Esa noche mientras lloraba, Roxana tomó una decisión por ella y por ese bebía que estaba en su interior ya no esperaría nada de Víctor ni dejaría que sus palabras le afectaran. - Descuida hijo, tienes una madre y con eso es más que suficiente – indicó tocando su vientre. A la mañana siguiente Roxana se despertó siguiendo su rutina de los sábados al despertar y preparar el desayuno para ella y alimentar a Eduard con una de sus papillas. Justo cuando estaban a medio desayuno, ellos recibieron a una invitada. - Buenos días Roxana – en eso la castaña vio a su suegra ingresar a la cocina. - Ah… - saludó Eduard. - Hola amorcito – dijo la mayor al ver la emoción de su nieto al verla – hm… que rico ¿es papilla de manzana? – habló mirando su cara manchada. - No, hoy toco de pera – indicó la castaña dándole otra cucharada y notando su emoción al comerla. - Que rico, por cierto, Roxana hoy no podremos acompañarte porque tenemos un compromiso al medio día con unos amigos importantes – inf
Víctor estaba molesto ya que ella jamás le había desafiado de esa forma, pero sabía que llevaba razón y busco aparentar porque estaban en público. Él los siguió hasta llegar a la sala de espera del consultorio, donde ella fue a hablar con la secretaria del médico. - Buenas tardes ¿tiene cita? – preguntó la mujer al verlos llegar. - Si, venimos a ver al doctor Antonio y la cita está a nombre de Eduard Smirnov – contestó ella. - … - la chica tecleo rápido en su computador para revisar los datos. - Perfecto, pueden tomar asiento en lo que le aviso al médico – indicó colocándose de pie para ir a anunciarlos. - Se ve que es un buen lugar – opinó Víctor mirando el consultorio. - Tu madre fue quien busco el lugar, ya que hace 2 meses Eduard pesco un resfriado. - ¡Que! ¿y porque no me llamaste o me informaste sobre eso? - ¿Para qué? – preguntó aburrida mirándolo de reojo. - ¿Como que para qué? es mi hijo y… - Y cuando te lo podría a ver dicho, sucedió en la madrugada y creo que a e
Lamentablemente la magia termino unas horas después de la comida, cuando Víctor los regreso a la casa y el predio su teléfono notando que tenía miles de llamadas perdidas de Lisa e igual los cientos de mensaje que había por lo que sin despedirse de Roxana fue a ver a su amada y al llegar al departamento la vio llorando y maldiciendo en esos momentos.- ¡Lisa! – le llamo dejando notar que estaba algo agitado porque corrió para llegar – amor que… - empezo a decir.- ¡DONDE ESTABAS! – le interrumpió.- Bueno yo…- ¿Porque me dejaste SOLA mi amor? la pase muy mal por tu culpa buaaa ¿acaso ya no me amas?- Lisa cálmate por favor y dime ¿qué paso? – habló buscando abrazarla.- PASA QUE TUVE QUE USAR MI DINERO PARA QUE NO ME ECHARAN DE AQUÍ – le grito furiosa – y PORQUE NO CONTESTABAS EL TELEFONO.- Espera… ¿porque usaste tu dinero? ¿a qué te refieres con echarte?- El casero llego exigiendo la paga de la renta y me dijo o pagas o a la calle.- ¿De qué hablas Lisa? si la renta se cobra autom
Roxana se asombró al escuchar el plan de su suegra, donde ahora sentía un poco de consuelo al saber que Judith no era tan cruel como aparento el día de la boda que la obligo a tomar el lugar de Lisa, si no que fue la ira del momento la que hizo que le hablara de esa manera. Al día siguiente ella siguió con su rutina de cada domingo levantándose un poco tarde acompañada de Eduard, quien ya se estaba acostumbrando a dormir junto a la castaña. - Ma… - Si, ma-ma – habló ella motivando al menor a hablar mientras le daba pequeños trozos de carne. - Ma… - repitió riendo mientras abría su boca para comer más de esa carne blanca. - Es pollo – dijo ella deshebrando un poco para darle – cierto, me preguntó qué dirá Jorge cuando regrese y vea lo que paso. - Ah… - Veras Jorge es tu tío. - Io… - repitió el menor inclinando un poco su cabeza a la derecha. - Si jeje, veras él trabaja en el ejército y en estos momentos no está aquí porque se fue a una misión en el extranjero – indicó mirando
De cierta forma Víctor agradecía que era lunes por la mañana y debía ir a trabajar, porque el día anterior solo se la paso escuchando las quejas de Lisa de que no aceptaba esos cambios abruptos en su vida por culpa del dinero… la verdad la entendía, pero igual le enojaba ver lo poco solidaria que era ella con la situacion; tras dejar escapar un sonoro suspiro las puertas del elevador se abrieron dejando ver a cierta castaña que ya estaba sentada en su puesto haciendo algo de trabajo en el computador y organizando algunos documentos. - Buenos días Roxana – le saludó al pasar a su lado. - Buenos días jefe – contestó la castaña colocándose de pie para entrar a la oficina con él. - ¿Qué tenemos para hoy? - Tiene cita a las 12 con la constructora Maya para ver las renovaciones a sus empresas – dijo leyendo la agenda – ya le envié a su correo las propuestas que me pidió que le hicieran presentación con todo y las gráficas, así puede verlas y si algo no le gusta ya mismo llamo al de dise
Tras pactar una tregua temporal, no se volvió a hablar más del tema del misterioso “Jorge” dando así paso a la tarde. - Roxana – le llamó Víctor a la hora de la salida. - ¿Sí? – dijo ella mientras terminaba de guardar sus cosas. - ¿Nos vamos? - ¿Era en serio? – habló mirándolo a ver asombrada. - Si ¿por qué? ¿no quieres? – preguntó frunciendo el ceño – o ¿acaso tienes otros planes? - No, no tengo ningún plan para hoy – mencionó ella dejando escapar un suspiro - lo que pasa es que me sorprende tu cambio de actitud. - Digamos que aún me duelen las palabras del doctor, más porque tú no deberías recibir esos regaños si no nosotros. - Olvídalo, además se supone que para todo el mundo Eduard es mi hijo ¿o no? - Eso sí, bueno ¿nos vamos? - Si, pero antes de ir a casa voy a pasar a comprar algo al supermercado – mencionó – no se si desees acompañarme o quieres ir… - Te acompaño – le interrumpió. De esta manera ambos se encaminaron junto al elevador para sorpresa de los demás emple
Lisa estaba furiosa, él JAMAS la habia ignorado… eso era algo que la hacía enfurecer y para su mala suerte no podía ir de compras para animarse porque esa tarjeta de crédito ya no servía. - Pero esta me las pagaras Víctor ¿cómo te atreves a dejarme sola? – mencionó furiosa, por lo que fue a la habitación que usaba de armario donde ocultaba una caja fuerte, donde tenía guardado el dinero que fue sacando de la tarjeta y era para ese tipo de casos. Tras sacar una cantidad decente, solo asentó la puerta y fue a cambiarse de ropas no que no se quedaría a esperar al imbécil ese e igual ya era hora de ir de pesca porque el gran Víctor Smirnov la estaba desilusionando al no poder mantenerla feliz y satisfecha todos los días, lo que significaba que ya debía reemplazarlo con alguien más amoroso y detallista. Por su parte Víctor se sentía confundido sin saber porque anoche beso a Roxana y se puso algo romántico con ella al grado de dormir juntos, aunque no llegaron a tener relaciones… lo cual
La noche paso algo tranquila, aunque Lisa estaba confundida por esas preguntas porque en los años que conocía a Víctor sabía que él no preguntaba solo porque si, lo que significaba que le estaba ocultando algo, pero aún no sabía que era. Prefirió buscar actuar normal y amorosa con él, donde ambos escogieron la película para ver, tras terminar la pizza tuvieron una ronda de sexo antes de acostarse a dormir. A la mañana siguiente todo fue normal para ellos y hasta se despidieron de besito. - Bueno tal vez pueda ayudar a Víctor con su ridícula idea de vender sus cosas - mencionó divertida cuando se quedó sola, pero tampoco le llamaba la atención estar vendiendo sus cosas, por lo que fue a buscar algo de dinero para divertirse, pero… - ¡AH! – gritó asustada – no, no, no, no MI DINERO – exclamó empezando a revolver todo el contenido de la caja fuerte. Esta aterrada cómo es posible que desaparecía si tenía casi 100mil en… en eso recordó las palabras de Víctor ¿acaso él? no… eso no podía