Me fui a casa de Ezequiel después de ese momento, el dijo que pasaría por mis cosas, pero de forma discreta, al parecer nadie sabía donde vivía, esta cerca de la casa de mi hermana.
Por cualquier cosa, puedo hablar con ella también.
-Aquí no puede entrar, están monitoreando cada lugar y cada segundo.
-Eso pensábamos cuando estaba en mi casa y paso eso.
-Te prometo que no va a saber donde estas, siéntete cómo en casa
Me dio un beso en la frente, y salió, iría por algunas de mis cosas, su casa era muy bonita, era como la de mi hermana, sólo que esta estaba en otro fraccionamiento. Dudo mucho que el acosador nos haya seguido, necesita una identificación de alguien de los que vive aquí, así que no hay forma en la pueda entrar.
Me senté en el sillón y prendí la televisión, no había na
Me desperté y me sentía muy pesada, todo en mi cuerpo se sentía cómo sumergido en agua, me enderecé y estaba en una camilla, pero mi mano derecha, no la podía mover, guié mis ojos hacía ahí, y estaba esposada. ¿Qué carajo? Trate de quitármela, pero me dolió la muñeca, vi que entraba Ezequiel por la puerta y me abrazo. -¿Qué pasa?- le pregunte- ¿Por qué tengo esto? -Tranquila, te la van a quitar. -¿Por qué la tengo? Escuche un carraspido y en la puerta había una mujer, no la conocía en absoluto; Ezequiel se separó de mí. -Hola Anna, me llamo Tania, estoy a cargo de tu caso, una tragedia lo que le paso al oficial Philip- se acercó a mí- ¿Puedes contarme qué paso? -Primero quiero saber porque estoy esposada- le conteste. -Se que es incomodó, pero no tengo de otra. -¿A que se refiere? -¿Recuerdas un poco de lo que paso antes de que te desmay
Cuando me contesto de esa forma, llamo a alguien por el teléfono y varios guardias vinieron por mí. Pero antes me dijeron que me tomara unas pastillas, me rehusaba y ellos me obligaron, si no, no me dejarían sola. Después me dejaron en ese cuarto, todo estaba frío, mis padres y Penelope se fueron; no he visto a Sara, no entiendo porque dicen que yo la lastime, jamas en mi vida la lastimaría de ninguna forma. Es cómo mi hermana, nunca le haría nada a ella. La puerta se abrió y vi a Ezequiel, corrí a abrazarlo. -Todo saldrá bien, vamos a sacarte de aquí. -¿Porqué me están culpando de todo? -No lo se, parece que te querían aquí, no vas a estar aquí mucho tiempo. Mi cabeza me empezó a doler. -¿Anna? -Mi cabeza me duele- me senté en el piso y el se sentó enfrente de mí- me dieron unas pastillas. -No te las tomes, esas cosas hacen que te vuele la cabe
Un mes después . Ya ha pasado demasiado tiempo, podría decirse que meses, no tengo noción del tiempo aquí. No me han dejado ver a Ezequiel, a mi familia o a mis amigas, según estoy en cuarentena. Las terapias que he tenido con el supuesto psicólogo, esta progresando de una forma u otra, que no hace más que acusarme de cosas que no son ciertas, las cuales tengo que admitir y con eso se siente que esta haciendo un buen trabajo El guardia, me ha estado haciendo compañía estos últimos días, en ocasiones se para afuera de mi calabozo (cómo yo lo llamo) y me cuenta qué tal ha estado su día, yo no le cuento mucho, porque no hago gran cosa, el espera que ya me saquen de este lugar, según el me dijo, mi familia viene todos los días a preguntar por mí, pero se niegan a dejarlos pasar. No se el porqué, necesito hablar con ellos, aunque sea un micro segundo. Siento que me volveré loca aquí p
Estaciono el auto en el aeropuerto, me abrió la puerta y me tomo de la mano, la tomé mas a fuerza que otra cosa, abrió la cajuela y habían un par de maletas. Todo lo tenía preparado. Me tomó mas fuerte de la mano, entrelazando su mano con la mía, llevo las maletas con la otra mano, entramos al aeropuerto y tenía ganas de llorar. Me soltó y sacó algo de su bolsillo, eran unos boletos de avión, sabía que no iba a aceptar que lastimara a Ezequiel. -Aquí están nuestros boletos, cariño- no le hice caso- o vamos, no vas a querer estar así, vamos a disfrutar mucho este tiempo juntos. Me agarro de la cara y me beso a la fuerza. -¿Vas a hacer eso? Así no van a salir las cosas bien- me agarro de la mejilla y me enterró sus uñas. -Perdón, no volverá a pasar. Me volvió a dar un beso y tuve que corresponder, pero con asco. Me volvió a tomar de la mano y caminamos a la salida para tomar el avión, la señorita que estaba
-¡ME HAS TRAÍDO AL OTRO LADO DEL MUNDO! ¿¡COMO QUIERES QUE NO ESTÉ MOLESTA IDIOTA!? - Le grite y el se toco la sien-Por favor, baja la voz- me toco del brazo y lo quite- Anna, enserio te va a gustar a donde iremos, no te voy a decepcionar, te lo prometo.Me abrazo y no le respondí.-Te odio, enserio que te odio- le dije y el me abrazó más fuerte.-Créeme que no te voy a defraudar.Me tomó de la mano y caminamos hacía afuera de la central¿Qué podía hacer? ¿Gritar? De todas formas, nadie me iba a ayudar, nadie me conoce aquí, a ninguno de los dos, no saben que ha pasado en estos últimos años.No teníamos ningún tipo de historial aquí, a parte de que le quitaron los cargos y no va a ser fácil que lo identifiquen.Entramos a un tax
No le dirigí la palabra en todo el día, el hacia el esfuerzo, pero yo no le contestaba.En la noche entre a mi cuarto y lo cerré con seguro, me cambie y me metí entre las sábanas.Empecé a llorar, me siento vacía. ¿Como voy a pasar tanto tiempo con este hombre? No puedo, no puedo fingir que lo amo.No puedo.¿Estará bien mi familia?Llore hasta quedarme dormida, me desperté porque toco en la puerta.-¿Estas despierta? ¿Puedes bajar a desayunar? Por favorMe levante y entre al baño que estaba alado. Tenía mis ojos hinchados de trato haber llorado, y tenía aun roja la mejilla.Lavé mi cara, salí del cuarto y baje a la cocina.-Buenos dias- me saludo y se acercó a mi, toco mi cara y cerró los ojos- perdoname, enserio perdónNo le conteste y me beso en la fren
Me pedía perdón cada que nuestras miradas se cruzaban, le pedí que ya lo dejará, pero el enserio se sentía muy culpable. Paso toda la noche y al día siguiente al despertar entre al baño y vi mi cara. Tenía un moretón en la comisura de mi labio, me dolía, pero creo que me dolía mas el saber que voy a pasar otro día con este fenómeno. Me bañe y me cambie. Salí del baño y baje hacia la cocina, ahí ya estaba el, al verme me abrazo -¿Como dormiste amor?- me pregunto. -Bien- le conteste -Te tengo una sorpresa para hoy, enserio que va a ser especial Le sonreí de lado e hizo que me sentará enfrente del desayuno, el se sirvió el suyo y también empezó a comer. -¿Qué vamos a hacer?- le pregunte -Tu solo arreglate para un día caluroso. Terminamos de comer sin hacer algún tipo de platica. Cuando terminamos levante los platos y los empecé a lavar, el me abrazó por atrás y me dio un beso en la ca
Otro día, otra mentira nueva. Al despertar me sentía sucia, me siento con asco en todo mi cuerpo, debo aguantar que me toque para que sea mas real todo esto. Me metí a bañar y al termino de la ducha me cambie. Cuando termine de arreglarme, suspire antes de abrir la puerta, abrí la puerta y lo vi enfrente de mi. -Buenos días mi niña- me abrazo y me sorprendió- ¿Cómo dormiste? -Bien ¿y tu? -De maravilla, no sabes como disfrute el día de ayer contigo, vamos a desayunar al pueblo. -Perfecto- le sonreí. Lo tome de la mano y salimos de la casa, me preguntaba en el camino como había dormido, le contestaba lo mas normal posible, aun me siento sucia, en ocasiones toma mas fuerte mi mano y recuerdo la noche anterior. Al llegar al pueblo entramos al mismo lugar a donde había ido con Angel. -¿Que te gustaría ordenar? -No he comido aquí. -Ann, no juegues conmigo- me vio bastante mol