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-¿Se ha ido? -pregunto impaciente.

-Señor, ¿está usted seguro? No creo que sea importante, ha tenido suerte de salir de allí con vida.

- No te he pedido tu opinión, ¡te he mandado a por ella!

-Pero ella no lo recuerda, señor. -No está en peligro. No creo que debas... - Le interrumpo bruscamente.

-¿Estás sordo, Albert? Cuando te dé una orden, hazlo sin quejarte. ¿O quieres problemas?

-No señor, ¡lo haré ahora mismo!

- Muy bien.

  Lo odio. Odio cuando le digo a alguien que haga algo y me discute. No le doy a nadie la libertad de hacerlo. Nadie puede decirme lo que debo o no debo hacer.

  Si quiero, tengo. Si quiero, lo consigo. ¿Quién se cree este ridículo beta que se mete en mis asuntos? 

-¡No me gusta! - dice Ryan, mi lobo- Se piensa que es mucho y no es nada. 

-A mí tampoco me gusta, pero de momento es mi beta- hablo irritado, porque aún no puedo cambiarlo.

-¿Qué vas a hacer con la chica?

-Mátala. Por supuesto.

-¡No seas estúpido! -habla en un disimulado tono amenazante y lo noto inquieto.

-¿Por qué? -pregunto, sin entender por qué me habla así.

-¡Vamos, pronto descubrirás por qué, idiota imprudente! - dice, extremadamente irritado conmigo.

  No sé por qué esta irritación y agitación, pero haré su voluntad y lo averiguaré. Entonces permito que mi lobo se vaya. Es extremadamente grande, más grande que cualquier alfa porque es el supremo, es decir, estoy por encima de todos ellos. Completamente transformado, me dirijo hacia el bosque.

{Lina}

  En este momento estoy caminando por el bosque oscuro, todavía no he encontrado nada demasiado en él, no entiendo por qué hay rumores sobre este bosque, ¿es todo una ficción creada para meter miedo a los cachorros?

 Bueno, duermo no sé por cuánto tiempo, sólo sé que desperté en mi forma de lobo con la boca toda sucia de sangre y oliendo fuertemente a ciervo. No recuerdo qué pasó, sólo sé que siento que mi estómago está lleno, así que con mi pesada barriga camino muy lentamente por el bosque en busca de agua, siento que mi garganta se derrite. Después de caminar mucho encuentro una cascada de aguas limpias y cristalinas. Sin pensarlo dos veces primero bebo el agua y sólo me detengo cuando no soporto meterme otra gota de agua en la boca, poco después vuelvo a mi forma humana y me doy cuenta de que estoy desnudo, sin dar importancia a este hecho me sumerjo en el agua. ¡El agua está en una temperatura maravillosa, ni caliente ni fría es perfecta!

  ¡Vaya! Ahora que me doy cuenta, mi pierna, está curada, completamente entera de nuevo. Me sumerjo una y otra vez, el agua es tan buena que podría pasar la eternidad en ella. Cuando vuelvo a la superficie para respirar, oigo el sonido de las ramas que se rompen, entonces estoy alerta y mi loba se agita.

-¿Quién está ahí? - pregunto mientras salgo del agua.

  El lobo sale de detrás de los árboles, doy tres pasos hacia atrás, este lobo es enorme, muy grande de verdad, es todo negro y sus ojos son verdes que parecen esmeraldas en lugar de ojos.

  No sé exactamente qué pasó, pero perdí el control sobre mi cuerpo y mi descarada loba me hizo convertirme en loba.

-¡Mi! -dice mi loba, y se me cae la mandíbula.

  Silencio, es todo lo que obtengo del otro lobo, y con todo este tiempo sin que muestre ninguna expresión mi loba se pone triste, y yo también, porque ser rechazado es la pesadilla de cualquiera.

  Pasé tanto tiempo soñando con el día en que conocería a mi otra mitad que nunca se me pasó por la cabeza ser rechazado. Sé que todos los de la manada, excepto Milly y Lukky, me odian, pero aun así, eso no me impide soñar con mi compañero. 

  Me pregunto si así me voy a quedar. 

 Además de ser odiado por la gente de la manada, ¿seré rechazado por mi pareja y me convertiré en un lobo solitario? Una enorme tristeza se apodera de mi cuerpo haciéndome bajar la cabeza y una lágrima se escapa de mis ojos no sólo por dentro sino también por fuera donde mi acompañante puede ver.

-¡Mío! -dice el lobo.

  Levanto la cabeza y miro fijamente a los ojos de mi compañera, tanto mi loba como yo estábamos muy contentos, teníamos mucho miedo de ser rechazados. El lobo negro viene hacia nosotros, tiene un aire arrogante, su postura es dominante, su cara es tan seria que siento mucho miedo, no sólo yo sino también mi loba, así que sin pestañear huimos de su presencia y corremos muy rápido hacia el interior del bosque.

  Miro hacia atrás y veo al lobo aturdido, no debe creer que esté huyendo después de haberme aceptado como su compañera. Su asombro duró poco, pues pronto me persigue. Intento perderlo entre los árboles, pero es inteligente y pronto me sigue de nuevo.

  Miro hacia atrás para ver que tan lejos estamos el uno del otro, pero lo único que veo es al enorme lobo negro saltar sobre mí, haciéndome caer de espaldas en el suelo lleno de arbustos y tierra, me sostiene en el suelo quedándose encima de mí con sus patas delanteras en mis costillas y acerca su cara a la mía, sus dientes son enormes y están sucios de sangre y saliva, su aliento que debería ser el peor olor que he sentido es totalmente opuesto, no es agradable pero nada que no pueda soportar, entonces gruñe.

  Su gruñido es tan fuerte que todo mi pelo se estremece y mi loba pronto deja de sentir miedo y empieza a sentir rabia, por la forma tan grosera en que nos detiene, entonces, también gruño fuerte y con mis patas traseras lo empujo para que se aleje de mí, y con rabia en mis ojos avanzo en él.

  Intento morderle el cuello pero se desvía haciéndome morder el aire, intento una vez más atacarle pero solo golpeo el aire, estoy tan enfadado que no veo nada a mi alrededor. Con la sed de sangre en la boca avanzo sobre él y consigo morderle la oreja, pero como es más rápido sólo puedo arrancarle una pequeña parte.

  Cuando veo que he conseguido herirle, deja de mirarme con desenfreno y empieza a mirarme también con rabia. Le sostengo la mirada, no sé por qué pero ahora ya no siento miedo de él. Con esta guerra de miradas pierdo la paciencia y avanzo en la misma, que no sé cómo lo hizo pero lo hizo, consigue tumbarme boca abajo y se tumba encima de mí.

- ¿Cómo te atreves a hacerme eso? - pregunta con una voz extremadamente grave, que sólo con oírla me hace temblar. 

-Lo estoy haciendo, idiota -gruño enfadado, sobresaltado por el tono grave de mi voz.

-Mocosa petulante. - Grito con rabia.

-¡Estúpido, arrogante y santurrón! - Replico, no creyendo lo que dice...

-¿Sabes siquiera quién soy?

-El idiota que me estaba espiando se baña en la cascada -digo nerviosa, e intento moverme, pero él me aprieta aún más.

-Su pareja y su Alfa Supremo también.

  No, no puedo creer que mi mandíbula caiga literalmente al suelo, yo una simple omega de sangre sucia, soy compañera del todopoderoso Alfa Supremo de sangre azul.

  ¡Tienes que estar bromeando!

-¡Te dije que no soy una Omega! - Luna habla extremadamente enfadada y me doy cuenta de que el lobo también la escucha, ¿cómo es posible? Sólo yo debería escucharla.

  De la nada siento un fuerte mordisco en la nuca, antes de saludar a la oscuridad siento que vuelvo a mi forma humana y entonces no veo nada más.

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