Mathew hacia su mejor esfuerzo para concentrase sin mucho esfuerzo sobre todo por la presencia de la mujer que llevaba en su oficina dando vueltas de un lado hacia el otro. Lara agarraba un manuscrito de su estante para dejarlo en su lugar después de una rápida inspección y se desplazaba hacia otro lado haciendo el mismo procedimiento. Mientras tanto cantaba lentamente una canción que le resultó bastante sugerente.-Nadie me quiere... todos me odian... pero me como un gusaniitooo-Caminó atravesando el estudio.-Nadie me quiere... alguien me odia... aunque cargo a su cachorritoooo-Cerró el libro que tenía delante.-Nadie me quiere... Mathew me odia... pero....--Lara- la voz de su esposo la interrumpió antes de terminar la frase y esta se giró con una sonrisa. Había captado por fin su atención después de casi media hora intentando hacer de todo, pero el lobo tenía una facilidad para ignorarla que la tenía anonadada.-Dime marido mío- se acercó y puso su pierna sobre el mueble como la
Mathew bebé, Mathew bebé, Mathew bebé.Las palabras resonaron una y otra vez en los oídos del alfa y no pudo evitar que un escalofrío lo recorriera de pies a cabeza.-Dime amor, te gusta- Lara sonrió notando que el rostro de Mathew, más bien, no solo su rostro, su cuerpo entero comenzaba a tornarse de un brillante rojo, pensó por un momento que era realmente hermoso, después de todo era bastante extraño verlo teniendo reacciones tan normales. Una enorme carcajada salió de su boca- Te lo mereces, si sabes cómo me pongo para que me provocas- una suave brisa agitó su cabello- ¿Eh, marido mío, a dónde vas?- gritóMathew había hecho un rápido movimiento pasando por su lado en dirección a la puerta. Cubría como podía su rostro rojo.-Marido mío, no te vayas, no huyas- Lara se tuvo que girar también muy rápido y empezar a recoger las prendas que se había quitado y salió detrás poniéndolas torpemente. El frío la recorrió y sus dientes castañearon, pero no podía dejar que escapara- Maridooooo
Lara sacudió una espada de un lado a otro esquivando el ataque con facilidad, dando un ágil giro y mandando al suelo a su oponente. Soltó un suspiro.-Ni siquiera estoy haciendo el esfuerzo de verme ruda, dónde demonios está su fuerza, atáquenme con más ganas- les gritó al grupo de lobos a los que le había pedido entrenar.Los jóvenes tenían gotas de sudor en el costado de su rostro. Su luna estaba particularmente exigente ese día.-Joven luna, ya nos llevamos una idea de lo que desea, pero si le ocurriera algo nuestro cuello es el que correría. Nuestro alfa es bastante estricto en cuanto a usted se refiere--Al carajo Mathew. Estoy estresada necesito entrenar como se debe para bajar el estrés, así que muevan sus culos y atáquenme con más ganas-Los lobos ante esto en vez de hacerle caso retrocedieron un paso aleándose de ella. Había una panza en el medio con la que no querían tener problemas si le pasaba algo y menos con el otro dueño de ella.-Mi luna, entendemos que esté de mal hum
Mathew detuvo el movimiento de sus caderas mirando el rostro jadeante de la mujer debajo de él y corrió el cabello hacia atrás. Bajó la pierna sobre su hombro y la puso sobre la cama que cayó casi sin vida.-Lara, respira- le pidió tenso por el esfuerzo de tener que detenerse.Pero la bruja mantuvo los ojos cerrados y su pecho subía y bajaba con fuerza. Mathew apretó los labios y salió del acogedor calor del interior de su esposa y tiró de ella hacia él. Puso su cabeza sobre su pecho ancho y le acarició la espalda y la nuca tirando de su cabello hacia un lado.-Respira, estás sobreexcitada- le pasó un poco de sus feromonas para ayudarlo a regular su respiración- Eso, suave, no pienses, solo respira-Lara en sus brazos abrió la boca y exhalaba el aire que antes estaba renuente a entrar en sus pulmones y la densa nebulosa de su cabeza comenzó a difuminarse. Una sensación cálida la envolvía haciéndolo estar un poco más cómoda.-¿Puedes oírme?- Mathew le acarició la mejilla. La bruja abri
Mathew tragó un gemido y se recargó en su brazo hacia atrás. Llevó su mano a la cabeza de Lara y enterró sus dedos en la cabellera suave de la chica. La bruja ronroneó ante el masaje en su cabeza mientras lamía una y otra vez el miembro que se endurecía por completo entre sus dedos. Su pecho se hinchó de satisfacción al escuchar los suaves gemidos que salían de Mathew a pesar de que sabía que no estaba haciendo lo mejor por su falta de experiencia, pero bueno, siempre se aprendía con la práctica.Sus labios envolvieron el glande rojo y succionaron hasta que el sabor algo salado pero que le gustaba tocó sus papilas gustativas. Y con suaves movimientos de su cabeza comenzó un constante vaivén tragando todo lo que podía con su boca.-No te presiones- Mathew le acarició la cabeza y después la mejilla jadeando. Su pecho subía y bajaba por las constantes estimulaciones que rozaban en el orgasmo- Toma hasta donde puedas-Lara sacó todo el miembro y se preguntó cómo demonios era que había per
-Lara- la mano de su esposo se posó sobre su cuello y apretó aquel punto que la ayudaba a tranquilizarse y le hizo señas con la cabeza dándole a entender que la comprendía. Lo próximo que dijo lo hizo casi en un murmullo- Veré que quiere y después hablamos, vuelve-Lara pareció pensárselo, pero al final dio media vuelta sin decir más ninguna palabra, pero hizo seña hacia el recién llegado de que lo tenía en la mira y desapareció con pasos pesados.-Tú esposa es la bomba- Andrew se carcajeó- ya entiendo por qué no querías llevarla. Me imagino la cara de tía cuando lo vea, ella es tan estricta. Aunque creo que a tío postizo le encantará--A qué viniste realmente Andrew- Mathew le prestó atención después de cerciorarse que Lara estaba fuera de la vista de su primo. No había pasado por desapercibido que lo había recorrido de arriba abajo. Después de todo la bruja no estaba correctamente vestida.-¿Yo? ¿Qué pregunta? Si solo venía a verte y ponernos al día ¿Qué más?-Pero Mathew no era est
Andrew estaba acostado en la cama boca arriba. Había una expresión totalmente seria en su rostro y un brillo inusual en sus ojos.-Primo parece realmente intoxicado por esa mujer- recordaba la forma en que hablaba sobre ella.Se le había negado a todos los pedidos, no importara cual fuera. Al final Mathew no había cedido a enviar más dinero y eso lo había molestado. Al menos había podido parar la noche en la manada para descansar después de un largo viaje. Todavía tendría una segunda oportunidad. Recordó entonces que debía darle algo que tenía guardado dentro de su túnica y se levantó.Era casi la madrugada. Mathew hacía mucho lo había dejado e ido a descansar, pero conociéndolo de seguro no estaría durmiendo. Tal vez podría usar eso de excusa para convencerlo. Con más entusiasmo que antes se levantó y se encaminó hacia la habitación del alfa. Notó que la única que tenía la luz encendida era la de él a través de la puerta por lo que no se había equivocado. De seguro su esposo se había
Lara sentía que su cuerpo pesaba una tonelada. Incluso parecía que tenía muchos años de más. Estaba acostada sobre una superficie realmente dura y de solo girarse boca arriba gimió aun con los ojos cerrados.¿Qué había pasado?Ya. Se había desmayado. Se llevó la mano a su vientre preocupado y... no encontró nada.Exasperada alzó la cabeza abriendo los ojos de golpe para notar un vientre plano bajo la camisa de seda blanca seguida de unos jean de mezclilla. Fue entonces que su corazón comenzó a latir con pánico.Se sentó jadeando y alzó sus manos. No había duda, las reconocería donde fuera pues sus dedos callosos que había llevado por 31 años estaban allí. Eso significaba una cosa. Este era sin duda su cuerpo.Soltó una carcajada temblando. ¿Cómo había ocurrido esto? ¿Y Mathew? ¿Y su cachorro? ¿Había vuelto?Su cabeza era un lío total y solo después de tomar una bocanada de aire se percató que no, no estaba en su mundo, ni siquiera se podía decir que estaba en algún lado. El piso sobre