Nieves.El sol estaba en su punto más alto cuando llegamos al parque. Hunter y yo caminábamos juntos, pero algo en el aire no dejaba de pesarnos. Los dos estábamos intentando seguir adelante, intentando dejar atrás lo que había pasado, pero yo sabía que mi mente no podía dejar de pensar en todo lo que había sucedido antes. En lo que me había hecho sentir. En lo que todavía me hacía sentir.El picnic había sido mi idea, pero ahora que estábamos aquí, con una manta extendida sobre el césped y las cestas de comida entre nosotros, me sentía más distante de lo que había imaginado. No era que no quisiera estar allí, no era que no quisiera darle una oportunidad. Era que mi corazón aún temía romperse. Cada vez que lo miraba, podía sentir la antigua herida, la misma que había guardado durante tanto tiempo. Y aunque trataba de ignorarla, no podía evitar preguntarme: ¿Realmente se está dando la oportunidad de conocerme? ¿O simplemente está jugando conmigo como lo hizo antes?Hunter se sentó a mi
Nieves.El sol de la mañana iluminaba el comedor, haciendo que el aire de la casa se sintiera más ligero, menos tenso. Hoy era uno de esos días en los que todo parecía estar en su lugar, aunque había una sensación palpable de que algo grande estaba por ocurrir. Estábamos todos reunidos en la cocina: Amber, Jack, Hunter y yo. Los planes para la boda de Amber y Jack estaban en marcha, y aunque la atmósfera era alegre y festiva, había algo entre Hunter y yo que ninguno de los dos podía ignorar. Algo que estaba empezando a despertar, pero que también nos aterraba.Amber, como siempre, estaba llena de energía, su risa resonando por toda la casa mientras Jack, que a menudo solía ser más callado, se unía a las bromas. Había una complicidad entre ellos que me hacía sonreír. Era raro ver a Jack tan relajado, tan en su elemento. Sin embargo, al mirarlos, no pude evitar pensar en lo que había perdido en los últimos años. Aunque había dado todo de mí para mantenerme alejada de Hunter, en el fondo
Capítulo 13Hunter.La mañana había transcurrido con una mezcla de momentos agradables y silencios incómodos. Después del paseo por la ciudad, donde había notado una ligera distancia en la actitud de Nieves, todo parecía haber cambiado. Durante el trayecto de vuelta, sus gestos ya no eran los mismos. Antes, se reía, hablaba con naturalidad, pero ahora, algo se había roto. Se notaba en su mirada, en su cuerpo tenso, como si estuviera guardando algo que no se atrevía a decir.Me di cuenta de inmediato de que algo había sucedido. En el camino de regreso a la mansión, mientras caminábamos juntos pero separados por unos metros, no podía evitar observarla. ¿Qué había cambiado en ella? Había algo diferente, como si un muro invisible se hubiese levantado entre nosotros. Podía ver que ella luchaba por mantener una fachada, pero en sus ojos había una incertidumbre que no estaba allí antes.Llegamos a la mansión y la tarde transcurrió entre trabajo y más silencio. Yo me encerré en mi oficina, re
Capítulo 14: Hunter.Si alguien me hubiera dicho semanas atrás que mi relación con Nieves se volvería lo que es ahora, habría soltado una risa incrédula. Pero aquí estamos. Cada día, cada conversación, cada roce "accidental" ha sido un paso hacia algo más profundo, algo que no estoy seguro de cómo manejar, pero que no quiero soltar.Ya no hay silencios incómodos entre nosotros. Nieves y yo hemos encontrado un ritmo, un lenguaje propio en el que las bromas se mezclan con miradas cargadas de significado. Todavía discutimos a veces, pero incluso esas peleas terminan con una sonrisa o un comentario sarcástico que nos hace olvidar el motivo de la discusión.Pienso en la vez que intentamos cocinar juntos en la cocina de la mansión. Nieves insistió en hacer una receta tradicional de su familia, y yo, con mi orgullo intacto, decidí ayudar. Fue un desastre. La harina terminó en su cabello, el fuego se salió de control por un segundo, y el resultado fue un plato que ni los lobos de la manada h
Capítulo 15: Hunter.Los días después de la boda de Jack y Amber fueron extrañamente tranquilos, pero dentro de mí, algo había cambiado. Nieves y yo ya no éramos los mismos. Después de aquella noche juntos, después de que la había marcado como mía, nuestra relación había alcanzado un punto sin retorno. Había algo en la manera en que me miraba, en cómo su cuerpo reaccionaba cuando estaba cerca, que me decía que ella también lo sentía.Pero con ese cambio vino algo más. Una sensación de fragilidad, como si un solo movimiento en falso pudiera romper lo que habíamos construido.Las mañanas se habían vuelto un nuevo ritual. A veces la encontraba en la cocina, con su cabello aún despeinado y la marca de mi boca en su cuello, robándome café antes de que yo bajara.—Pensé que los lobos eran territoriales con su comida —me dijo un día, con una sonrisa traviesa.Me acerqué hasta acorralarla contra la encimera, apoyando mis manos a cada lado de su cuerpo.—Lo somos —murmuré, inclinándome lo suf
Capítulo 16Hunter.Desde que Nieves empezó a involucrarse más en los asuntos de la manada, las cosas entre nosotros habían cambiado. No en un mal sentido, pero sí de una forma que me sacaba de mi zona de confort. Yo sabía que ella era fuerte, que tenía un carácter feroz y que no era de las que se quedaban calladas. Me encantaba eso. Pero había momentos en los que me costaba ceder el control. Yo había llevado a la manada durante años, y tener a alguien desafiando mis decisiones… No era fácil de aceptar. Y hoy era uno de esos días. —No estoy diciendo que ignoremos las patrullas, Hunter. Solo que deberíamos considerar rotarlas mejor —dijo Nieves, con los brazos cruzados. Resoplé, sintiendo la irritación treparme por la espalda. —Ya tenemos un sistema que funciona. No es necesario cambiarlo solo porque quieres meter mano en todo. Nieves entrecerró los ojos, su olor cambiando a uno más tenso. —¿Meter mano en todo? Hunter, soy la futura reina Luna. ¿No se supone que debería opinar?
Capítulo 17.Nieves.El amanecer teñía el cielo de tonos dorados y rosados cuando crucé la entrada de la mansión por última vez. Cada paso que daba me parecía irreal, como si todo esto fuera una pesadilla de la que aún no despertaba. Pero el frío en mi piel, la maleta en mi mano y el peso en mi pecho me recordaban que era real. Hunter me había rechazado. Me humilló frente a toda la manada, me despojó de todo lo que habíamos construido y me condenó con su mirada llena de desprecio. Mi garganta ardía por todas las palabras que no pude decirle. Por la verdad que no quiso escuchar. Cuando bajé los escalones de la mansión, un auto negro me esperaba, listo para llevarme lejos de la manada real. Quise detenerme, dar la vuelta y verlo una última vez. Pero me negué a hacerlo. No le daría el gusto de verme débil. —¿Vas a irte sin despedirte? La voz de Amber me hizo girar con el corazón encogido. Ella estaba allí, de pie junto a la puerta, con los ojos enrojecidos y la mandíbula apretada.
Capítulo 18.Hunter.Doscientos setenta y nueve días desde que la expulsé. Desde que la vi marcharse sin mirar atrás, con la cabeza en alto, pero con el dolor reflejado en sus ojos. Desde que Amber me fulminó con la mirada antes de seguirla, y Jack… Jack simplemente se fue.Desde entonces, el Hunter que todos conocían dejó de existir. Me he convertido en un rey cruel, en un líder despiadado. Ya no hay espacio para la debilidad en mi manada. Solo hay obediencia y respeto, impuesto a la fuerza si es necesario.No sé en qué momento mi mente dejó de recordar su risa y comenzó a torturarme con la imagen de su traición. ¿Cómo pude ser tan ciego? ¿Cómo pude amarla tanto sin darme cuenta de lo que realmente era?Cada vez que cierro los ojos, veo su silueta danzando entre las sombras de mis recuerdos. A veces, me permito recordar lo hermoso que era dormir a su lado, sentir su piel cálida contra la mía, oír su voz susurrar mi nombre con dulzura. Pero en cuanto esas memorias me embriagan, las ap