Kurt

Siempre me gustó ver paisajes, obras de arte que en verdad me interesaran. No la famosas. No pinturas. No esculturas. Las reales. Las que se mueven con agilidad y completa sutileza por el mundo adueñándose de cada mirada, pensamiento y acción del resto de bestias que habitamos junto a ellas. Las mujeres son prueba que las cosas más peligrosas vienen empaquetadas en un frasco llamativo, una esencia atrayente y un contenido adictivo.

No hay mejor explicación para seres que fácilmente pueden borrar ese límite entre dar la vida por amor y quitarla con la más terrorífica saña. Las cosas a medias con ellas no funcionan porque no piden un ángel que las lleve al cielo sino uno que les construya el propio como lo desean

Ahora, un hombre que de verdad valore tener el privilegio de tener todas sus facetas es capaz de crear hasta el mismo paraíso por seguir siendo parte de la felicidad de ellas.

Solo que la mujer que tengo pegada a mi pecho se construyó sola cada parte de lo que tiene. No