La noche había sido demasiado larga, la verdad era que había sido eterna, ella se había quedado junto a Tabita, toda la noche, no había perdido de vista al pequeño

Aquel que, conectado a tubos, solo parecía hacer que las mujeres recordarán a una Narel delgada y agotada por el cáncer, aquella que habían perdido

Justamente por una enfermedad parecida, parecía ser que su pequeño niño había heredado la enfermedad de su madre, por lo menos eso había indicado aquel doctor

Aquel que la enviaría con un especialista, pues el caso de su pequeño era de uno en mil, algo muy poco visto, pues aquella enfermedad

Era sobre todo común en niños grandes, por lo menos no en niños de su edad, pero debido a que tal vez era genético

Lo hacía un caso especial, justamente con un doctor especial, aquello lo había dicho como si fuese una broma, mientras Tabita y Neus, solo lo observaron como si no fuese más que un idiota

Aquello no era broma, no lo era, por lo menos para ella, habían sufrido tanto, que de solo