—El doctor dijo que lo único que podemos hacer es estar con ella, no dejarla sola, pues no sabemos cuándo dará su último… La verdad es que Douglas no terminó sus palabras, y no pudo evitar derramar lágrimas.—Comprendo lo que quieres decir, no la dejaremos sola. En ese instante, Thiago desvió la mirada, pues Diego bajaba del avión junto a su abuela. Alberto iba detrás de ellos, pero tan pronto vio a Rayo, corrió a los brazos de su padre.—¡Papá! Exclamó el niño con una gran sonrisa. “Mi pequeño” Rayo extrañaba mucho a ese niño, y antes de ver a su madre, alzó a su hijo. “Estamos nuevamente juntos y espero no volver a separarme de ti”. ¿Cuidaste de la abuela? Le preguntó al pellizcar la nariz, luego alzó la mirada para mirar a su madre.—¿Cómo te sientes? —¡Ya me siento mejor! Ahora solamente quiero volver a casa. Amelia no lo reflejaba, pero por dentro sentía un dolor atroz. —Estoy aquí para llevarte a la villa. Alberto y yo nos mudaremos ahí unos días.Rayo acaba de tomar esa decisió
Diego no midió sus palabras y, al parecer, ofendió a Thiago, pues el CEO golpeó la mesa al poner la copa.—¿Crees que soy un cobarde? —¿Estás diciendo que me faltan testículos? Rayo elevó una de sus cejas y sus venas se resaltaron en el cuello.—¡Papá, estoy seguro de que Diego no quiso decir eso! Douglas intervino para que las cosas no pasaran a más. Sin embargo, Rayo no se contuvo y continuó. —¿Crees que soy un pendejo por perder a su madre? ¿Me culpas por todo lo que pasó? A decir verdad, los aires se estaban calentando, y quizás hubiese pasado a más, pero en ese momento la puerta se abrió y Alberto entró con el ceño fruncido.—¡Diego, me decepciones, papá, no ha hecho nada malo, yo que soy un niño lo sé! Estoy por cumplir cinco años, pero conozco toda la trayectoria de mi héroe. He investigado toda su vida en internet. La verdad es que Alberto sacó la inteligencia de Rayo, tanto así que es el único de sus hijos que ha logrado cifrar la computadora del CEO.—Alberto, ven aquí. Al l
Mientras que el aterrado hombre tembló al escuchar mencionar el nombre de Rayo. Anteriormente, había tenido problemas con Thiago y fue por eso que huyó del centro de la ciudad. —¡Eso quedó en el pasado! Juro por mi vida que nunca más volvía a diseñar un traje de esos. El señor Rayo me dejó muy claro que no debía hacerlo y yo lo respeté. No tengo por qué mentir.—¡No te creo! Kenneth le golpeó una de las rodillas e hizo que el hombre flaqueara.—Dime. ¿Cuántos trajes hiciste y para quién los hiciste?—¡Juro que digo la verdad! “No fui yo”. Gritó el hombre aterrado: haría cualquier cosa para que no lo maten; por lo tanto, dijo. —¡Lo admito, hace unos meses vinieron unos hombres a verme, querían que les confeccionara el mismo traje, pero les dijo que no y les recomendé vital moda!Kenneth logró hacer temblar a este hombre; por tanto, él solo dijo lo que sabía.—Escuché que ahí trabaja un hombre llamado Edmundo, que es muy famoso en el mundo de la moda. De hecho, es una de las empresas q
Mientras que el aterrado hombre tembló al escuchar mencionar el nombre de Rayo. Anteriormente, había tenido problemas con Thiago y fue por eso que huyó del centro de la ciudad. —¡Eso quedó en el pasado! Juro por mi vida que nunca más volvía a diseñar un traje de esos. El señor Rayo me dejó muy claro que no debía hacerlo y yo lo respeté. No tengo por qué mentir.—¡No te creo! Kenneth le golpeó una de las rodillas e hizo que el hombre flaqueara.—Dime. ¿Cuántos trajes hiciste y para quién los hiciste?—¡Juro que digo la verdad! “No fui yo”. Gritó el hombre aterrado: haría cualquier cosa para que no lo maten; por lo tanto, dijo. —¡Lo admito, hace unos meses vinieron unos hombres a verme, querían que les confeccionara el mismo traje, pero les dijo que no y les recomendé vital moda!Kenneth logró hacer temblar a este hombre; por tanto, él solo dijo lo que sabía.—Escuché que ahí trabaja un hombre llamado Edmundo, que es muy famoso en el mundo de la moda. De hecho, es una de las empresas q
Mientras que el aterrado hombre tembló al escuchar mencionar el nombre de Rayo. Anteriormente, había tenido problemas con Thiago y fue por eso que huyó del centro de la ciudad. —¡Eso quedó en el pasado! Juro por mi vida que nunca más volvía a diseñar un traje de esos. El señor Rayo me dejó muy claro que no debía hacerlo y yo lo respeté. No tengo por qué mentir.—¡No te creo! Kenneth le golpeó una de las rodillas e hizo que el hombre flaqueara.—Dime. ¿Cuántos trajes hiciste y para quién los hiciste?—¡Juro que digo la verdad! “No fui yo”. Gritó el hombre aterrado: haría cualquier cosa para que no lo maten; por lo tanto, dijo. —¡Lo admito, hace unos meses vinieron unos hombres a verme, querían que les confeccionara el mismo traje, pero les dijo que no y les recomendé vital moda!Kenneth logró hacer temblar a este hombre; por tanto, él solo dijo lo que sabía.—Escuché que ahí trabaja un hombre llamado Edmundo, que es muy famoso en el mundo de la moda. De hecho, es una de las empresas q
—No todo, aún no logró imitar su caminar, ella lo hace con tanta elegancia que me es imposible igualarla. Contestó Tania con enojo.—¡El problema es que recuerda que Nicole se crio medio de la moda, Williams fue el mejor diseñador que ha existido! Hans disfrutaba de una bebida alcohólica y la señaló de pies a cabeza, aunque el parecido con Nicole es similar, ella no puede ni siquiera obtener la postura de Nicole.—¡No me voy a mover de aquí hasta no ser como ella!, Rayo, tiene que pensar y creer que yo soy ella, te aseguro que vivirá un infierno en carne propia.Frente a ella, Hans detalló cada uno de los movimientos de la jovencita, y volteó la mirada de decepción, luego dijo. —Ponte derecha y tira los hombros hacia atrás, trata de caminar recta. Hans quiso ayudarla. Después de todo, él estuvo siempre cerca de Nicole y hasta grabó varios videos de ella. De inmediato, la joven siguió las órdenes de su novio y comenzó a practicar para conseguir ser una réplica exacta de la señora Beac
Diego te llamará y te pedirá que averigües si yo bloqueé sus cuentas. Dile que no sabes nada, pero que tú estás igual, y te aconsejo que si amas a tus sobrinos, que no lo ayudas. Thiago habló como si tuviera una piedra atorada en el pecho, después de todo Diego es su hijo.¿Y si lo hiciste? Preguntó Douglas, pero la verdad no se sorprendió. Conoce a su padre y sabe que de una u otra forma hará que Diego recapacite. —Si lo hice, pero como dije, es por el bien de Antúan y Antonella. Tu madre me mataría si se entera de que dejé ir a Diego a la boca de los lobos.—¡Comprendo y no te preocupes, cuenta conmigo para lo que sea! Al darle su apoyo, Douglas desvió la mirada y se mordió el labio. No sabe cómo preguntar por Nicole.—¡Hijo, mírame! ¡No me esquives la mirada, sé lo que quieres decirme, tu inocente mirada te traiciona, papá, te conoce mejor que nadie!—¿Qué pasará con ellas? ¿No piensas ir a buscarlas? Preguntó el joven con aquellos ojos verdes llenos de lágrimas; se nota cuán conse
—Alberto, no me malinterpretes, puedes ver a tu abuela, pero hay que darle espacio. David quiso dar a entender que el niño lo había tomado a mal; sin embargo, Thiago logró percatarse del tono con el que David se había dirigido al pequeño.—David deja que mi hijo esté con mi madre, no puedes negarle que esté junto a ella, después de todo es el cariño que más se asemeja al de Nicole. Resulta que Rayo y Douglas se devolvieron por la carpeta que Thiago había dejado en la mesa y así fue como lograron escuchar los gritos de David; no obstante, nadie se había percatado de la presencia del CEO y su hijo.Cerca de ellos, Douglas abrazó a Emily y le susurró al oído. —La próxima vez no te dejes intimidar por nadie. Si esto vuelve a suceder, coge tu móvil y avísanos. ¿Te queda claro? El joven también sintió que David había sido tosco con los parientes de Rayo.Al terminar de hablar, Douglas desvió la mirada hacia su pequeño hermano, y sintió el aura del enojo del niño. Todavía miraba con frialdad