y aun pese a la mala suerte de su raza.

Si en el pasado alguien me hubiera dicho, que me vería en tales circunstancias, en su cara me hubiera reído a carcajadas, diciéndole que es preferible la muerte a convertirme en lacayo de nuestros archíes enemigos, los vampiros.

 Nunca hubiera imaginado que una cosa tan nefasta y terrible como esta podría pasarle al pueblo licántropo. Es verdad que esos malditos, venían pisándonos los talones desde hace mucho tiempo. Pero terminar cautivos del nuevo rey de los vampiros, es sin dudas, una vergüenza para mí y para los míos, una humillación a nuestra especie y el fin de la esperanza.

Ellos siempre fueron nuestros enemigos, desde épocas antiguas nos han perseguido, en un momento estuvimos unidos, pero eso acabo con el comienzo del reino vampiro. Siglos tras siglos se ocuparon de atormentarnos, atraparnos y matarnos como ratas. Esos somos para ellos, ratas de alcantarillas, que sembramos el caos y mantenemos cautivas a sus doncellas. De estirpe aún más repulsiva que la humana. Por esta razón nos odian y nos persiguen día tras día. Para ellos nosotros somos una especie que no debería seguir existiendo.

Nosotros pensábamos que teníamos ganada la batalla, que nos hubiera costado una derrota inminente, si el príncipe Frederick no hubiera accedido a su derecho de cuna, pese a sus frecuentes y visibles trastornos psicológicos.

Si el matrimonio arreglado entre la princesa Milagros y el príncipe Frederick se hubiera llevado a cabo, tal vez nosotros hubiéramos tenido una oportunidad.

Pero ahora con Frederick ocupando el trono real, nuestros días estarían contados. El terminaría el último proyecto que su madre dejo pendiente en su anterior reinado, por dedicarse a tratar de arreglar a su inestable familia. Exterminar con nuestra especie.

Frederick prometió continuar con esa labor pendiente, que había dejado su madre en uno de sus primeros discursos, prometió extirpar de sobre la faz de la tierra a todo licántropo, para terminar de una vez por todas lo que él consideraba una plaga, esa peste, que somos nosotros.

Estábamos perdidos, pero por suerte hubo una alternativa.

Poco tiempo después de que Frederick allá asumido como emperador, el príncipe McCruin se consolido rey de un nuevo reino fundado por el mismo y sus seguidores.

 Él nos ofreció refugio y protección contra el emperador de los vampiros, si a cambio nosotros nos convertíamos en sus esclavos.

Nos vimos en la decisión de optar entre una vida sirviendo a nuestros enemigos o la muerte, algunos optaron por la muerte, pero otros como yo optamos por la vida de servicio, de pena y vergüenza, estando bajo el yugo opresor de quienes eran nuestros verdugos y perseguidores

De alguna manera debería sentirme agradecido de tener esta oportunidad (si es que oportunidad debería llamarse a esto), si el rey sintiera por nosotros el mismo desprecio y asco, que siente su familia y en especial su madrastra y hermanastro, no habría salvación para nuestra especie.

Sin dudas, convivir con una cultura tan diferente a la nuestra, con valores tan distorsionados y una falta total de moral, es un peso que se suma a toda la injusticia y desdicha que día tras día debemos soportar. La republica internacional de Sodomorra es una sociedad corrupta entrada por completo a la promiscuidad y el vicio, donde la inmoralidad sexual, la mala vida y los excesos son constantemente incitados.

Creo en lo personal que fue este factor lo que convirtió a Luciano Helio McCruin en lo que es hoy. Una sociedad tan inclinada al desorden sexual y la falta total de ética, sojuzgada por un reino que oprimía sus impuso con violencia y a través del miedo que los gobernantes ejercían sobre el pueblo, para sus propios intereses, vieron en el príncipe una fuente de apoyo.

Nunca ningún miembro de la familia real había prestado atención a sus quejas, los pobres, los necesitados y los marginados eran su especialidad, sus reclamos eran escuchados, obrando para terminar con el sufrimiento de los más necesitados y de quienes tenían que ocultar ante los ojos de la sociedad un estilo de vida censurado.

Luciano no solo apoyo y lucho por lo que ellos creían eran sus derechos, sino además fomento esta característica de la gente, una vez convertido en rey. El mismo organiza fiestas lujuriosas todas las noches, orgias, iniciaciones de niños a la homosexualidad, apoya el exhibicionismo, el narcotráfico y la conformación de familias polígamas, entre otras cosas. Mientras ayuda a los pobres, hace propaganda también de estas prácticas.

Lo que en cualquier otra sociedad es un crimen y una falta a la moral, en esta es festejado y visto como lo bueno. En pocas palabras yo creo que el problema central es que el rey es un degenerado, con un coeficiente intelectual y una astucia excepcionaste

Nosotros fuimos los que estábamos al frente del ataque a la ciudad de Bekesaba, como carne de cañón. Aquella fue la primera vez que los licántropos y los vampiros se unían en una guerra, en contra de los de su propia especie.

El rey quería cuidar a los suyos, y por eso nos envió a todos nosotros al frente, luego iban algunos de sus soldados voluntarios, se ubicaban muy atrás en sus fijas. Entre ellos estaba el rey, quien se movía con una agilidad superior a la de cualquier vampiro de su raza

Era desolador ver con mis propios ojos como mis hermanos morían en el campo de batalla colocando la bomba, escudando a los ciudadanos de Sodomorra y defendiendo una causa que no nos corresponde.

Me hacía pensar si esta decisión fue la correcta, tal vez hubiera sido preferible morir en manos del emperador de los vampiros.  Lamentablemente ya no hay lugar para el arrepentimiento, en este caso no hay marcha atrás. Lo queramos o no, nuestras vidas ahora le pertenecen al rey y ahora él podía disponer de nosotros como se le antojara

Por fortuna la batalla no duro más de unos pocos minutos, pero sin duda fueron esos minutos, los más tristes de toda mi vida

Perturbado por las escenas desgarradoras que mis ojos tuvieron que contemplar, me dirigía por el desierto de Argelia, al lado de una caravana que contenía algunos de los soldados vampiros que habían acabado de pelear en Bekesaba. Solo los vampiros y las Snefedis, que habían sido regaladas por el rey a sus mejores amigos, como obsequios, se dirigían a nuestro destino montados sobre caravanas, el resto de los vehículos contenían las vastas fortunas de un reino que, aunque estaba comenzando era más basto que muchos otros reinos. Los licántropos debíamos caminar al lado de estas.

A unos metros delante de mí, estaba el rey, en su lujoso auto deportivo, valorado en millones y millones de dólares, escoltado por vampiros varacolacis y vampiresas Boath-Sith, quienes le seguían el paso, a su lado estaban su novio y su nuevo amante, quien será para él rey, como un juguete nuevo del que pronto se cansará.

Sentí mucha bronca del rey, de su actitud jovial y su privilegiada posición. Ahí estaba el, disfrutando con sus amiguitos, riendo a carcajadas y hablando tonterías, como si se trataran de tres adolescentes sin preocupaciones en la vida. Yo no podía reír, había sido rebajado a esclavo, cuando en otro tiempo yo era el rey de mi pueblo, ahora sirviente, la aflicción me invadía, muchos de los míos habían muerto en una guerra injusta y ahora ellos actuaban como si esas vidas no valieran nada.

Cuantas ganas sentía de golpearlo, de usar mi transformación animal y destruirlo a él, y a todos los de su maldita especie

Una vos me saco de mis pensamientos

_ ¡Salvaje, oye, salvaje¡¡Ven aquí salvaje ¡

Era Jordán, el nuevo juguete del rey y una de mis peores pesadillas.

A regañadientes tuve que acercarme a ellos, no me queda otra que ir, a ver que quieren

_ ¡¿Para qué llamas al salvaje? – pregunta Demian la pareja formal del rey

_ Para que vea lo niñita que eres

_ ¡Y a mí que me importa lo que piense un salvaje ¡- grito Demian ya bastante alterado- ¡Deja de molestarme Jordán ¡Amor por favor, dile que se vaya, échalo de aquí- dijo moviendo el hombro de Luciano que estaba de espaldas- ha estado fastidiándome, ¡todo el santo día ¡

_ No fue todo el día, todavía no paso una hora, además ¿Quién te piensas que eres para decirle al rey lo que tiene o no tiene que hacer?

Me vi obligado a intervenir, ante el nivel de fastidio reinante entre ellos, aunque el problema era una reverenda estupidez

_ ¿Cuál es el problema mi señor? – le pregunte a Demian tratando de disimular mi irritación al tener que meterme en semejante tontería

_ ¡NO quiero que este…- mirando a Jordán con bronca y señalándolo con la mano -  sujeto… le ande de zalamero a mi novio y menos aún, que ande diciendo que mi novio es también, su novio

_ ¡Es también mi novio imbécil ¡

_ ¡No, no, no es tu novio, él es mi novio ¡- grito con los dientes apretados y una evidente cara de fastidio

Demian estaba con los ojos rojos a punto de largarse a llorar, cuando Luciano intervino en la tonta discusión por primera vez

_ ¡Haaaay¡¡Cállensela boca de una buena vez¡¡Me aturden los odios con sus gritos idiotas ¡

_ Pero el…- susurro Demian

_ ¡Cállense, dejen de gritar, los dos ¿o es que no entienden el significado de la palabra cállense?¡

_ Tú no eres el novio de Jordán- le dijo Demian a Luciano, con cara de preocupación- él es tu primer ministro real, no tu pareja ¿porque le permites que te difame, diciendo que eres su pareja, cuando no lo es? yo soy tu única pareja

_ Estamos en la republica internacional de Sodomorra, Demian. Los tiempos de la reina Sophia y su hijo el loco, quedaron atrás- refutaba Jordán- Fidelidad o eso que estas exigiendo es algo que ya paso de moda. Lo mejor es que el rey tenga, al menos dos novios, como los demás.

_ ¡Pero Nosotros teníamos un pacto ¡

Luciano interrumpió a Demian sujetándolo por debajo del cuello, paralizándolo con su axila casi en la cara, le susurro con los dientes apretados:

_ Escúchame, no tengo tiempo para perder. Tus grititos me están colmando la poca paciencia que me queda. Ve al otro vehículo y quédate ahí y no grites más.

_ ¡Ay Luciano me estas lastimando ¡

Él tenso aún más el brazo que lo tenía sujetado, apretó más fuerte

_ Deja esos caprichitos, porque esta vez no voy a soportarte Demian. Yo no llevo una vida ociosa y sencilla como la tuya. Soy el rey de esta república, y tengo un emperador a quien derrotar. No vuelvas a gritar, porque si no, esos humanos terroristas, te verán y si atacan pensando que no soy capaz de derrotarlos, con la punta de mi dedo. Deberé destruirlos. No voy a arriesgarme a que el emperador nos encuentre, si debemos seguir caminando hasta el otro lado de Asia, en busca de otro grupo de humanos terroristas, tan numerosos como el estado Islámico, solo porque tú no puedes controlar tus bobos celos infantiles

Con la cabeza gacha, apenado y sin decir ni una palabra más Demian se alejó hasta llegar al otro vehículo, dejándolos a el rey y su nuevo novio solos. Enseguida pude notar como este se refregaba la mano en los ojos, disimulando su llanto y su tristeza, ante la mirada de reojo, desaprobadora y casi iracunda de Luciano, que debes en cuando lo observaba, y Jordán disimulando una sonrisa burlona y de triunfo, mientras abrazaba a Luciano mirándolo sonriente cada tanto, como provocándolo

Aleje mi vista y mis pensamientos, de lo que sería un problema y una carga pesada para mí, para concentrarme en lo que será mi destino.

Nos acercábamos al Estado Islámico. Una comunidad de humanos terroristas

En sus primeros discursos como rey, Luciano Helio McCruin, no solo manifestó su repulsión e intención de derrotar al emperador, sino que además ideo un plan de ataque. Planea esconderse de su imperio, y esconder a sus mejores guerreros en una comunidad de humanos dedicados al terrorismo, pensó en el ISIS y en la posibilidad de aliarnos a ellos, con la única intención de usarlos, como peones de su propio juego de ajedrez, como está usando a los licántropos que decidieron unirse a él.

Luciano cree que el emperador Frederick, no sospecharía jamás de esa comunidad. Nunca pensaría que él, y sus soldados más fuertes, estarían escondidos entre los humanos, sabiendo del profundo desprecio que Luciano siente por esa especie.

Además, el ISIS, esta estratégicamente ubicado, cerca del palacio imperial de Rumania y su corte, pero no lo suficientemente como para causar sospechas

El día avanzaba, sirviendo a mí odioso amo y sus amiguitos, hasta que llego la noche, momento en el que el rey organizo una fiesta, como es su costumbre. En esta incluía drogas, alcohol, desnudos, bailes eróticos y numerosas orgias

Mi pueblo y yo, nos vimos obligados a repartir estupefacientes, limpiar vómitos y las heces que caían en los vehículos u otros elementos de valor, sujetar a los vampiros que se tiraban en lugares inhóspitos, y toda clase de asquerosidades que no hacían más que aumentar la tristeza de mi alma.

Era este momento de la noche, cuando las diferencias entre Jordán y Demian desaparecían, se reconciliaban teniendo relaciones, uniéndose entre drogas y el descontrol, al igual que las diferencias del resto de las parejas polígamas

Me hice de un momento de pausa, para alejarme de ellos, lo más posible, arrinconándome atrás de una gran roca. Desgraciadamente fui descubierto por Jordán, quien se le dio por caminar hacia mí y para colmo de los males sentarse a mi lado.

Tenía un hedor insoportable y fuerte, olía a transpiración, semen, drogas y toda clase de porquerías, incapaz de mantener los ojos enfocados, con las piernas abiertas y creyendo que yo era el conejo mágico de “Alicia en el país de las maravillas”, empezó a contarme su historia.

_ Escúchame, conejito blanco, con tu reloj y tu lingo trajecito rojo- murmuraba arrastrando las palabras, señalando hacia cualquier dirección y cabeceando cada tanto- yo sé que te tienes que ir ya, y ya, pero antes, voy a contarte cuando conocí, a ese muchacho, el más excesito de todos. Ooh si estuviera acá, ya me lo estaría cogiendo otra vez, es tan hermoso, es como un dios, si yo creo que es un dios.

Por mórbida curiosidad y solo por si lo que iba a decir en ese estado de tremenda inconciencia podría llegar a convenirme, me quede escuchándolo

_ Conocí a mi bello Luciano en la universidad. Él estudiaba ciencias políticas y compartíamos el mismo curso en dos materias, también estudiaba abogacía, pero no conmigo. Él se había convertido en la pesadilla de los profesores, cuestionaba en todas las clases lo que ellos decían, no dejando de argumentar a favor de su punto de vista, hasta que el profesor no le quedaba otra más que darle la razón, aceptando que se había equivocado ante su propio alumno. Era terrible, de los alumnos no solo era el que sacaba mejores notas, sino también el que más hacia sufrir a los maestros, con sus preguntas difíciles, su lengua afilada daba pelea hasta el final, su elocuencia y agilidad en la palabra, Luciano era excepcional en todos los sentidos. Al principio pensábamos que la tenía privilegios especiales por ser el hijo de los reyes y que por eso los profesores le daban la razón, ósea no les quedaba otra jeje, pero luego nos dimos cuenta que no era por ser el hijo de los reyes, Luciano era brillante, brillante, brillante, un genio en resumidas palabras

Un aguijón punzante de aversión penetro mi pecho. Era esa característica de del rey, lo que más despreciaba de su persona, su inteligencia más esa agilidad de lengua fue una de las tantas cosas que lo hizo llegar hasta donde está sin dudas

_ Ya veo- murmure tragando saliva- eran compañeros de curso, por eso se conocieron

_ Sé- escupió- pero ni creas que Luciano intercambio alguna vez palabras conmigo. No señor, en esa época yo no era nadie para él. Solo se juntaba con los alumnos más destacados y poderosos del instituto, miembros de la más alta nobleza, hijos de primeros ministros y cosas así, yo no era nada de todo eso, por eso ¿Cómo me iba a hablar siendo yo alguien inferior? …no está bien visto que la nobleza se relacione con personas que no están en su mismo estatus social y yo no iba a ser la excepción, pero no era solo eso lo que me atrajo a él, era tan hermoso, su belleza me volvía loco

Moví la cabeza mirándolo de reojo, de alguna manera sus palabras me agarraron desprevenido. Jordán estaba con los ojos clavados en la nada y una sonrisa perdida, su cara de baboso me hacía pensar que recordaba algo lujurioso o es que simplemente estaba muy drogado.

_ No sabía que me gustaban los hombres hasta que lo vi. Esa piel tan blanca, como la cal, tan suave y tan perfecta, sin una sola falla, ese cabello negro como el carbol lacio, tan sedoso, esos ojos verdes y grandotes, como dos esmeraldas y esa boca – Jordán se mordió el labio con deseo- lo que es esa boca y su cuerpo, mejor no hablemos de su cuerpo, porque es perfecto. Nunca había sentido algo tan fuerte por ninguna otra mujer, excepto su hermana. No sabía que era bisexual hasta que lo vi por primera vez en la vida, entonces lo supe, solo que me tomo algún tiempo aceptarlo

_ Comprendo- dije meneando la cabeza. Aunque lo único que quería es que termine esa confesión tan homosexual

_ Al principio intentaba forzarme para no desearlo, trataba no mirarle el trasero cuando pasaba por delante, no ponerme nervioso cuando estaba cerca, no mirarle esa boca con el deseo ardiente de comérsela toda, de no observarlo embobado cuando la luz les daba a los preciosos rasgos de su cara, pero todos mis esfuerzos eran inútiles, los ojos se me iban, los nervios me traicionaban y disimular mis erecciones cuando era realmente una tortura. En mi casa me castigaba tratando de no pensar en él y me frustraba viéndome excitado a mí mismo, cada vez que su linda carita se colaba en mis pensamientos. Me di cuenta que no podía seguir luchando contra lo que Luciano generaba en mí. Pensé en cambiarme de catedra para no tener que seguir lidiando con eso. Hasta que algo pasó... Faltaban dos meses para terminar la cursada, cuando tuve la buena suerte de que me tocara hacer un trabajo práctico grupal con Luciano.

_ ¿Cómo pudo disimular sus sentimientos ante una situación así? – pregunte movido por el morbo y la curiosidad

_ No pude, llevaba meses deseándolo en silencio y ahora lo tendría tan cerca, escuchando su voz, era demasiado. Él nos invitó a hacer el trabajo en su palacio, y durante todo el transcurso del día yo no logre concentrarme ni una sola vez, no podía dejar de mirarlo, me perdía en cada palabra que decía, en su perfume que a distancia podía sentirse era fresco, en la textura de sus labios, en su boca cuando hablaba. En pocas palabras ese día estuve echo un completo idiota y lo peor de todo es que mis compañeros, incluido Luciano, se habían dado cuenta, porque la manera babosa en la que lo miraba, era demasiado evidente. Entonces… paso algo incluso peor

_ ¿Qué cosa?

_ Apareció su hermana, lo abrazo- Jordán enmudeció cerrando los ojos se mordió el labio, pero esta vez de una manera más despacio, como si estuviera disfrutando del sabor de un chocolate- había rumores de que su belleza era extraordinaria, enceguecedora, pero nunca imagine que sería tanta.  Los genes de los McCruin deben ser muy superiores como para crear seres tan perfectos. Su hermana Milagros, era tan hermosa o más de lo que era su hermano. Tenía los senos más grandes y redondos que alguna vez vi en una cintura tan pequeña, su trasero era redondo y se veía tan firme como una manzana, sus piernas parecían no tener fin, su cara llevaba los rasgos infantiles más hermosos y a la vez los más sensuales, sus labios gruesos y esos rulos marrones encantadores, su aspecto pedía hacerle el amor a gritos, era tan pero tan preciosa. Como si fuéramos presos de un hechizo, todos los hombres incluido yo nos quedamos mirándola embobados, mientras que las mujeres la observaban ceñudas, ya que ninguna podía ser ni la mitad de hermosa de lo que era Milagros.

_ Comprendo… pero ¿cómo fue que llego a convertirse en primer ministro real y pareja del rey?

_ Espérate, hacia eso voy, todavía falta mucho… después de aquel día, nunca más pude sacarme de la cabeza la imagen de esos dos bellos hermanitos, e hice todo lo posible por acercarme a los rangos más poderosos de la nobleza, con el fin de acceder a ellos. Una vez recibida mi licenciatura en ciencias políticas trabaje como ayudante de mi tío, hasta entonces uno de los ministros no tan importantes de la reina Sophia, mi intención era ir ascendiendo en la escala social, pero mi trabajo no era excelente, sino más bien, algo mediocre, por esa razón mi tío me despidió luego de algunos años. Mientras tanto no dejaba de enviarles cartas y regalos a ambos, pero ninguno de esos presentes tuvo respuestas, buscaba, pero no podía encontrar la manera de acercarme a personas tan inaccesibles. Entonces supe del gusto de los hermanos McCruin por las fiestas llenas de drogas, descontrol y orgias. Al ser un hombre de recursos, empecé fundando agencias de prostitución, que eran vistas ante los ojos de las autoridades como simples agencias de modelajes, porque era ilegal. Primero tuve unas pocas, luego mis empresas empezaron a prosperar y llegué a tener varias sucursales en cada país. Empecé a crecer en eso a un ritmo acelerado, me iba muy bien, más de lo que esperaba. Con el tiempo fui realizando algunas fiestas clandestinas, en las que trabajaban mis propias prostitutas.  Estas fiestas fueron aún más exitosas, era lo que me estaba dando un nombre, una fama, un prestigio, estaba escalando tocando los altos rangos, yo tenía la intención de llamar la atención de Luciano y Milagros. Con el tiempo fui convirtiéndome en una persona cada vez más poderosa e influyente, mi nombre aparecía en la lista de los proxenetas más ricos del mundo y mis agencias en las listas de las mejores agencias de prostitución y acompañantes de todas. Pero la fama al fin tuvo su precio, la reina Sophia quien sabia de mis fiestas clandestinas y de mis ilegales agencias de prostitución, descubrió mi foto, mi nombre y apellido. Despidieron a mi tío de su cargo político al enterarse que yo un famoso y peligroso delincuente era su sobrino y empezaron a buscarme por todos lados para meterme en la prisión, tenía orden de captura. Se me acusaba de llevar acabó fiestas ilegales, proxenetismo y hasta trata de blanca, esto último no era cierto. Pase muchos años teniendo que escapar de la ley yendo de un país a otro escondido, casi se cae abajo mi negocio. Pero fue entonces cuando la luz brillo para mí, Luciano se había convertido en rey de un nuevo reino, y él estaba acogiendo a los criminales más buscados, entre ellos estaba yo. Esto fue lo que me salvo consiguiendo por fin lo que buscaba, por medio de Demian, me vendió el título de conde de la Republica Internacional de Sodomorra, el personalmente me felicito por haber contribuido a la disminución de la pobreza con mi trabajo, casi me derrito cuando él me dedico esas palabras, en el reino de Oulu y Helsinki era un peligroso criminal, en la republica internacional de Sodomorra era un héroe, también me invito a una de sus fiestas privadas. Al fin mi felicidad era inmensa. Esa noche lo vería en su ambiente y quizás hasta podría tener una conversación con él, estaba nervioso de solo pensar en el rostro de mi amor platónico, rogaba para que él se acordara cuando cursaba conmigo esas materias, aunque seguramente no, él era demasiado importante como para acordarse de algo tan insignificante

_ ¿Esa noche se convirtió en tu oportunidad?

_ Esa noche Lu me hizo una propuesta que nadie podría rechazar. Solo un idiota podría dejar pasar algo así o quizás ni siquiera - Jordán me miro directamente a los ojos- No creas ni por un segundo que merezco el lugar que ocupo, yo no soy nada especial, este lugar podría haberlo ocupado cualquier sujeto, con la suerte que tuve yo. No soy más que un muchacho suertudo, un sujeto que tuvo la buena fortuna de haber engañado a la princesa Milagros. Haciéndola creer, al menos por un segundo, que estuvo enamorada de mí

El me miro con serenidad, sus labios voluptuosos y marrones estaban flojos en una sonrisa mínima. Su mirada hablaba sola, él me decía, que era demasiado poca cosa como para una mujer como la que fue su ex prometida.

_ Lo recuerdo como si hubiera sido ayer…

La música disco podía oírse a varias cuadras de distancia. El lugar en donde se realizaba tal fiesta era una mansión gigantesca, imposible no notarla, se vislumbraba a kilómetros de distancia.

Baje de mi limosina escoltado por dos de mis sirvientes y camine, había una alfombra bajo mis pies que indicaban la entrada a aquella fiesta y una multitud escandalosa a los costados, detenida por unas vallas y unos hombres grandotes que eran el personal de seguridad. Al llegar a la puerta un par de hombres me recibieron pidiéndome mi nombre, apellido y posición social mientras otro hombre permanecía sentado frente a un enorme libro de páginas doradas

_ Jordán Scanferla, Conde de la republica Internacional de Sodomorra- grite tratando de hacerme escuchar entre el ruido de la música.

El hombre bajo la mirada buscando mi nombre con una pluma de oro en la mano. Apreté los labios y los puños nervioso, el muchacho estuvo durante un cierto tiempo buscando, pensé que quizás Luciano había olvidado agregarme en la lista de invitados y me entro un pánico. Esta era la única oportunidad que tendría de conocer a Luciano y quizás tal vez a Milagros de manera personal, no se me presentaría otra

Pero no, no se había olvidado. El hombre tacho mi nombre de entre la lista de entre los invitados y me dejaron pasar.

La decoración era demasiado ostentosa incluso para mí, prendas íntimas de colores chillones, bufandas de felpa u otros elementos exóticos colgadas en estatuas de mármol, de oro o de piedras preciosas, esculturas echas fuentes de chicle líquido, agua de colores, ventanas extravagantes, peceras con formas raras, retazos de telas colgadas en las luces, luces de diferentes colores, los hombres y las mujeres que habían a mi alrededor eran muy bellos, no había ni una sola persona que no sea joven y hermosa, las mujeres que parecían vedets, con sus voluptuosas curvas, algunas superando en belleza a mis prostitutas más vip, algunas disfrazadas, apenas tapadas con una tanga y pezoneras, al igual que los hombres y sus cuerpos musculosos.

Todo en esa fiesta era de un lujo tal y una excentricidad sin límites, ni yo podía permitir tanto lujo en mis fiestas, solo las fiestas que financiaba Luciano eran capaces de algo como esto.

Camine con la esperanza de encontrar a Luciano o incluso tal vez a Milagros entre la multitud. Quizás podría encontrar a Luciano y darle mis agradecimientos por la ayuda recibida, y tal vez pueda hacerle recordar nuestros tiempos como universitarios. Si a lo mejor se acuerde de mí, a lo mejor se acuerde de mí y me permita tener una conversación con él.

Imaginarme hablándole al rey, primero pasaría mi brazo por su cintura, lo miraría a los ojos (a esos ojos) y nos besaríamos. Que ricos serían sus besos, seguramente besa como los dioses. O tal vez pueda chocarme con la princesa, oohh quien no ha querido tener algo con la princesa. Es una muñeca, haría lo que fuera por conquistarla.

¿Pero que estoy pensando? Muy pocos han sido los afortunados que han tenido un deslice con la princesa ¿porque sería yo uno de ellos? Y en cuanto a Luciano, también ha tenido algunos amantes de un poco menos estatus, ¿pero porque me elegiría a mí?

Sueño despierto, pretendo demasiado, nunca podría estar con ninguno de los dos, son inaccesibles para alguien como yo, deberé aceptarlo, aunque me duela.

Me quede en el jardín, mirando a la piscina de piedra caliza, con montañas y cascada artificial, melancólico, con la cabeza gacha. Estaba en la fiesta más glamurosa a la que había asistido y seguramente asistiré en mi vida, sin embargo, no podía sentirme contento sabiendo que nunca podría conocer ni a Luciano, ni a Milagros.

_ Hola guapo ¿qué haces aquí tan solito?

Subí la cabeza, eran tres muchachos jóvenes que me miraban con una sonrisa de expectativa. Supuse que eran pareja o amigos

_Que ojos espectaculares que tienes… - dijo el sujeto del medio, observándome fijamente con una amplia sonrisa. Muchos me habían alagado por mis ojos celestes, casi grises, contrastando con el tono de mi piel marrón oscuro. Lo único llamativo en mi- ¿cómo te llamas lindo?

_ Jordán ¿ustedes?

_ Abel, Cory y Marcos, pero todos le dicen May. Somos pareja… ¿y tú? ¿Dónde están tus novios?

_ No tengo, soy soltero

_ Ay ¿cómo puede ser que un muchacho tan atractivo como tu sea soltero?

Podía predecir en donde terminaría esta conversación. Aún tenía la intención de al menos poder verlos de lejos, a alguno de los dos antes de irme a la cama con alguno desconocido.

_ A los tres los invito el rey ¿no hay posibilidades de al menos tener una charla con él? Quisiera darle las gracias por todo lo que me ha ayudado y por venderme mi título de conde

_ ¿¡Con el rey¡? … tu cazo es difícil amor, nadie puede tener un encuentro personal con él, a no ser que te llame Demian, él es quien acceda a otorgarle citas al rey. Y te aviso, Demian no accede a otorgarle una cita con Luciano, así como si nada a cualquiera, Demian tiene que ver en ti algo especial, debes caerle en gracia y tener mucha suerte, no es suficiente con tener riqueza y titulo

Baje el cabeza decepcionado, imposible, esto no tenía remedio, estaba rendido cuando algo increíble sucedió. Dos hombres se acercaron preguntando:

_ Hola, discúlpenme si interrumpo algo, ¿alguno de ustedes es Jordán Scanferla, conde de la republica internacional de Sodomorra?

_ Sí, soy yo

_ Ven conmigo, Demian te solicita para que tengas una charla con nuestro honorable rey

Me quede con la boca y los ojos bien abiertos. No lo podía creer, mi sueño se había hecho realidad. Al fin podría conocer al rey. Tal vez hasta se acuerde de mí.

Acompañe a esos hombres, no sin antes dedicarles una sonrisa de alegría a los tres muchachos que me acompañaban, ellos me devolvieron la sonrisa como deseándome suerte.

Caminé un largo trayecto hasta llegar a una zona un poco alejada del jardín, en ese lugar reconocí algunos miembros famosos de la nobleza, grandes políticos, figuras de prestigio, me sentí como un pollito diminuto entre dinosaurios, en ese rincón se encontraba lo más poderoso de la sociedad, yo apenas era un conde a quien le habían vendido su título de lastima.

Los hombres me llevaron hasta Demian, que estaba con un grupo de muchachos y mujeres casi desnudas

_ Aquí estas… - dijo volviéndose hacia mí, tomo mi brazo acercándome a él como si me conociera de toda la vida empezó a hablarme- vas a tener un encuentro con el rey ahora, escúchame, debes ser muy educado. De ninguna manera puedes contradecirlo, o hablarle de la familia, no puedes hacerle ninguna pregunta, te limitaras a responder a lo que él te pregunte. Si de alguna manera lo haces sentir ofendido, serás condenado a prisión o a algún otro castigo, según el rey lo decida

_ Nunca haría algo que podría ofender a su excelentísima majestad- respondí casi en un susurro temeroso

El me observo por unos momentos con la nariz en el aire.

_ Esta allí- dijo indicándome un rincón en donde estaban parados un par de hombres, uno era un desconocido, el otro era el rey, ¡mi adorado rey ¡mi momento al fin había llegado-  te doy mi permiso para acercarte a el

Mi corazón latía potente adentro de mi pecho, cada paso que daba hacia él, aumentaban mis nervios. ¿Cómo le hablaría? ¿Y si tartamudeaba o me mostraba como un idiota? No podía creerlo eso que soñé durante tantos años, mis axilas empezaron a sudar, mis palmas y hasta sentí que temblaba y todo esto sintiéndome un tonto. Me vería como un tonto nervioso ante su excelencia

_ Disculpe… su majestad – murmure en su nuca

Luciano se dio vuelta mirándome con la cabeza en alto. Era tan precioso, sus rasgos eran más perfectos de lo que recordaba

_ ¿Tú eres uno de los muchachos verdad?

_ ¿Que?... me dijo su pareja que

_ Ha, sí, sí. ¿Demian te mando a llamar para que tengas un encuentro conmigo? ¿No es así?

_… Si

Luciano despidió a su acompañante con un apasionado beso en la boca. Después me miro y extendiendo su mano me tomo de la muñeca. Estaba sudando que vergüenza ¿pero a donde me llevaba?

Paramos en un rincón oscuro, allí el abrió la boca y me beso. Que deliciosos eran sus besos, su aliento era fresco y sabía muy bien donde poner la lengua, sus labios voluminosos suaves como algodón, no podía dejar de morderlos disfrutando. Besaba tan bien, sentir su saliva, su lengua en mi boca era una experiencia gloriosa. Sus manos recorrieron la curvatura de mi trasero y mis manos hicieron lo mismo con el suyo, apretando esa masa de carne firme y redonda como una pelota. Estaba tan excitado, nada deseaba más que poder penetrarlo.

_ Supongo que eres tan bueno en la cama, como lo eres besando. - susurro en mi oído, apartándome apenas

_ ¿Quiere comprobarlo su majestad? - sugerí colocando mis manos en la cintura de su pantalón como queriendo bajarlos y sonriéndole de una manera sugerente

_ No, no te he llamado para eso. Voy a hacerte una proposición, tú me dirás si te complace o no .

_ ¿De qué se trata milord? Tratándose de usted dudo mucho que alguien elija negarse

_ Necesito un primer ministro real que sea mi mano derecha y me ayude a administrar las tareas de este, mi nuevo reino. Esa persona tiene que ser alguien eficiente, muy inteligente y astuta como para semejante cargo, también pienso conseguirme otro novio, además del que ya tengo, este pueblo tiene un fuerte gusto por la poligamia y ya fueron muchos años de mantener una relación estable solo con Demian, voy a ampliar la pareja incluyendo a alguien más. Ambos puestos serán de una sola persona, pero claro, es necesario que esa persona sea alguien sumamente talentoso

Mene la cabeza, sin dejar de mirarlo con la boca abierta, Que maravilloso seria ocupar un cargo así siendo su mano derecha y siendo su novio, definitivamente algo mas mucho más grande de lo que durante años he soñado. El que pueda conseguir tal cosa seria un sujeto muy afortunado y capaz. El guardo silencio mirándome detenidamente

_ Vaya… nunca había visto un hombre tan negro con unos ojos tan claros, que peculiar – dijo en otro tono

Me ruborice en ese mismo instante, profiriendo una sonrisa tonta, el rey se había fijado en mí. Aunque si me había visto, solo que pase desapercibido ante sus ojos, era demasiado insignificante para el

_ Gracias su majestad, tengo mucha mezcla de etnias es por eso- murmure algo tímido

_ Tal vez consigas tener excito en el trabajo que voy a proponerte, si es que aceptas. Debes seducir a mi hermana Milagros y proponerle matrimonio, si lo logaras, si logras seducirla al punto que ella acepte el compromiso contigo, yo te convertiré en mi mano derecha y en mi pareja.

Parpadeé sin poder creer lo que estaba escuchando

_ ¿Cómo?

Luciano sonrió y me hizo derretir, había olvidado lo hermosa que era su sonrisa de dientes perfectos y tan blancos que brillaban

_ No te casaras con ella, nadie podría casarse ahora con mi hermana por una razón que solo yo conozco. Si logras esa tarea, yo te convertiré en mi primer ministro real y en mi pareja una vez ella rompa ese compromiso y te deje.

Me quede mirándolo fijamente, hubiera querido preguntarle la razón por la que Milagros no se casaría con nadie, si Demian no me lo hubiera prohibido. De hecho, eso sería algo que se preguntarían más de uno.

En los veintisiete años que lleva la princesa, nunca se le conoció ni un solo novio que le durara más de unos meses, se sabía de sus aventuras pasajeras por medio de fotos que se filtraban y rumores. Pero casamiento, eso sí que jamás. La idea de llegar a quedar comprometido con ella me suena más como una tarea imposible de realizar.

_ ¿Qué dices?, ¿aceptas ?

_ Mi majestad, conocerlo a usted y a su hermana ha sido mi sueño desde hace años. He estado perdidamente enamorado de los dos, pero… con todo respeto, puedo hacerle una pregunta

_ Puedes

_ ¿Cómo podría alguien quedar comprometido con ella, si nunca se le había visto una pareja estable?

_ Por eso no te preocupes, ella puede parecer independiente, pero también es cambiante y manipulable. Estoy buscando quien pueda engañarla haciéndole creer que está enamorada, ese hombre se llevara el premio

_ Señor, solo un completo tonto podría rechazar una oportunidad como esa. Acepto, mil veces acepto encantado

No le pregunte a Luciano acerca de los motivos para querer hacer algo así. No importaban. La propuesta era imposible de rechazar, aunque también casi imposible de lograr, aunque sea era una posibilidad, una chance en un mar de opciones.

 Nunca pensé que llegaría a “enamorar” a la princesa, pensé que tendría suerte si llegaba a acostarme con ella, una o dos veces.  Eso hubiera sido mucho más de lo que esperaba.

Cuando ella me dijo que sentía que era especial después de la cita número diez, no lo pude creer, cuando acepto casarse conmigo después de un mes de salir con ella sentí que básicamente tocaba el cielo con las manos. Hubiera querido que no me deje por German, lamente muchísimo haberla perdido. Como un idiota me había enamorado, tan perdidamente como nunca me enamore, no solo era bella por fuera, ella era tierna y cariñosa, como una niña inocente, era tan especial.

Hubiera dado lo que sea por casarme con Milagros, no me hubiera importado privarme de una vida de lujuria pasando el resto de mi vida en una relación monógama, hubiera dado todo por ella, mi fortuna, mi título, Milagros valía más que cualquier cosa. Lo hubiera hecho con gusto costal de poder tenerla siempre a mi lado.

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