Un suspiro de alivio salió de los labios de Louise cuando escuchó lo que quería. —Se ha recuperado muy bien, el último paso es que comiences a caminar por tu propia cuenta, poco a poco. —Le sonrió el doctor Solow, quitándose los lentes. Detrás de él, estaba Dóminic de brazos cruzados con una ligera sonrisa. —Pero si notas que te causa mucho dolor, no te esfuerces tanto. Sigue tomando un poco de reposo de vez en cuando, eso sería todo.
“Gracias” Dijo Louise, mirando su pierna mientras se encontraba sentada en la orilla de la cama. Seguía teniendo las vendas, pero pronto podría quitárselas con el dolor de su corazón, por la cicatriz que llevaría por quién sabe cuánto tiempo.
Dóminic conversó con el doctor sobre algo que sinceramente, no le prestó atención. Salieron de la habitación, y Louise aprovechó la soledad para ponerse de pie, sosteniéndose por precaución, de la cama. Seguía punzando, y dando una sensación de escozor pero era soportable en comparación al
Louise dio un paso, y se llevó una mano a la frente. —¿Alina sabe de eso? Porque no le encuentro razón para hacer esta re-—Lo sabe, se lo dije. —Interrumpió. —Eso le pareció aún más extraño, pero solo nos llevó a una cosa. —Louise frunció el ceño. —¿Qué cosa?—… Que alguien en este palacio la escondió para que no la encontráramos. Pudo haber sido cualquier persona. Me atreví a preguntarles a las sirvientas que habían limpiado tu oficina, pero me dijeron que no habían visto ninguna carta. Pudiste haber sido tú, que la escondiste.Louise estuvo a punto de replicar con furia, hasta que el hombre le detuvo al poner una mano en su hombro.—Pero sería una tontería cuando saliste herida por todo esto, no habría razón para que la ocultaras y luego me
—¿Por qué no haces silencio? Elion ha comenzado a mejorar. Empezó a recibir bien lo que el doctor Solow le recetó. —Alan bufó ignorando sus palabras. Mientras que Louise se quedó en puro silencio, intentando detener los suspiros aliviados que amenazaban con salir de su boca.Pero ahora no podía ponerse a pensar en él. —¿Podemos volver al tema principal? Ignoren lo que Louise hizo. El problema aquí es que alguien intentó llevarse a Elion para asesinarlo.—Nunca hemos visto a estos tipos. —Aclaró el mayor. —Ya, pero fue una sorpresa que se entrometieran en este lugar tan fácil. Esa carta debe estar por algún lado y debe contener algo más que una simple amenaza. ¿Qué nos da la seguridad de que esto no volverá a pasar?—Pues Oliver no ha hecho nada más que hacer el ridículo con la Guardi
Recostada sobre la silla, se terminó primero el jugo antes de su verdadera comida. Con la mirada fija en el techo, se relamió y mordió los labios. Negó su cabeza cuando supo a donde iban sus pensamientos, y prefirió almorzar en silencio. Abriendo de inmediato el apetito de su estómago que gruñó molesto de no haber recibido nada en todo el día. Pero es que apenas había tenido tiempo de alistarse bien cuando una chica llamó a su puerta diciendo que Oliver le estaba llamando a su oficina. Lugar donde recibió la orden del príncipe de firmar unos cuantos documentos importantes que debían ser entregados hoy mismo. Claro que en primera instancia se molestó, porque no eran siquiera las seis de la mañana. Sin embargo, cuando miró la carga que llevaba el príncipe sobre sus hombros, fue suficiente para ponerse a hacer lo que Alan no había tenido el tiempo de hacer. Por lo que prácticamente no había descansado tanto como el doctor se lo había suger
—¿Dijo algo sobre Elion? —Louise negó, al mismo tiempo que una punzada atravesó su pecho. —No, por fortuna. Sin embargo, no he dejado de recibir documentos anónimos que piden un informe de él. Tal parece que después del ataque, se acordaron de él.—Probablemente sean de otros reinos. —Habló luego de unos segundos en silencio, tomando la carpeta sobre la mesa. —Por ahora, no hagamos nada. Esperemos hasta mañana a ver qué sucede, y si no te molesta, puedo hacer una declaración yo en base a lo que sepa de la Guardia Real con respecto a los ataques.No tuvo más remedio que asentir ya que, ¿qué sentido tenía? Esto se le había salido de las manos completamente luego de las tonterías que Alan había proclamado en nombre de toda la Familia Real. —Claro. —Finalizó levantándose y metiendo los do
«No creo que pueda dormir esta noche»Resonó en las paredes de su cabeza. Se recostó sobre el escritorio escondiendo la cabeza entre sus brazos, tomando grandes respiraciones en una forma de no ponerse a llorar. ¿Por qué estas cosas debían suceder cuando Damien no se encontraba cerca?Aunque dudaba mucho que su presencia hiciera alguna diferencia. Probablemente, no haría nada más que empeorarlo.Pero ya era demasiado tiempo sin verlo. No es como si le importara que regresara a sabiendas que le haría la vida imposible, más de lo que la tenía ahora. Sin embargo, a pesar de la porquería de persona que era, seguía siendo el rey. Debía estar aquí encargándose de todas estas cosas que intentaban arreglar como niños.¿Cuál era su plan al dejarle este cargo tan importante?¿Sabría él lo que
Elion se llenó de risas, a pesar de las lágrimas que decoraban las esquinas de sus ojos oscuros. Cuando ella pudo darse cuenta, ambos estaban en el sofá. Elion acariciando su cintura con mucha calma mientras seguía llorando sobre su pecho. —¿Q-qué estás haciendo aquí? —Le preguntó en un hilo de voz, alejándose de él para verlo con mejor claridad. Sin embargo, la oscuridad de su oficina dejaba mucho que desear. —Ven aquí, no te… vayas. —Dijo con un suspiro, frunciendo su ceño. Louise apretó sus labios, ignorando el ardor. Las palabras se habían ido de su ser. ¿Qué tenía que decir primero? “¿Me alegro de volver a verte? ¿Cómo estás?” Su cerebro se atrofiaba cuando él estaba cerca, pero ahora lo estaba muchísimo más. Y él no lo hacía todo más fácil al poner sus manos encima, acariciando su cintura y recostándole de nuevo sobre él. Sus piernas acomodadas sobre los cojines del sofá. Los minutos pasaron. Minutos, que ambos pasaron en silenci
Sin pedírselo, él le abrazó. Cálida, y suavemente que se desmoronó entre sus brazos. Su nuevo hogar, y el único que tendría. —Cuando desperté… escuché que habías salido gravemente herida y yo… no podía moverme. —Explicó con la voz grave, al borde del llanto. —No me dejaban salir de la habitación, y… varias veces quise escapar. —Rió. —Pero mi herida seguía dándome problemas, hasta que hoy encontré la oportunidad perfecta para verte. —Eres un estúpido. —Declaró ella con mucha seriedad. Claramente el príncipe no se esperaba esa respuesta, y simplemente se echó a reír por lo bajo. Louise sonrió sin mostrar los dientes. —Sigues siendo terco… incluso cuando estás malherido, ¿no es así? —Lo descubrí cuando empecé a quererte. Ella clavó sus ojos en él, viendo al frente hasta que devolvió su vista hacia ella con una tenue sonrisa. —Si, a ti. —Susurró, como si Louise no supiera que hablaba únicamente de ella. Estaba… malditamente feliz. —No cre
—Te salvas que estás tumbado en esa cama, porque si no ya te habría golpeado. —“No veo el problema porque lo hagas” Arremetió el príncipe con una sonrisa socarrona que le hizo suspirar cansada. Veintiséis años tenía, y ahora se encargaba de los berrinches de dos adultos. —Iré a buscar tu medicina y tu té, más vale que te lo tomes o ya verás. —Los mensajes pasivo-agresivos de la princesa eran graciosos, hasta cierto punto. Él, con su necedad, sólo logró que su hermana cerrara de un portazo la puerta. —¿Puedes ser más comprensivo con ella? —Louise se cruzaba de brazos cuando frunció los labios, más el príncipe se encogió de hombros. —¿Puedes venir a acostarte conmigo? —Replicó en su lugar con una sonrisa y palmeó el lugar vacío de su enorme cama. —No, porque tu hermana podría entrar en cualquier momento. —Le explicó con mucha precaución, ladeando su cabeza y enarcando una ceja cuando él no tardó en mofarse de sus palabras. Era si