Era un día domingo cuando un hombre apuesto a sus 30 años se le acercó en la acera y la llamó hija, tenía tan solo 7 años de edad, había estado muy contenta al ver que su madre finalmente vestía una ropa bonita y se maquillaba como las demás mujeres, irían a la panadería a comprar sus cupcakes favoritos, le prometió, a ella le encantaban los dulces, pero más aún amada hornearlos con su madre los días sábados por la noche, era un ritual que tenían desde que ella podía recordar. Era una niña lista y a su edad ya sabía que ese hombre no podría ser su padre, la vida que llevaban con su madre era muy humilde y no podrían pagar un vestuario tan caro como el que llevaba ese hombre, él había dicho "mi hija" señalando con el dedo como si ella fuese un objeto. Rossalyn al sentir miedo buscó refugio detrás de las faldas de su madre, no quería escuchar la conversación, porque sabía que era de mala educación, y ella siempre era una buena niña, pero tenía mucha curiosidad porque su madre discutía y estaba muy molesta, el hombre a quién jamás llamaría "padre" intentaba deshacerse de ambas dándoles un fajo de billetes
- No quiero tu maldito dinero, decía ella
- Se acabó, tómalo, lo necesitarás
- No necesito nada de ti, ya dejaste claro que no te importamos
- Sabías que lo nuestro no iba a durar, no es mi culpa que quisieras conservarla — dijo señalando a la niña.
- No te atrevas, no en frente de ella
- Te dije que no la quería, ¿si no querías mi dinero para qué me llamaste?
- Estoy preocupada por su futuro
- Ella no es mi responsabilidad ¿recuerdas?
- Pero es tu hija
- Eso es lo que dices
- Sabes que eres su padre, tiene tus ojos
- Se acabó Caroline, se acabó hace 8 años — repitió el hombre y se marchó dejando el dinero tirado en el piso.
Años después su madre le había contado su nombre, su padre era "Joseph Daniel Winter" heredero de un conglomerado de empresas, él nunca la había querido, su madre fue su asistente personal, abandonada a su suerte cuando descubrió que estaba embarazada, solo fue una más de sus muchas conquistas, para él nadie especial, un hombre como él no se casaría con una pueblerina, su matrimonio era un negocio entre conglomerados y se había casado poco después con otra mujer que tenía una herencia igual de sustancial que la suya.
En el pueblo "Valle de las flores" llamado así por un jardín natural ubicado cerca de las zonas rocosas, vivían Rossalyn y su madre, allí aprendió a temprana edad a no dejarse impresionar por las riquezas, y mucho menos confiar en los hombres, la mujer que la crió había pagado caro por entregar su corazón tan despreocupadamente, todas las privaciones que tuvo que pasar no fueron nada comparado al sufrimiento que había presenciado año tras año en el rostro de su madre, una mujer que le había enseñado a apreciar los pequeños triunfos y no menospreciar a los más necesitados, ella había aceptado no tener padre, pero no estaba lista para perder a la única persona que consideraba su familia. Tras dos largos años de lucha contra el cáncer ella había abandonado este mundo, dejándola desolada y con una infinidad de deudas del hospital que pagar, a tan solo sus 16 años de edad Rossalyn Parker era una huérfana. No tuvo tiempo para llorar, sentirse miserable o ser consolada, apenas tenía tiempo para sobrellevar el colegio y todos los trabajos de medio tiempo que se había conseguido para empezar a cubrir sus propios gastos, por suerte habían logrado que un amigo de su madre pagara sus deudas del hospital para así devolvérselas ella en pagos mensuales, marcando así la rutina de su día a día durante los próximos 5 años, su madre siempre había querido que fuese a la universidad, aunque ella también le había animado con su sueño de ser una repostera, ella le decía que tenía un talento natural para crear y mezclar los ingredientes, hubiera querido ir a la universidad, pero tenía que saldar la deuda antes de seguir con su propia vida. Ni bien se graduó del colegió ingresó a trabajar en diferentes empleos de tiempo completo, posteriormente hubo una vacante en la pastelería local y consiguió un puesto para elaborar los dulces, a partir de allí su vida había tomado una nueva dirección, tenía un propósito, le había tomado el gusto a trabajar en repostería y a pesar de que no tenía estudios al respecto, creía que verdaderamente podría hacerlo el resto de su vida, armar su propio negocio era un sueño que le parecía muy lejano, pero un sueño es algo lejano hasta que uno trabaja duro y lo alcanza, o al menos eso era lo que decía su madre, se había propuesto tantas cosas, y había muerto tan joven, lo lograría por ella, lucharía y alcanzaría sus metas aunque tuviese que sacrificar a algunos años de su juventud para lograrlo.
En el Valle de las flores los días eran muy tranquilos, en un pueblo pequeño cualquier cambio de look era una gran novedad, de cierta forma le gustaba esa monotonía, conocía a sus vecinos y ellos le apoyaban cuando había necesidad, era un hogar, y ella había sido feliz allí a pesar de la pobreza, sus mejores amigos habían crecido, estudiado y se casado allí, ella tenía otros planes, trabajó arduamente durante 5 años para saldar su deuda y ahorrar algo de dinero para su futuro, quería arriesgarse e ir en busca de su sueño. Su amiga Daisy decía que estaba perdiendo los mejores años de su vida, pero ella no lo comprendía, cuando Rossalyn horneaba sentía que volvía a ser una niña, esos recuerdos eran todo lo que le quedaban de su madre, y ella quería conservarlos para siempre.
Todos conocían su historia, y le habían dado una mano cuando sus días se volvieron oscuros tras la muerte de su madre, ella había aprendido a sobrevivir, pero también a valorar a las personas, conocía sus rostros, nombres y sus tentempiés favoritos, se sentía parte de una gran familia allí, por eso le dolía que tuviera que abandonarlos pronto, quería volver algún día siendo una mujer profesional y abrir la mejor repostería del pueblo, dar trabajo a su gente, finalmente darse la oportunidad de amar, tener una familia, hijos con quién hablar de la hermosa persona que la crió y le enseñó todo lo que sabía, necesitaba partir por un bien mayor, si se quedaba nunca podría ahorrar lo suficiente para abrir su propio negocio, hasta su jefe el señor Beckett le había dado su bendición cuando le contó sobre sus planes, le dijo que debía confiar en sí misma y en su talento, que las cosas saldrían bien y que siguiera su propio camino donde quiera que éste la llevara.
Con el tiempo el dolor por la pérdida de su madre fue menguando pero seguía sintiendo un vacío que nunca podría llenar, así que hacía todo lo posible para mantenerse ocupada con distintas actividades, pasaba sus días horneando en la pastelería y los fines de semana ayudaba en un albergue parroquial, su jefe era un hombre de buen corazón que siempre le daba los excedentes producidos del día para que ella se los diera a los necesitados, con su colaboradora más fiel y amiga Yasmine Sullivan, que por cierto era la hija del único doctor del pueblo, siempre estaban organizando eventos para ayudar a las familias que se veían afectadas económicamente por pérdida de trabajo o desastres naturales, haciendo de buenas samaritanas ellas sentían que sus vidas tenían un propósito, viviendo en un pueblo tan pequeño a veces sentían que se estaban perdiendo del mundo, desde pequeñas soñaban con viajar y conocer lugares que veían en la televisión, muchas veces fueron el soporte una de la otra, especialmente cuando ella quedó sola en el mundo, la familia Sullivan la había acogido, en su hogar y apoyado cuando ella decidió que ya era hora de emprender su propio camino y ser independiente, Yasmine era la hermana que ella nunca tuvo y la persona a quién más extrañaría cuando finalmente se marchara.
Al llegar a sus 22 años Rossalyn había perdido mucho, pero también debido a su infancia difícil había ganado mucha fortaleza, su carácter se había vuelto tenaz y valiente, solía ser comparada con la fuerza incontrolable de la naturaleza, ella misma solía pensar que sería capaz de sobrevivir a cualquier cosa, sin saber que al decir esto que tarde o temprano tendría que comprobar sus propias palabras.
Muchas gracias por leer mis libros, si te ha gustado déjame una reseña Mil gracias Mary Lundh
Rossalyn estaba a medio turno cuando escucharon en la radio una alerta de huracán, éste azotaría a la zona costera, el pueblo en donde ella vivía se hallaba en una zona geografía asombrosa, de un lado se encontraba el océano pacífico y del otro áreas rocosas con llanuras de flores, la mayoría de visitantes llegaban atraídos por su belleza exótica, otros por las actividades recreativas recién abiertas en la zona portuaria de la costa, particularmente ella amaba la tranquilidad de ese lugar, pero con los cambios climáticos de la última década, las catástrofes naturales se volvían más frecuentes, fuertes tormentas, sequías, y ahora huracanes, a pesar de que el pueblo no estaba tan cerca d
La expresión del hombre conmovió a Rossalyn, evidentemente no podía recordar su propio nombre.- No te preocupes, debe ser la conmoción— ella dijo con urgencia intentando calmarlo — ¡Alguien puede ayudarme! —gritó al tiempo que los enfermeros se le acercaban.- Espera...— dijo sujetándole la mano, ella lo miró- Grac
Qué equivocado estaba al pensar que esa ella podría ser un ángel, la mujer no paraba de hablar y ya le estaba dando una jaqueca de los mil demonios, ¿es que no se daba cuenta de que él no estaba en condiciones de protestar siquiera?, apenas si podía mantenerse consciente, le estaba sermoneando sobre las razones por las que debería mantenerse en la cama, como si fuese un niño al que tenía que regañar por la desobediencia, él podría no recordar su nombre pero estaba seguro de que ya no era un niño, y algo en su interior le decía que no estaba acostumbrado a recibir sermones de nadie.- Basta! —se quejó —ya me zumban los oídos- Lo siento —dijo al darse cuenta de su expresión de dolor — pero el doctor Sullivan fue muy específico sobre los cuidados que deberías tener, debo certificarme de que cumplas con las indicacion
¿Quién diablos era ese hombre? — pensó Rossalyn al salir de la oficina del sheriff, el hombre que aparecía en la credencial era demasiado mayor, sin mencionar que no se parecía en nada con Josh, el sheriff le prometió que iba a mover sus contactos en la capital para ver si podían identificar a nombre de quién estaba el vehículo y de quién eran los papeles que habían encontrado, tal vez de esa manera podían identificar al hombre que dormía en su cama, quería saber quién era él cuanto antes.Fue a comprar algunas cosas que le faltaban en el supermercado, al llegar las personas empezaban a s
A la mañana siguiente Rossalyn sí se despertó al escuchar su alarma, quería arreglarse antes de que Josh se despertara, era extraño pero ella nunca se había preocupado particularmente por su apariencia, en especial por que las mañanas no eran horario favorito, necesitaba de su café para sentirse mínimamente funcional, puso el agua para hervir mientras se iba a cepillar los dientes y peinar el cabello, para cuando hubo terminado su aseo matutino, el agua ya había hervido y fue a preparar el café.Josh despertó al escuchar los ruidos que venían de la cocina, sintió el olor a café fresco, por un momento la situación le pareció muy familiar, como si ya hubiera vivido esa escena, pero luego la imagen despareció de su mente tan rápido como había llegado y sintió un pinchazo de dolor en la cabeza, cada vez que intentaba
Parte 1 – Josh Llegaron al departamento sin decir ninguna palabra, Josh se cambió de ropa para esperar al doctor Sullivan que vendría a buscarlo en cualquier momento, la situación no podía ser peor, estaba ansioso por saber si recuperaría la memoria, pero igualmente estaba preocupando en saber que pensaba Rossalyn sobre lo sucedido en el auto, quería decirle lo que sentía, ciertamente no le declararía un amor eterno, pero él estaba sintiendo cosas por ella, tenía que dejarle claro de que le gustaba, pero ella evitaba incluso tener contacto visual con él, ¿se había arrepentido tan rápidamente de lo sucedido?, pero no podía pensar en ello ahora, necesitaba concentrarse en resolver otros problemas, no podía llegar al hospital estresado y mucho menos con una inminente erección , tenía que dejar de pensar en ese beso, pero no quer&ia
No podía creer que finalmente había obtenido una respuesta de la mejor repostería de la metrópoli, habían aceptado su solicitud para ingresar como aprendiz en la repostería “Dolce & Donuts”, era un paso más hacía su sueño de convertirse en una profesional y emprender su propio negocio algún día.¡Esto es genial!.. aunque te extrañaremos por aquí — dijo BeckettLo sé, yo también, pero volveré algún día.¡Ve por tu sueño chica! — él había dicho dándole algunas palmaditas en la espaldaElla sonrió forzosamente, porque en su corazón ya empezaba a sentir tristeza al tener que abandonar el único lugar que había considerado su hogar.Dos días después Rossalyn iba de camino a la metrópoli, estaba cont
Parte 1 – RossalynBuenas tardes…Rossalyn saltó de su asiento al escuchar la voz que venía del mostrador, se giró para ver y a su pesar confirmó que el hombre que acababa de cruzar por la puerta era quién ella pensaba y no era una mera alucinación suya, ¿Cómo él había descubierto dónde ella trabajaba?Yo lo atiendo — dijo a la vendedora, ella la miró con extrañeza pero no dijo nada, le cedió su lugar y siguió acomodando los productos.Señor.. en que puedo servirle — le dijo con una voz cargada de evidente molestia.Él la miró a principio interesado pero luego siguió como si nada e hizo su pedidoMe gustaría probar el nuevo cheesecake, mi chofer no para de hablar de ello.Ah sí, es mi receta — dijo ell