Eran el sr. Rodríguez y el señor que me llevó al hospital.Nos estabamos mirando, el sr. Rodríguez y yo. Después de 4 años sin verle, sus cabellos encanecieron por completo y había perdido mucho peso.Me estuvo mirando durante un buen rato, y luego me señaló diciendo: —¡Es usted de verdad, sra. Lara!—Sr. Rodríguez, sí, soy María Lara, ¡cuanto tiempo! —ahora me daba vergüenza de mi situación.—¡Túmbese, por favor!— El sr. Rodríguez se me acercó rápidamente y Patricio se levantó al mismo tiempo para dejarle paso.—Perdóname, por favor, sra. Lala, ¡fue mi culpa tenerte esperando! Lo siento mucho. —sr. Rodríguez se sentó cordialmente en la silla a mi lado.Patricio insinuó al otro señor y salieron juntos de la habitación. Así que ahora sólo quedábamos el Sr. Rodríguez y yo.Yo estaba un poco emocionada y dije: —No hay necesidad de disculparse, sr. Rodríguez. Mientras pueda verle, ¡la espera merece la pena! Es culpa mía aparecer de repente. ¡Me preocupaba tanto no poder contactar con usted
Estaba tumbado con mucha ansiedad. Cerré los ojos e intenté estar tranquila. Dios lo decidiría.Tal vez en mi vida, Hernán desempeñó el papel de acreedor, ¡y yo fui su deudor!Cuando yo estaba pensando al azar, volvieron a la habitación.Aunque estaba muerto de ansiedad, fingí estar tranquila y les sonreí. Patricio tenía razón en sus comentarios sobre mí: mi comportamiento era muy cansado.Sr. Rodríguez habló primero: —Sra. Lara, por favor, descanse bien, tengo algo urgente que tratar ahora. ¡Si te recuperas mañana, por favor vuelve a nuestra fábrica! ¡Hoy no te molesto mucho!Después de oír sus palabras, perdí toda esperanza. Solté la mano que había apretado con tanta fuerza, mantuve la compostura y asentí: —Vale, entonces, ¡hasta mañana!—¡Esperaré su llegada mañana! —se marchó a toda prisa después.Su actitud me hizo sentir el frío de un hombre de negocios. Mi corazón estaba tan amargado.La habitación estaba en silencio, me sentía demasiado triste para preocuparme por Patricio.Des
Lo que no me esperaba en absoluto, fue que en el momento en que entré en el despacho de FuenteRíco, mi destino cambió para siempre.El sr. Rodríguez me dio una gran sorpresa. Firmó el único contrato de agencia conmigo. Además, me ayudó a registrar una empresa de construcción en Ciudad Jim con un capital social de 14 millones de dólares.Estaba demasiado emocionada y no sabía cómo agradecérselo. Me cogió de la mano y me dijo: —Esta cooperación es beneficiosa para los dos. Me has ayudado mucho, así que si hay algo en lo que pueda ayudarte, haré lo mismo que tú haces conmigo. ¡Sería un gran honor para mí! ¡Te invito a que vuelvas a Ciudad jim cuando todos hayamos superado los tiempos dificiles. No dudes de llamarme si necesitas ayuda con cualquier cosa.Me facilitó la documentación completa de ventanas de aluminio, así como información relacionada con el contrato.No me quedé allí mucho tiempo, ya que aún me quedaban muchas misiones por terminar.En cuanto salí del edificio de oficinas, g
—¡No digas tonterías! Eres cada vez más traviesa, ¡mi mala mujer! —terminó y me dio una palmadita en mi culo diciendo: —¡Déjame castigarte!Salté a sus brazos riendo: —Acabo de tener fiebre y tengo hambre, ¡cómo te atreves!Me miró y me dijo: —¿En serio? ¿Por qué no traes a Dulcita?—Mis padres están muy contentos con su compañía, y también hay algunos niños que juegan con ella. Déjala estar allí un rato, ¡es muy feliz!Podía concentrarme más en mi plan cuando Dulcita no estaba cerca de mí. Ella era mi debilidad.—Escúchate entonces. Descansa, ¡cocinaré para ti! —me abrazó y entró en la cocina.Entré en el dormitorio y me quité la sábana rápidamente para luego meterla en la lavadora. Estaba harta.Vino a invitarme a comer y vio la sábana nueva que acababa de cambiar. Le dije: —Quiero cambiarme de humor.Cuando aún estábamos cenando, sonó su teléfono. Eché un vistazo al teléfono, estaba escrito: Lucía. ¿Podría ser Luciana Gonzales?Fingí estar tranquila y le pregunté: —¿Quién es?Levant
Como lo que esperaba yo, Hernán no volvió esta noche, por eso no pude dormir toda la noche.Por la mañana, Ivanna me llamó para informarme una noticia buena de que fueron atrapados con éxito.Estaba tan confundida que no sabía si me sentía alegre o triste. Aunque todo iba bien bajo mi plan, no me alegraba.¿Qué auguró esto?Me arreglé y me dirigí a la empresa, naturalmente no le vi a Hernán, lo que me recordó de repente, ya comprendí la verdad de que él ya se había ajejado de mí poco a poco aunque no le hubiera dejado la trampa.Me recordé a mí misma que ya no había vuelta atrás, y tenía que seguir la trampa, no pude dejarla a medias.Inmediatamente, le hice a Víctor que le llamara a Hernán, que le dijera que tuvimos una noticia confidencial de que la Empresa Boreal tenía una situación no buena, solo había confirmado dos empresas, Corporación ConstruMateria y la otra habían sido desechadas, y que le dijera que venía a la empresa lo más rápido posible. Le entendí que tenía una gran ambi
Me asusté al decir las palabras, fui imprudente.Hernán estaba un poco asustado, pero se calmó rápidamente y dijo: —¡Es el amante de Luciana!Me quedé helado por un momento, no esperaba que reaccionara tan rápido. —¡Mi amor, créeme y dame una oportunidad otra vez! Lo más importante para nosotros es tomar la Empresa Boreal, no podemos perder los beneficios grandes por los pequeños, y la Corporación ConstruMateria fue construida por ti, por eso, ¡tú también quieres hacerlo más grande! ¡Cariño, es mi culpa, quédate en tu juicio! —dijo Hernán.Me abrazó con fuerza y me dijo suavemente: —¡María, es mi culpa, lo siento!Me quedé sin palabras, fue la astucia de Hernán que sabía mi debilidad.Después de un rato, le aparté y salía lentamente de su despacho, me amonesté a mí misma que tenía que mantenerme despierta y no fracasar en ningún paso.Porque hasta este momento, Hernán aún había protegido a Sofía perfectamente.Volví a mi despacho, repasé de nuveo todas las tendencias, y me aseguré de q
Acababa de decir una palabra, se sentió un poco desanimado de repente, por eso pausó.Volví a lo que estaba haciendo, no pude prestarme a decir aquellas palabras, como yo era la víctima ahora, sería ilógico si me prestara a darle ideas.Alguien estaba tocando a la puerta en este momento justamente, lo que nos asustó.Después Hernán dio un paso largo a la puerta y la abrió, ni siquiera yo esperaba que el visitante fuera Ivanna.Ella entró y cerró la puerta con fuerza, luego gritó fuertemente a Hernán: —¡Hernán Cintas, hijo de puta! ¿Qué coño hiciste? ¿Eh?Hernán conocía el carácter de Ivanna, ella siempre era así directa y franca, además, porque sabía que ella tenía una relación fuerte conmigo, no le sorpresó el comportamiento suyo.Al contrario, bajó su cabeza, parecía obediente, y adoptó una actitud muy sincera cuando se hizo mal.—Te he recordado que prestes atención y que no seas joder infiel, y me lo prometiste, ¿cierto? ¿Eh? —Ivanna le regañaba a Hernán constantemente, lo que most
Cuando llegó la comida, Ivanna nos llamó para que fuéramos a comer.—¡Apúrate, María! No importa cuán grande sea el problema, necesitas llenar el estómago para tener la energía para resolverlo. ¿Qué pasó contigo? ¿No te he visto en unos días y ya pareces un rayo?— bromeó Ivanna.Hernán me miró furtivamente y me sirvió un poco de comida.—Hernán, necesitas encontrar una solución. Si esto continúa así, no solo María sufrirá las consecuencias, también la empresa. Los negocios deben seguir adelante— Ivanna atacó el punto débil de Hernán—. Situaciones como esta a menudo afectan el negocio. Han trabajado duro para llevar a Corporación ConstruMateria hasta donde está.—He pensado en eso, pero...— dijo Hernán, finalmente no pudo contenerse y me miró de reojo—. Pero... tengo miedo de que María se enoje.—¡Ay, por favor! Si sabes que se enojará, ¿por qué lo haces de todos modos? ¿Por qué no consideraste los sentimientos de María cuando lo hiciste?— continuó Ivanna.La expresión de Hernán se volv