El hospital para niños con cáncer era hermoso, tenía tanto como podía imaginar, para hacer sentir a los pequeños de una manera cómoda y tranquila

Sin duda alguna era una completa dicha que todo fuese de esa manera, más cuando ella observaba a su pequeño niño, aunque conectado a una horrible bolsa

Jugando con un par de niño, que se encontraban de aquella manera, ella no había querido alejar su mirada de este

Simplemente, no podía en cualquier momento, él podría decirle que se sentía mal, o incluso podría decirle que estaba a punto de vomitar

Solía suceder todo el tiempo, no había venido muchas veces, por lo general Tabita solía ser quien lo acompañaba, pero aquel día, Tabita había indicado no poder hacerlo

Supuestamente, tenía cosa por hacer, solo esperaba que no fuese nada grave, aquella mujer muchas veces era muy extraña y Neus

Cada que esta se marchaba, pensaba que tal vez ella estaba haciendo algo muy malo, no lo sabía, algo le decía que Tabita no era la mujer delicada que aparenta