Kadet KravecCuando le dije al pequeño hacker que me investigara acerca del pasado y la vida de Fany me dijo que tenía todo a mano porque había hecho lo mismo para ella. No le exigí saber, él solo lo soltó y eso hizo que me enfureciera un poco más.Tras haber hablado con la pequeña Natalie para calmarla con respecto a su adopción, fui a llevarle el vaso de agua a la mujer que me había estado ocultando toda su vida. Cosas que eran importantes porque afectaban su presente.Le tendí el vaso de agua y ella lo sorbió rápidamente antes de ponerse de pie y limpiar su rostro con las servilletas que le había entregado.Se veía avergonzada y al final salí de la High House y despedí a los reporteros disculpándome porque no habrían declaraciones hasta los demás niños no fueran traídos al orfanato en aproximadamente una semana.Una vez los vi a todos irse volví dentro y me acerqué a Fany para sostener su cuerpo y cargarla.Sus ojos estaban rojos e hinchados por todo lo que había llorado y las manc
Estefanía WolskyLas palabras de Kadet me dejaron fuera de lugar. Sorbiendo aire como si fuera un pez fuera del agua.No estaba en mi elemento en esos momentos. Me sentía cansada, con el cuerpo muerto y los ánimos por los suelos. Sabía que mis ojos estaban rojos a causa de todo el llanto y mi garganta debía estar ronca por la resequedad que sentía en ella.—No entiendo —me animé a decir confirmando la teoría de mi voz ronca.—¿No entiendes? —se burló con algo de tacto, algo que parecía tener que tomar de los cuernos porque parecía estar a punto de desbordarse —creo que podrías haberme dicho que realmente no eres huérfana ¿no? Eso hubiese servido para no impresionarme tanto cuando me enteré de que tus padres siguen por ahí pululando.—Soy huérfana —dije aferrándome a la toalla —mis padres están muertos.—Para ti, pero no para el mundo y según lo que estoy viendo, creo que siguen vivos de todas formas porque ahora tienes una hermana ¿no? ¿algo más que deba saber?—Estás siendo cruel.Bu
Estefanía WolskyTodo el camino a casa fue desesperante y sumamente agobiante. Me había ido caminando sin nada más que la ropa que llevaba puesta y mi billetera metida en los bolsillos del abrigo.Continuaba llorando mientras la capucha de la sudadera me cubría el cabello y aunque podía haber tomado el autobús decidí caminar todo el trayecto a casa porque necesitaba el respiro, necesitaba la desconexión.Pero de igual forma sentía que algo se quebraba en mi interior tras recordar una y otra vez su mirada decepcionada y su voz diciéndome que era mejor si me iba a casa. No rompió conmigo, pero claramente había visto una ruptura entre ambos.Y en ese momento quería que todo lo que había dicho fuera cierto. Que nunca me dejaría ir por más que yo lo quisiera. Que no desharía de mí porque me necesitaba como el aire para respirar.Quería que él volviera a mí y me dijera que estaba demasiado decepcionado de mí, pero que podía intentar arreglarlo.Pero no, cuando salí de casa lo único que me r
Carolina BenElla me había dicho que necesitaba pruebas para inculparlos y que le dieran mi tutela, lo que significaba el camino hacia mi libertad. Por ello, cuando mamá me llevó de regreso a casa me pasé el camino entero saludando a las personas mientras ella apretaba su mano con fuerza alrededor de mi muñeca y me siseaba que dejara de hacer eso que terminaría siendo una puta de mayor si continuaba por ese camino.Pero la ignoré olímpicamente cosa que ella odiaba y continué con mi rutina de sonrisa y saludo hasta que doblamos en una esquina y ella clavó profundamente sus uñas en mi carne sacándome un gemido angustioso.—Compórtate o te castigo al llegar a casa.Bien, que me castigara era lo que quería y si me golpeaba fuerte sería mejor.—¿Sabes que me tienes harta, mamá? —cuestioné con el ceño fruncido y eso no era del todo mentira.Realmente odiaba a esta mujer que se hacía llamar mi madre.—Estoy harta de que me cohíbas como si fueras una maldita dictadora. Así que déjame saludar
Kadet KravecHabía desvelado sobre Fany cada cosa que pensaba de la situación y su única excusa había sido que pronto me diría, pero era claro que no tenía pensado hacerlo. Ella mantendría nuestra relación en el limbo hasta que uno de los dos cediera y yo me cansara de que solo me tuviera a medias. Lo quería todo de ella y claramente ella no me había dado ni siquiera la mitad, aun cuando yo le había entregado todo lo que era.Había salido de casa para alejarme de ella y le pedí que se fuera. Joder, le dije que debía irse y claro, no lo pensé del todo cuando lo dije, pero mientras estaba sentado en el parque cerca de mi edificio solo esperaba que ella no se hubiese ido.Pero cuando recorrí la distancia que e separaba de casa y subí a mi piso ella no estaba en ningún lado, se había ido y todas sus cosas estaban exactamente donde ella las había dejado.Suspirando pesadamente me dejé caer sobre el sofá y miré al techo por largo tiempo mientras trataba de entender que tanta confianza le ha
Kadet KravecEstaba conduciendo por encima del límite permitido en el centro de la ciudad, pero no me importaba, pues la lluvia estaba descendiendo y eso haría que fuera más fácil encontrar a Carolina.No me tomó más de diez minutos acercarme al barrio que ella me había indicado. Era uno de los suburbios y eso hacía un poco más peligroso el que ella estuviera afuera porque claramente cualquiera podría encontrarla escondida en el callejón. Al ver un teléfono público en una esquina cerca del lugar que ella me había indicado reduje la velocidad y comencé a mirar a ambos laos de la calle hasta que encontré la cafetería de la que hablaba y estacioné junto delante del callejón tratando de ubicarla.Noté que una cabellera húmeda y castaña sobresalía desde detrás de un contenedor y bajé los cristales del auto mientras tocaba la bocina para que ella supiera que estaba ahí por ella.Cuando pudo ver a través de las gotas de lluvia que era yo salió completamente del callejón y corrió hacia la pue
Estefanía WolskyMónica había llegado a casa hacía un rato, pero no se había percatado de que estaba en la casa. Todo estaba en silencio mientras yo miraba hacia el techo tratando de darle un poco de sentido a como me sentía.Pero era imposible encontrárselo. Así que preferí quedarme ahí, sintiéndome miserable todo el tiempo que necesitara. Hacia demasiado tiempo que no me bajoneaba de esta forma y debía darles cabida a todos mis sentimientos si no quería terminar envuelta en un torbellino sin fin.Si lloraba mis perdidas lo suficiente hoy podría fácilmente salir adelante al siguiente día.Pero al recordar que tendría que salir mañana a un nuevo día y que tendría que encontrármelo en la oficina volvían las ganas de llorar.Media hora después de la llegada de Mónica sentí unos toques mi puerta mientras su voz amortiguada por la puerta cerrada se escuchaba del otro lado.—Sí, no la he visto, pero tiene que estar aquí.—Ella estaba hablando con alguien de mí y al saber que solo una perso
Estefanía WolskyKadet cocino bistec de carne de res con papas y algunos espárragos.Carolina se tragó todo a una velocidad de vértigo y le pidió otro plato a Kadet para repetir. No la culpaba. Mamá era diabética y por lo que recordaba debía llevar una dieta rigurosa para no seguir empeorando sus enfermedades mórbidas que la llevarían a la muerte, entonces todo en casa debían seguir su rutina de alimentación, aunque eso significara matarnos de hambre. Papa siempre había estado acostumbrado, peor yo no y por lo que veía, Carolina tampoco se había adaptado a eso.Nos habíamos sentado en los sofás para que ella estuviera más cómoda en la superficie mullida y no en una de esas sillas ásperas de madera, sin mencionar que no quería moverla mucho para que no fuera a afectar su tobillo magullado.Unas vez cenamos Kadet le dio los medicamentos que aparentemente le había comprado y al darme cuenta de que ella no tenía seguro médico me cuestioné cuanto había tenido que pagar Kadet en la clínica