Milos no podía quitar de su mente el hecho de que, por salvarlo, Avani no podría vengar su muerte, durante la semana había hablado con la castaña a lo que se refería específicamente con aquello. Fue a mitad de semana mientas estaban en la oficina que el joven decidió preguntar aquello que tanto lo inquietaba.— Anni. — llamo a la joven que estaba limpiando las hojas de una SANSEVIERIA, que ella misma había hecho crecer en la oficina del menor de los Petrov.— Dime. — respondió de inmediato girándose para verlo.—¿Por qué no puedes simplemente enviar una carta y decir donde está enterrada Acacia y quien la mato? o yo podría… — la joven levanto su mano para que Milos se detuviera.— El cuerpo de Acacia solo podía exhibirlo yo mediante el poder de la naturaleza, y al ser encontrado encontrarían
Nasima miro el agarre en su brazo, no era fuerte, pero aun así no la dejaba moverse, por lo que llevo sus ojos color miel a los marrones oscuro de Yannick, se encararon en silencio, ninguno de los dos decía nada, hasta que el castaño simplemente la atrajo más cerca de él y la beso, era un beso posesivo, Nasima lo sintió y quiso separarse, pero él no la libero, su boca la estaba marcando como si fuera de su propiedad y Nasima no estaba dispuesta a sentirse así una vez más. El viento golpeo a Yannick haciéndolo chocar, contra la pared, entonces la miro aturdido.— ¿Estas celoso? ¿de tu hermano? ¿del hombre que mi hermana a besado, a quien considero un amigo al igual que Igor y Milos? no soy tu propiedad Yannick, solo soy tu asistente, ni tú, ni nadie manda sobre mí. Nunca más, nadie me volverá a marcar como su propiedad.Nasima corrió lejos
Yara corrió hasta el lago y sin importarle estar con la ropa que usaba para el trabajo, ese conjunto de pantalón y chaqueta tan delicado que Kilian le había regalado, ingreso en las aguas, su corazón dolía y no quería admitir que eran por celos, celos de que Nasima pudiera sentir los brazos de Kilian y ella fuera una cobarde que cada vez que el rubio la buscara huía.Kilian llego a aquel lugar justo para verla desaparecer en sus aguas, siguió mirando las aguas y contando, un minuto, dos, y ella no salía a la superficie, comenzó a desesperarse, poco le importaba que Yara fuera el hada del agua, debía respirar ¿no? O eso pensó, se quitó el calzado y su saco, para correr directo al agua, luego de haber contado el cuarto minuto, se sumergió en ellas, abrió sus ojos para buscar a su hada, pero no la veía, reusándose a subir por una nueva bocanad
Nasima estaba en la cocina acompañada de Avani, hoy ambas jóvenes estaban encargadas de la cena, apenas la castaña vio a su cantarina hermana supo que algo pasaba, pero si la pelirroja no decía nada ella no la molestaría, la tierra es así, solo deja que las cosas sucedan. Mientras Kenna estaba dejando que Yara la peinara, bajo la atenta mirada de los tres mayores de los Petrov, estos hombres aun no entendían del todo la relación de las jóvenes, Yara sabía que algo quemaba el interior de Kenna, pero era algo agradable, un calor delicioso, y a la vez Kenna sabía que algo le ocurría a Yara, estaba muy inquieta, por lo que para bajar la ansiedad de la rubia dejo que esta llenara su cabello de trenzas, anchas y finas en un peinado que la hacía ver mucho mayor de lo que era la pelinegra.— Creí que te molestaba trenzar tu cabello. — dijo Igor sin poder mantener el silencio,
Se podría decir que de todos los elementos el más resistente y el más afectado de todos es la tierra, es el sustento de todo, la base de la vida, la que menos se toma en cuenta, la que más cambia con el tiempo y la que más sufre. Así se sentía Avani, en un momento se sintió como la montaña más alta de cumbres casi inalcanzable, con terrenos casi vírgenes como el monte Everest, pero ahora se santita como si en un solo instante se hubiera convertido en una llanura, el viento, el agua e inclusive el fuego arremetieron contra ella con tanto poder que no le quedo más que ceder, solo así podría contener a sus hermanas, enterraría su corazón y el amor que sentía por Milos en lo más profundo de su ser, para que nunca saliera nuevamente a la superficie.— Ara, trata de calmarte. — dijo en un susurro apenas audible entre el sollozo de la rubia, mientras Nasi lloraba en silencio y Kenna se contenía, enviando su energía a algún bosque que debía ser purgado y desatando un pequeño incendio.— No pu
Kenna se levantó temprano o mejor dicho casi no durmió, paso toda la noche ideando un plan en el cual pudieran cumplir con su última prueba y a la vez ayudar a sus hermanas a sobrellevar el dolor de tener a estos hombres cerca y porque no, mitigar su corazón también, ella sabía que no podría resistir estar cerca de Igor, ya había probado lo dulce de sus labios y era algo extraordinario.— ¿Qué haces Enna? — Nasima fue la segunda en despertar,su sueño había sido más generoso con ella, ya que había soñado con su hermoso castaño.— Tengo la solución a todo, ya sea como arreglaremos todo. — Nasi vio con recelo a la pelinegra, pero era su hermana y de todas era la más decidida y valiente.— ¿Cómo lo haremos? — pregunto la pelirroja sin querer saber realmente.— Cambiaremos, c
Al día siguiente Igor partió a ver como marchaban los pozos petroleros junto con Kenna, que para su sorpresa se ofreció a acompañarlo, el hada lo necesitaba no tanto por su tranquilidad, era el hecho que el moreno la hacía sentir segura, aunque ella tenía el poder de quemar a cualquiera que la quisiera lastimas, solo el hombre le proporcionaba paz, luego de cumplir con su trabajo, Kenna se atrevió a pedirle algo, algo muy importante.— Igor, no estamos lejos de donde vivía, tu ¿podría llevarme?— A donde tú quieras diabla, solo guíame. — Kenna le dedico una sonrisa y Igor no pudo evitar acariciar su mejilla. Enna tendría que a ver dicho algo, pero no pudo, había extrañado tanto tenerlo así a su lado.— Espera. — dijo unos minutos después, estaban en el medio de la nada, solo una calle y tierra por todos lados.<
Apenas llegaron a Grecia, los ojos de Avani se llenaron de un brillo peculiar y cuando arribaron a Mikonos el hada de la tierra no pudo contenerse y salto a los brazos de Milos, quien más que gustoso la recibió dándole un beso casto, bajo la mirada de asombro de sus hermanos. —Gracias. — dijo mirando el color miel de los ojos del menor de los Petrov. — ¿Por qué? — respondió regalándole una sonrisa y colocando sus grandes manos en la cintura de Avani. — Por traerme a mi hogar, sé que esto es tú idea, lo siento aquí. — Avanni llevo una de sus manos a su corazón y Milos se perdía viendo que tan dulce era. Como en cada destino un automóvil aguardaba por ellos, pero en este caso no irían a un hotel, los Petrov tenían una casa a las orillas del maravilloso mar, las demás hadas no podían creer lo maravilloso que era todo, ante ellas las paredes blancas y techos azules de las construcciones se fusionaban con el enorme mar de aguas azules y celestes. —