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La venganza del rey

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Eran las 4 de la mañana, y parecía que hoy nadie iba a poder dormir. En el cuarto del rey no dejaba de escucharse esa insoportable y retumbante música rock Norteamérica. El volumen del sonido, tan molesto, invadía toda la mansión, no dando lugar a ningún momento de paz. Mis oídos ardían, los oídos de Jodan y Demian también y los oídos de los que estábamos cerca. 

Jordán y Demian se mantenían parados frente a la puerta, pidiéndole a Luciano debes en cuando que los deje pasar. Es el rey de los vampiros, frente a su pueblo muestra una imagen de autoridad y respeto, pero en la intimidad de su vida diaria se comporta, muchas veces, como un adolecente.

A mí me habían encargado la tarea de vigilar que los sirvientes limpien todo el desapiolé que dejo el rey con la rabieta de hace una hora. El lugar había quedado lleno de polvo, en el aire había olor a cemento, y en el suelo, pedazos de la pared que él había destruido como si se tratara de una hoja de papel

La noticia también significo un golpe bajo para mí. Mi tío estaba entre los que no accedieron a unirse al rey, y el murió a manos de Frederick junto a los otros millones de licántropos obstinados, que prefirieron ser asesinados por Frederick a vivir bajo el yugo opresor de nuestros enemigos.

Luciano no siente pena por las vidas que se perdieron, no le interesan los licántropos para nada, no es esa la causa de su congoja, a él le da rabia que sea su hermanastro el que le quito esa porción de personas que podría haber utilizado a su antojo. Hace un berrinche, por la impotencia de que sea Frederick el que se los arrebato, como también le arrebato Helsinki.

Pasadas un par de horas, el rey abrió la puerta asomándose con un aspecto bastante peculiar. Se veía la bronca en su rostro, con gestos duros y ceño apretado.

Tanto yo como Demian y Jordán abrimos los ojos mirándolo algo asustados. Estaba más pálido que de costumbre. El delineador negro que siempre usa para resaltar sus grandes ojos verdes, estaba corrido como si se hubiera estado refregándose los ojos.

Miro a Demian directamente, estiro la mano y se lo llevo adentro en un segundo.

Jordán bajo la cabeza poniendo sus manos en la cintura, parecía frustrado, triste y hasta preocupado, es claro. El rey siempre lo preferirá a Demian antes que a él. Ellos fueron novios mucho antes de que apareciera Jordán. Creo que a veces el propio Jordán se da cuenta que lo suyo con el rey no durara mucho tiempo.

Pasaron un par de horas más, había bajado el volumen de la música. Ya se había hecho la mañana cuando el rey volvió a abrir la puerta, esta vez, invitando a Jordán a entrar y pidiendo mi presencia también entre ellos

Ellos empezaron a besarse en la puerta entre los tres. Primero se sacaron la camisa, los pantalones, los zapatos, no faltaba mucho para que se desvistieran por completo, se sacaban la ropa rápido, acercándose a la cama para no recostarse en ella. Me di vuelta mirando a la pared, para no ver lo que sucedería a continuación, no pasaron ni cinco minutos hasta que empecé a escuchar gemidos.

Pasadas un par de horas los ruidos cesaron, entonces me di vuelta, pero aún estaban desnudos, con la puerta del cuarto abierta y pidiendo drogas a unos domésticos que pasaban.

Me di vuelta otra vez mirando a la pared, la música se empezó a escuchar más fuerte que nunca. Supuse que no estarían teniendo sexo, pero y entonces ¿Qué estarán haciendo?

Luciano había adoptado una apariencia extraña, difícil de contemplar, dolorosa para la retina del ojo. Va a ser difícil verlo en una actitud tan solemne y respetable, dando órdenes después de haberlo visto en esas condiciones. Se había calzado unas botas negras de taco que le llegaban hasta las rodillas, tenía un corpiño fucsia, que por el tamaño podría ser de su hermana, tenía labial rojo desparramado desprolijamente en la boca y un calzoncillo blanco como única prenda decente. Iba de acá para allá, riéndose de la nada, con un vaso de alcohol en una mano y en la otra un cigarrillo de mariguana. Se tropezaba, se sentaba en una silla patas para arriba, hablaba cosas sin sentido, mesclaba el cigarrillo en el vaso de alcohol como si quisiera revolverlo para fumar y tomar a la vez, tomaba alucinógenos, aspiraba cocaína mezclada con alcohol. Demian calzaba una pollera blanca con lunares amarillos y un top haciendo juego, se había puesto unas almohadas en el pecho como si fueran tetas y tenía toda su cara maquillada. Jordán era el único que conservaba un aspecto al menos no afeminado, pero estaba teniendo sexo con unos peluches, arriba de la cama, el creía que eran un grupo de mujeres enamoradas y locas por él, y cada tanto les llamaba por algún nombre, o hablaba con ellos como si pudieran responderle.

La locura duro unas horas hasta que después de consumir muchos tipos de drogas y tumbados sobre cualquier cosa se quedaron dormidos. Me levante del rincón en el que me había refugiado, para apagar la música, y limpiar algunos vómitos, excrementos, porquerías que habían quedado desparramadas por toda la habitación. Al menos para que al despertar el rey y sus novios, el lugar no esté tan desagradable, con ese olor nauseabundo y tan fuerte a sexo, alcohol y drogas, las cosas rotas y desparramadas por toda la habitación, llenas de suciedad y cualquier clase de inmundicia. Cuando termine apague la luz

Tomé una cobija y en un rincón me recosté. Apenas me había dormido cunado los gritos de Luciano me despertaron cuando aún ni siquiera había salido el sol

_ ¡Fenris, Fenris. Prende la luz ¡

Hice como me dijo a regañadientes prendí la luz de un chasquido, Luciano se paró con una media rosa en la cabeza, los pelos parados y la cara sucia de maquillaje corrido, en una palangana llena de su propio vomito mesclado con polvo de cocaína u otra cosa como esa. Metros detrás de el sobre la cama Jordán estaba tirado desnudo y desparramado, alrededor tenía muchos peluches, en la cara tenía unos peluches de osito y en su verga dos peluches uno de perrito con la boca metida en su pene y en otro de conejito muy cerca de su verga, a ambos los sostenía con la mano. Demian era el que se veía más decente, se había quedado dormido parado abrazando a una lámpara.

_ ¿Qué paso...? - Pregunto Demian desperezándose y con voz ronca, mientras se daba cuenta en la situación que estaba. Jordán se levantaba mirando los peluches con extrañeza, con una mano se agarraba la cabeza y con la otra tiraba los peluches de la cama. Mientras que Lucio, miraba todo con los ojos bien abiertos.

_ Mon Dieu! ¡Ça fait chier¡ ¡merde¡ merde¡ - empezó a gritar Luciano agarrándose los pelos con la mano.

_ Che Cosa ti fai? – dijo Jordán a colación

_ Tuve una pesadilla. Oh por Dios fue tan real

_ ¿Qué paso amor? – acoto Demian 

_ Soñé con mi padre

_ ¿Con Christian? – pregunto Demian

_ Dije mi padre, Christian no es más que un tonto tío. Al principio creí que era Christian, luego me fijé bien en la mujer que lo acompañaba, y me di cuenta que no era Sophia, si no mi mama. Soñé con mi mama y mi papa, juntos

_ Aahh... ¿Y qué sucedía?

_ Todo era tan extraño y tan real. Mi papa estaba furioso conmigo, pero más furioso estaba con Christian, y lloraba amargamente, con bronca y tristeza, maldiciéndolo a él. Decía que él lo había traicionado, que el pacto que tenían se rompió, que él lo traiciono, el día que mi tío me insulto y golpeo echándome del palacio de Rumania cuando se enteró que soy gay, sin pedirme disculpas por su mala actitud y encima después contarle la verdad sobre nuestros orígenes a Milagros en frente de mí, de esa manera cruel. Nunca había visto a mi papa tan furioso, en los diez años que conviví con él, insultaba y se quejaba en gaélico con la boca llena de maldiciones para Christian, decía que él había renunciado a su vida por Christian, nombrando todas las veces que lo salvo de la muerte. Y ahora él le pagaba con esta traición

_ Lucio, lo que estas contando es algo muy feo, horrible- gimió Demian arrinconándose en el costado de la cama, junto a Jordán- tengo miedo amor, y si el espíritu de tu papa está rondando por aquí

_ Mariconazo ¿Qué podría hacerte papa?...

Jordán los miro de reojo mordiéndose la boca

_De Demian puedo esperarlo, ¿pero tu Lucio? Como podés pensar que era un fantasma, esas cosas no existen, no hay nada después de la muerte y nadie aquí, solo nosotros cuatro. Ahora volvamos a dormir

_ No era lo único que dijo- siguió explicando Luciano con los ojos muy abiertos, fijos en un punto- El me rogo que desista de mi plan de llevar a los musulmanes a la dominación del mundo humano. Me suplico que me reconcilie con Frederick, me dijo que Frederick es como mi hermano y que sería catastrófico, que los hombres más fuertes y poderosos del mundo, que encima son hermanos dividan sus fuerzas para destruirse. Dijo que nuestras fuerzas iban a provocar la destrucción de toda la sociedad humana y vampiro. En la búsqueda de mis objetivos, desembocaría a la ruina de todos los que amo. Eso fue lo que me dijo. Jordán tiene que ser el, todo era tan real, tan real- Luciano parecía alterado, nunca lo había visto así.

_ Luciano- dijo Jordán- Tu papa no te dijo nada, tuviste ese sueño producto de las drogas que consumiste, el sexo, el alcohol y la música alta. Sigamos durmiendo

_ No Jordán, quizás si allá sido mi papa el que me visito en sueños- dijo Luciano bastante alterado, colocando su mano sobre el brazo de Jordán- Yo no creo en Dios, peros sí creo en la existencia de los espíritus Sé que existen porque mi hermanastro Frederick, vivió toda su vida quejándose de eso, los fantasmas de sus víctimas lo visitaban por las noches, no lo dejaban dormir atormentándolo, noche tras noche

_ Luciano... tu hermanastro Frederick es esquizofrénico...está enfermo, escucha y ve cosas que no existen, como los fantasmas- soltó Jordán en seco con la cabeza sobre la almudada. En los ojos de Luciano puede notar la duda y el temor - o si quieres, dale, retráctate, humíllate haciendo las paces con el emperador, tira todo por la borda por un tonto sueño. Pero yo no te creía tan débil Luciano, este no es el Luciano que yo conocí en mis tiempos como estudiante universitario. Ese muchacho prepotente, que no dudaba en cuestionarle al profesor, que defendía sus ideales con uñas y dientes, capaz de llevarse el mundo por delante y lograr lo que nadie jamaras se había atrevido siquiera a imaginar. Yo no me enamore de ti, solo por tu belleza, siempre admire tu inteligencia, tu ímpetu, tu seguridad, ya en la universidad se vería que lograrías grandes cosas y mira hasta donde llegaste. Ese Luciano débil, capaz de dejar todo por un tonto sueño, producto de las drogas, no es el que yo conocí

Él lo miro fijamente por unos segundos. Luego tomo la mano de Jordán dijo

_ Tienes razón amor- susurro, acariciando su mano- perdimos demasiado tiempo, hace meses que estamos aquí, y no hemos hecho nada. Dejamos ir a la mitad de los licántropos, esa fue una gran pérdida, ellos me hubieran servido. Frederick se me adelanto. Fue error mío y no puedo dejar que vuelva a pasar otra vez

Jordán jalo de su mano acercándolo hasta el, Luciano apoyo su cabeza sobre su pecho.

_ Fue un error, un grave error de mi parte, debí haberme apurado, predicho lo que pasaría. Pero no volverá a repetirse, Frederick no volverá a robarme... mañana a la mañana, vamos a juntarnos con todos los ministros y los consejeros y los humanos, para terminar este proyecto. Debemos facilitarles a estos humanos la conquista de su mundo cuanto antes. De eso también depende nuestra victoria.

Luciano inclino la cabeza para besar a Jordán y con un chasquido de dedos apagaron la luz

_ Los amo - murmuro Luciano

_ Nosotros también te amamos - respondió Demian en susurro

Después escuché unos murmullos, unos besos, otra vez gemidos y me dormí

Luciano se levantó a primera hora de la mañana, para pedir la carpa más grande que hay en Irak y de madrugada ponerse a trabajar con Jordán y algunos de sus más altos funcionarios, ministros, consejeros, representantes de cada una de las razas vampiro y secretarios de estado. Todos ellos leales a él.

Durante siete días seguidos permanecieron en ese lugar, encerrados, el rey permitía que sus servidores abandonaran sus puestos de trabajo nada más que para comer y bañarse. A mí se me permitía participar de esa reunión solo para alcanzar documentos, laminas, papeleos y otros elementos que sus excelencias podrían requerir. Cada tanto escuchaba diálogos sobre atajos, escondites, maneras de cruzar una frontera sin llamar la atención, financiamientos, entre otras cosas.

El día que el rey Luciano dio por finalizada esa asamblea, fue un día sábado, salió de la carpa, directamente a reclamar una audiencia con el califa.

Tuve el privilegio de presenciar esa reunión, pero parado al lado de la puerta de la carpa, vigilando que nadie que no fue invitado entrase. Pude ver al califa al lado del rey, tranquilo, pero a la vez temeroso de quien lo acompañaba, ambos miraban un mapa que el rey tenia extendido en toda la superficie de la mesa, Luciano parecía seguro, era la persona más satisfecha que había en esa carpa, a su derecha lo vi a Jordán con cara de preocupación, quizás por el papel de enorme importancia que estaba desempeñando en ese momento. Demian no estaba. Los rodeaban un tumulto de vampiros de todas las razas, algunos los conocía como grandes políticos y servidores del rey, otros no.

Los licántropos y las vampiresas snefedis, somos esclavos, no estamos enterados, menos participamos de las decisiones del rey, eso lo hace la más alta elite social, solo estamos para realizar las tareas más ordinarias.

El califa también había traído a sus hombres con él, un grupo de musulmanes con armas y uniforme militar, pero estaban alejados, casi rodeando las paredes de la carpa, a un costado, como si sus presencias no fueran importantes. Eran las únicas personas que, pese a su apariencia temible, se veían sofocadas y tristes

_ Esta península les da acceso a las rutas más viables del mundo... - dijo Luciano apoyando el dedo sobre España. El mapa estaba marcado con flechas rojas, naranjas, negras, círculos, cuadrados, triángulos y las referencias- yo les proporcionare buques de guerra para que crucen el mar rodeando europa, conquistaran con la ayuda de mis armas... también les daré algún que otro soldado, España, Francia, Reino Unido, Italia, Italia es el punto ideal para formar un asentamiento... - Jordán le dedico una mirada de pavor a Luciano tragando saliva- no se preocupen por el dinero, yo financiare todo. Eso hará la mitad de tu ejército, en cuanto a la otra mitad, cruzaran el mar negro tomaran Ucrania, Rumania, Rusia, Turquía y nos encontremos en un punto fijo: ese punto será Alemania. En tres años conquistaran Europa, en tres más su guerra santa llegara a toda Asia. Al cabo de 2 años más terminaran de invadir América y el mundo humano entero estará bajo su merced. Si son obedientes, siguen mis indicaciones y si se someten a mí, su victoria será pan comido.

Los ojos del califa se posaron en Luciano por primera vez. Lo miraba fijo a la frente, como si el rey no hubiera nacido en el planeta tierra

_ Jordán, dale al califa los expedientes- Jordán dio un paso apresurado, con una ansiedad que se podía ver a la distancia, saco kilos de carpetas de dentro de una caja, colocándolas en las manos de los soldados humanos que acompañaban al califa – son documentos donde detallan con lujo de detalle los datos más privados de los presidentes, vicepresidentes y ministros de cada país del mundo, tiene todos los datos que se podría necesitar e incluso más, todos sus secretos, incluso su ubicación y horarios están en esas carpetas, no existen datos más exactos y minuciosos. Lección número uno, para derrotar a tu enemigo, es fundamental conocerlo en todas sus facetas, hasta cuando duerme 

Le califa extendiendo los brazos grito

_¡BarakAllahu Feekum¡

Luciano sonrió, se mordió el labio inferior, llevándose el arito entre medio de los dientes y dijo

_ Me he dado cuenta... que sus armas, son tan inútiles, obsoletas, totalmente ineficaces...- meneando la cabeza prosiguió- no sé cómo han logrado algo con utensilios tan malos. Voy a darles algunas de mis armas... - los humanos, incluido el califa, se acercaron al rey, mirándolo como si él fuera un adulto, y ellos unos niños a los que les han prometido caramelos- salgamos afuera les mostrare.

Luciano abandona la silla, abriéndose camino entre sus funcionarios, salió de la carpa primero, atrás de él, iba Jordán, sus hombres y luego salieron los humanos.

Nos dirigimos caminando por el desierto, hasta que llegamos a una zona montañosa, cerca de un valle, allí vi reunidos a un grupo de vampiros, supe por sus vestimentas que eran los más grandes jefes de las tribus varacolacis, en la mano tenían espadas en sus vainas. Detrás de ellos los acompañados las más hermosas y finas vampiresas moroi, seguramente son sus esposas segundarias varacolacis. Y a sus alrededores vampiresas aladas Boath Sith y Snefedis en el aire, calzadas con arcos en sus espaldas.

Ellos se desarmaron, entregando flechas, arcos y espadas en manos de los humanos, que no dejaban de mirarlos atónitos, con la boca abierta, casi ni miraban las armas para distraerse, fijando los ojos en quienes se las entregaban. Habían pasado meses y aun no se habían acostumbrado a la enorme superioridad de sus patrones.

Un vampiro varacolacis vestido en puro oro y oro blanco, quizás el más bien vestido de todos los varacolacis que estaban allí, se acercó a Luciano entregándole una espada, con una reverencia. El la extendió con gracia, la hizo girar con suma destreza admirable, pavoneándose frente al califa, quien no le sacaba los ojos de encima.

_ Estas espadas, para personas de su clase, son demasiado costosas. Y demasiado poderosas para su insignificante especie- Luciano lo miro altivo, de reojo, con una sonrisa socarrona, el califa hizo oídos sordos a los insultos del rey, estaba demasiado pasmado con lo que estaba viviendo, el rey, sus soldados, las armas, todo era demasiado para unos simples humanos- su empañadura es puro plomo mesclado con oro, estampado en piedras preciosas. Las que usan los vampiros varacolacis o strigoi son demasiado pesadas como para que su frágil figura pueda sostenerlas. Pero si pueden usar las que usan los vampiresas moroi, como esta que sostengo en mano

_ Es una joya

_ Si lo es. Su hoja esta echa de una mescla que hacen nuestras vampiresas aladas artesanas. Es lo más poderoso que conocerán... Se llama espada serpiente

Luciano agito la espada una sola vez a lo lejos y de esta un rayo blanco salió disparado. El ruido era ensordecedor, quizás para ellos, la luz que despedía ese rayo blanco podría haber dejado ciego a cualquier humano que anduviera cerca. La corriente era tan fuerte que corto la tierra en una grieta de kilómetros de espesor, su límite no se veía en el horizonte

Algunos humanos se tiraron al piso, en pánico, otros se fueron corriendo llenos de terror. El califa giro la cabeza mirando al rey en el medio de un jadeo

_ Sus poderes y eficiencia se triplican cuando su hoja esta empapada en sangre de vampiresa alada y se quintuplican si es pócima de vampiresa moroi, pero no creo que ustedes necesiten eso.

El califa, aun muerto de miedo, puso la mano encima del antebrazo de Lucio, antes de que él tome el arco y flecha que la snefedis le estaba acercando

_ Gracias señor, pero creo que con ese tipo de espadas tendremos más que suficiente- murmuro el califa - cuando aprendamos a manejarlas

_ Concuerdo contigo. No cabe duda que mis armas son mucho más poderosas

_ Si

Luciano miro al califa callado, durante un par de minutos, su expresión no decía nada

_ Mi precio es el poder disponer de sus humanos, cuando y siempre que yo lo requiera. Necesito que espíen las ciudades vampiros del imperio de mi hermanastro para poder saber la manera de atacarlas mejor

_ Lo que usted pida le daré, siempre cuando nos permita continuar llevando nuestro mensaje, y hacer la guerra a nuestro enemigo el infiel

_ Usare sus bombas que tiran bastante humo por lo que son una buena idea a la hora de distraer y escapar. También les daré algunos de mis soldados, no necesitan mucho. Apenas un grupito de vampiresas aladas podría acabar con todo un país de humanos entero

_ Estamos muy agradecidos ¡Alah sea con usted ¡

_ Quiero que algunos de sus soldados espíen la región de Crisana, Rumania, quiero que haya humanos las veinticuatro horas del día en las afueras del palacio real vampiro de mi hermanastro.  Conozco muy bien a mi hermanastro y sé que él está enamorado de una humana... lo sé porque si no, no trataría de beneficiar a la sociedad humana. Frederick no es así, él es déspota, es egoísta, el no pensaría en algo tan innecesario para el como los humanos. Si no es por la debilidad que lleva en su sangre. Por esa debilidad el morirá...- Luciano sonrió. Sus dientes blancos y perfectos, más su mirada maligna provocaba admiración y pavor- Él no está con la humana ahora, pero estoy seguro que no la ha olvidado ... cuando cae en su punto débil, es posible derrotarlo, el hará lo que sea, el será capaz de mover cielo y tierra para poder recuperar a su humana. Pero yo no lo voy a dejar- Luciano sonrió otra vez- Siempre habrá algún comentario cerca del palacio, alguna conversación secreta, algo que me pueda indicar el nombre y la localización de esa muchachita, por eso necesito que el palacio este cercado por humanos, porque nadie sospecharía de un humano son seres demasiado limitados. Y cuando la encuentre la voy a matar- la mirada de Luciano era sanguinaria- Frederick se va arrepentir de haberme quitado a mi reino Helsinki. Disfrutare cuando él se quite la vida una vez, le allá quitado la vida, lentamente, disfrutando con el sufrimiento de su queridísima humana. Esa será mi mejor venganza

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