Nasima estaba en la cocina acompañada de Avani, hoy ambas jóvenes estaban encargadas de la cena, apenas la castaña vio a su cantarina hermana supo que algo pasaba, pero si la pelirroja no decía nada ella no la molestaría, la tierra es así, solo deja que las cosas sucedan. Mientras Kenna estaba dejando que Yara la peinara, bajo la atenta mirada de los tres mayores de los Petrov, estos hombres aun no entendían del todo la relación de las jóvenes, Yara sabía que algo quemaba el interior de Kenna, pero era algo agradable, un calor delicioso, y a la vez Kenna sabía que algo le ocurría a Yara, estaba muy inquieta, por lo que para bajar la ansiedad de la rubia dejo que esta llenara su cabello de trenzas, anchas y finas en un peinado que la hacía ver mucho mayor de lo que era la pelinegra.
— Creí que te molestaba trenzar tu cabello. — dijo Igor sin poder mantener el silencio,
Se podría decir que de todos los elementos el más resistente y el más afectado de todos es la tierra, es el sustento de todo, la base de la vida, la que menos se toma en cuenta, la que más cambia con el tiempo y la que más sufre. Así se sentía Avani, en un momento se sintió como la montaña más alta de cumbres casi inalcanzable, con terrenos casi vírgenes como el monte Everest, pero ahora se santita como si en un solo instante se hubiera convertido en una llanura, el viento, el agua e inclusive el fuego arremetieron contra ella con tanto poder que no le quedo más que ceder, solo así podría contener a sus hermanas, enterraría su corazón y el amor que sentía por Milos en lo más profundo de su ser, para que nunca saliera nuevamente a la superficie.— Ara, trata de calmarte. — dijo en un susurro apenas audible entre el sollozo de la rubia, mientras Nasi lloraba en silencio y Kenna se contenía, enviando su energía a algún bosque que debía ser purgado y desatando un pequeño incendio.— No pu
Kenna se levantó temprano o mejor dicho casi no durmió, paso toda la noche ideando un plan en el cual pudieran cumplir con su última prueba y a la vez ayudar a sus hermanas a sobrellevar el dolor de tener a estos hombres cerca y porque no, mitigar su corazón también, ella sabía que no podría resistir estar cerca de Igor, ya había probado lo dulce de sus labios y era algo extraordinario.— ¿Qué haces Enna? — Nasima fue la segunda en despertar,su sueño había sido más generoso con ella, ya que había soñado con su hermoso castaño.— Tengo la solución a todo, ya sea como arreglaremos todo. — Nasi vio con recelo a la pelinegra, pero era su hermana y de todas era la más decidida y valiente.— ¿Cómo lo haremos? — pregunto la pelirroja sin querer saber realmente.— Cambiaremos, c
Al día siguiente Igor partió a ver como marchaban los pozos petroleros junto con Kenna, que para su sorpresa se ofreció a acompañarlo, el hada lo necesitaba no tanto por su tranquilidad, era el hecho que el moreno la hacía sentir segura, aunque ella tenía el poder de quemar a cualquiera que la quisiera lastimas, solo el hombre le proporcionaba paz, luego de cumplir con su trabajo, Kenna se atrevió a pedirle algo, algo muy importante.— Igor, no estamos lejos de donde vivía, tu ¿podría llevarme?— A donde tú quieras diabla, solo guíame. — Kenna le dedico una sonrisa y Igor no pudo evitar acariciar su mejilla. Enna tendría que a ver dicho algo, pero no pudo, había extrañado tanto tenerlo así a su lado.— Espera. — dijo unos minutos después, estaban en el medio de la nada, solo una calle y tierra por todos lados.<
Apenas llegaron a Grecia, los ojos de Avani se llenaron de un brillo peculiar y cuando arribaron a Mikonos el hada de la tierra no pudo contenerse y salto a los brazos de Milos, quien más que gustoso la recibió dándole un beso casto, bajo la mirada de asombro de sus hermanos. —Gracias. — dijo mirando el color miel de los ojos del menor de los Petrov. — ¿Por qué? — respondió regalándole una sonrisa y colocando sus grandes manos en la cintura de Avani. — Por traerme a mi hogar, sé que esto es tú idea, lo siento aquí. — Avanni llevo una de sus manos a su corazón y Milos se perdía viendo que tan dulce era. Como en cada destino un automóvil aguardaba por ellos, pero en este caso no irían a un hotel, los Petrov tenían una casa a las orillas del maravilloso mar, las demás hadas no podían creer lo maravilloso que era todo, ante ellas las paredes blancas y techos azules de las construcciones se fusionaban con el enorme mar de aguas azules y celestes. —
El silencio quedo flotando ante las palabras de Nasima, y ya no había sonrisas adornando los rostros de los hombres, ya que comprendieron que el hecho de que ellas aceptaran nuevamente ser sus novias no le aseguraba que se quisieran quedar como humanas. Igor y Kenna no fueron realmente consientes en el momento que entraron a la casa o así sea a la habitación, mientras el hombre trataba de controlar el fuego que sentía en su interior, el hada se dejaba arder. Llegaron a una de las grandes camas del lugar y Igor reparo que era la suya, por lo que el alivio y satisfacción corrió por su cuerpo, el saber que el aroma de su diabla quedaría impregnado en sus sabanas lo lleno de dicha. Se separo de su asistente un minuto, quería verle esos ojos negros que lo habían enloquecido el primer día y que ahora brillaban como el carbón siendo consumido por las llamas, pasión, deseo, y amor, todo eso era lo que se reflejaba, mientras Kenna se perdía en la mirada
Al día siguiente Yannick partió con Nasima a ver los diversos exportadores de sedas y demás material para el área textil, mientras que Avani se preparaba para ir al cementerio, había llegado la hora, ella necesitaba despedirse de sus padres y hermano una última vez, no regresaría a aquel lugar hasta el día que alguien encontrara el cuerpo de Acacia.— Permíteme ir contigo. — Kenna siempre sería el faro que guiaría a sus hermanas.— No te preocupes Kenna, Milos me acompañara, además tú tienes que controlar a Yara. — el hada del fuego miro a la mencionada, quien se divertía haciendo trenzas en el cabello largo de Kilian.— Ella estará bien. — dijo resistiéndose a dejar marchar a su hermana.— Yara está sintiendo cosas que desconoce, ayer perdió el control y casi ocasiona una catá
Las nubes se acumulaban en el cielo, cada vez más grises, cada vez más grandes, una tormenta se avecinaba, mientras el corazón de Yara se agitaba, como si fuera el mar siendo azotado por un tifón.Hude es un municipio situado en el distrito de Oldemburgo, en el estado federado de Baja Sajonia. Su población era de casi 20.000 habitantes. Se encuentra ubicado a poca distancia al oeste de la ciudad de Bremen. Y fue allí donde se dirigieron las cuatro parejas, apenas se hospedaron en un pequeño hostal Yara les pidió que la acompañaran al cementerio.— Yo… no soy tan fuerte como tu Avani. — la mencionada la observo curiosa e Yara continúo hablando.— Quisiera, mejor dicho, necesito que me acompañen al cementerio. — Al ver los ojos cristalinos de la joven no solo las Hadas sintieron su sangre arder en un reclamo de justicia, los Petrov en especial Kilian
El regreso al hostal fue en una gran tensión, a pesar de que los hombres estaban bien con lo que había sucedido, sabían que ocurría algo más entre las mujeres, Nasima se mantuvo alejada de sus hermanas y estas en un completo silencio, hasta que llegaron a donde se hospedaban.Igor había pedido cuatro habitaciones, había organizado todo para que cada unocompartiera cuarto con su asistente, en camas individuales por supuesto, ya ellas decidirían si dormirían juntos o no, pero lo que ocurrió al llegar no solo lo sorprendió a él, a todos sus hermanos también.— Nasima, a mi cuarto ahora. — la voz de Avani denotaba molestia, mientras el rostro de Yara dejaba ver la culpa y Kenna pena.— ¿Qué sucede? ¿Por qué le hablas así? – Yannick no estaba dispuesto a dejar que ni siquiera su hermana le hablara mal a su hada.