Lo que no me esperaba en absoluto, fue que en el momento en que entré en el despacho de FuenteRíco, mi destino cambió para siempre.El sr. Rodríguez me dio una gran sorpresa. Firmó el único contrato de agencia conmigo. Además, me ayudó a registrar una empresa de construcción en Ciudad Jim con un capital social de 14 millones de dólares.Estaba demasiado emocionada y no sabía cómo agradecérselo. Me cogió de la mano y me dijo: —Esta cooperación es beneficiosa para los dos. Me has ayudado mucho, así que si hay algo en lo que pueda ayudarte, haré lo mismo que tú haces conmigo. ¡Sería un gran honor para mí! ¡Te invito a que vuelvas a Ciudad jim cuando todos hayamos superado los tiempos dificiles. No dudes de llamarme si necesitas ayuda con cualquier cosa.Me facilitó la documentación completa de ventanas de aluminio, así como información relacionada con el contrato.No me quedé allí mucho tiempo, ya que aún me quedaban muchas misiones por terminar.En cuanto salí del edificio de oficinas, g
—¡No digas tonterías! Eres cada vez más traviesa, ¡mi mala mujer! —terminó y me dio una palmadita en mi culo diciendo: —¡Déjame castigarte!Salté a sus brazos riendo: —Acabo de tener fiebre y tengo hambre, ¡cómo te atreves!Me miró y me dijo: —¿En serio? ¿Por qué no traes a Dulcita?—Mis padres están muy contentos con su compañía, y también hay algunos niños que juegan con ella. Déjala estar allí un rato, ¡es muy feliz!Podía concentrarme más en mi plan cuando Dulcita no estaba cerca de mí. Ella era mi debilidad.—Escúchate entonces. Descansa, ¡cocinaré para ti! —me abrazó y entró en la cocina.Entré en el dormitorio y me quité la sábana rápidamente para luego meterla en la lavadora. Estaba harta.Vino a invitarme a comer y vio la sábana nueva que acababa de cambiar. Le dije: —Quiero cambiarme de humor.Cuando aún estábamos cenando, sonó su teléfono. Eché un vistazo al teléfono, estaba escrito: Lucía. ¿Podría ser Luciana Gonzales?Fingí estar tranquila y le pregunté: —¿Quién es?Levant
Como lo que esperaba yo, Hernán no volvió esta noche, por eso no pude dormir toda la noche.Por la mañana, Ivanna me llamó para informarme una noticia buena de que fueron atrapados con éxito.Estaba tan confundida que no sabía si me sentía alegre o triste. Aunque todo iba bien bajo mi plan, no me alegraba.¿Qué auguró esto?Me arreglé y me dirigí a la empresa, naturalmente no le vi a Hernán, lo que me recordó de repente, ya comprendí la verdad de que él ya se había ajejado de mí poco a poco aunque no le hubiera dejado la trampa.Me recordé a mí misma que ya no había vuelta atrás, y tenía que seguir la trampa, no pude dejarla a medias.Inmediatamente, le hice a Víctor que le llamara a Hernán, que le dijera que tuvimos una noticia confidencial de que la Empresa Boreal tenía una situación no buena, solo había confirmado dos empresas, Corporación ConstruMateria y la otra habían sido desechadas, y que le dijera que venía a la empresa lo más rápido posible. Le entendí que tenía una gran ambi
Me asusté al decir las palabras, fui imprudente.Hernán estaba un poco asustado, pero se calmó rápidamente y dijo: —¡Es el amante de Luciana!Me quedé helado por un momento, no esperaba que reaccionara tan rápido. —¡Mi amor, créeme y dame una oportunidad otra vez! Lo más importante para nosotros es tomar la Empresa Boreal, no podemos perder los beneficios grandes por los pequeños, y la Corporación ConstruMateria fue construida por ti, por eso, ¡tú también quieres hacerlo más grande! ¡Cariño, es mi culpa, quédate en tu juicio! —dijo Hernán.Me abrazó con fuerza y me dijo suavemente: —¡María, es mi culpa, lo siento!Me quedé sin palabras, fue la astucia de Hernán que sabía mi debilidad.Después de un rato, le aparté y salía lentamente de su despacho, me amonesté a mí misma que tenía que mantenerme despierta y no fracasar en ningún paso.Porque hasta este momento, Hernán aún había protegido a Sofía perfectamente.Volví a mi despacho, repasé de nuveo todas las tendencias, y me aseguré de q
Acababa de decir una palabra, se sentió un poco desanimado de repente, por eso pausó.Volví a lo que estaba haciendo, no pude prestarme a decir aquellas palabras, como yo era la víctima ahora, sería ilógico si me prestara a darle ideas.Alguien estaba tocando a la puerta en este momento justamente, lo que nos asustó.Después Hernán dio un paso largo a la puerta y la abrió, ni siquiera yo esperaba que el visitante fuera Ivanna.Ella entró y cerró la puerta con fuerza, luego gritó fuertemente a Hernán: —¡Hernán Cintas, hijo de puta! ¿Qué coño hiciste? ¿Eh?Hernán conocía el carácter de Ivanna, ella siempre era así directa y franca, además, porque sabía que ella tenía una relación fuerte conmigo, no le sorpresó el comportamiento suyo.Al contrario, bajó su cabeza, parecía obediente, y adoptó una actitud muy sincera cuando se hizo mal.—Te he recordado que prestes atención y que no seas joder infiel, y me lo prometiste, ¿cierto? ¿Eh? —Ivanna le regañaba a Hernán constantemente, lo que most
Cuando llegó la comida, Ivanna nos llamó para que fuéramos a comer.—¡Apúrate, María! No importa cuán grande sea el problema, necesitas llenar el estómago para tener la energía para resolverlo. ¿Qué pasó contigo? ¿No te he visto en unos días y ya pareces un rayo?— bromeó Ivanna.Hernán me miró furtivamente y me sirvió un poco de comida.—Hernán, necesitas encontrar una solución. Si esto continúa así, no solo María sufrirá las consecuencias, también la empresa. Los negocios deben seguir adelante— Ivanna atacó el punto débil de Hernán—. Situaciones como esta a menudo afectan el negocio. Han trabajado duro para llevar a Corporación ConstruMateria hasta donde está.—He pensado en eso, pero...— dijo Hernán, finalmente no pudo contenerse y me miró de reojo—. Pero... tengo miedo de que María se enoje.—¡Ay, por favor! Si sabes que se enojará, ¿por qué lo haces de todos modos? ¿Por qué no consideraste los sentimientos de María cuando lo hiciste?— continuó Ivanna.La expresión de Hernán se volv
Ivanna observaba la situación actual mientras yo la miraba y parpadeaba.—María, ¡no te enojes! Ya estamos en este punto, ¡tenemos que superarlo juntas!— me consoló. Quería llorar, así que corrí al baño.Rápidamente saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Víctor, luego me lavé la cara y salí.—¿Qué debemos hacer? Yo... ¡ya no me avergüenzo!— Las lágrimas volvieron a caer, me sentía tan injusta.De repente, sonó el teléfono de Hernán. Lo miró rápidamente y contestó. No sé qué le dijeron por teléfono, pero su rostro palideció un poco. Dijo: —¡Entiendo!Colgó y parecía un poco abatido, con la mirada baja.Ivanna me lanzó una mirada discreta y levanté una ceja.Al instante, Hernán levantó la cabeza, me miró y dijo: —Voy a salir un momento, regreso enseguida. Ivanna, quédate con María. Tengo que resolver algo.—¿A dónde vas?— Pregunté con un tono ligeramente molesto.—Vuelvo enseguida, ¿de acuerdo?— Me tranquilizó.Luego se dio la vuelta y se fue.Los pasos de Hernán bajando las escaleras
Ella empujó la puerta de mi oficina de golpe y me gritó: —María, ¿sigues aquí tan relajada? ¿Eres digna de ser la esposa de Hernán?Estaba sentada en mi silla, mirándola tranquilamente. Enseguida entró Víctor y se acercó para tratar de calmar la situación: —¿No puedes resolver tus asuntos en casa? Hay mucha gente en la empresa... pelear aquí no es una buena idea.—¿Y qué importa si peleamos? ¿Tiene miedo de que la afecte? ¿Quién se cree que es?— Sofía insultó enojada.A través de la ventana de cristal, vi a los empleados ponerse de pie y mirar hacia aquí.Le dije a Víctor: —Haz que se vayan antes, ¡ahora mismo!Víctor salió rápidamente y dispersó a los empleados que estaban curiosos y se marcharon de la oficina a regañadientes.Me senté con calma y miré a Sofía, luego le dije con serenidad: —Continúa, repite lo que dijiste hace un momento.Víctor, viendo la situación, se colocó inmediatamente entre nosotros dos para evitar que peleáramos.Sofía, mirándome con arrogancia, dijo: —Deja de