La cabeza me daba vueltas, no queria ni oír el telefono sonar, la resaca que tenía me doblegaba, hace mucho no sentia una igual, traté de levantarme pero no pude, las piernas me pesaban, la vida me dolía y……….

—Al fin despiertas, pense que tendria que llamar a un doctor

—¿Qué hace aquí señor Ballesteros? ¿Donde estoy?

El no dijo una palabra, solo señalo a mi alrededor y se sentó frente a mi cruzando los brazos y las piernas, como esperando una explicacion de no sé que, yaq ue no le debo explicaciones a nadie, ya que mis padres ya no estan en este mundo

—Ya que no quiere contestar mi pregunta, mejor me voy, que tenga buen día

Mala idea, al levantarme, la sabana resbalo de mi cuerpo y para mi sorpresa estaba desnuda ¿Qué mierda? ¿Qué diablos paso ayer?

—Si es asi como piensas pagarme todo el desastre que hiciste ayer, no me molestara cobrarte Eva

—No, es broma señor Ballesteros, ademas de que podria avergonzarme, ha visto este mismo cuerpo muchas veces, ya debe estar aburrido

No dije