JULIÁN

Tan pronto como el reloj marca la medianoche, un espeluznante silencio llena el campo, todos esperan con gran expectación, sintiendo un poder tangible que irradia Alba. Saturando tanto el aire que nos rodea que se puede saborear en la punta de la lengua; picante y vigorizante.

Cualquier esperanza de que la autoridad proveniente de Alba sea una buena señal de que las cosas irán bien se desvanece rápidamente cuando un grito espeluznante salió de sus labios, rompiendo mi corazón en pedazos. Antes de que pueda acercarme a ella, la voz de mi padre resuena a través del enlace: 'Quédate, Julián. Ella es una hija primogénito de Alfa; ella debe soportar este dolor sola, como tú y todos los primogénitos Alfas.

'Puedes enviarle palabras de aliento', se escucha la voz de mi mamá, asintiendo hacia Alba en el suelo gimiendo de dolor, con el cuerpo ya empapado en sudor. 'Sin embargo, no cruces el límite, no importa cuánto dolor parece tener, ¿de acuerdo?'

Asintiendo con la cabeza, me bajo al