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Evento 4: Acontecimiento.

 Pasando 2 calles luego del edificio de la compañía se encontraba un pequeño local llamado: “Sweet in May”, era una cafetería que ya tenía unos años en la ciudad, el menú variaba los postres cada 3 días con la intención de siempre ofrecer algo nuevo a su clientela y darles la oportunidad de probarlo. Luego de contarle a Arthur lo de Rouge él me trajo en su auto a esa cafetería (No hablamos durante el camino, él simplemente me pidió que lo acompañará), nos sentamos en una mesa junto a la venta y cuando la camarera nos pidió la orden Arthur ordeno dos lattes y cuando ella fue a buscarlos Arthur me preguntó:

-¿Por qué me lo dijiste a mí?

 Guarde silencio por un momento, no porque no quería sino que en realidad ni siquiera yo sabía el porqué le dije a Arthur que Rouge me gustaba. Luego de pensarlo un poco le respondí:

-Supongo… que pensé que tú me darías un buen consejo.

 La expresión seria de Arthur cambio a una de sorpresa al oír esto, se rascó el cabello con su mano derecha, tal vez para pensar al respecto.

-¿Quieres un consejo? Pues olvídate de ella –me dijo mientras me apuntaba con el dedo índice.

-¿Hacia falta señalar?

-No quiero ofenderte Paul, pero… ella no es el tipo de chica que saldría con alguien como tú.

-Eso si me ofendió… ¿Lo dices porque no soy un pez gordo como los otros ejecutivos de la compañía?

-Precisamente.

-¡Qué directo! Por lo menos deme algo de esperanza jefe.

-Solo quiero evitar que juegues con fuego Paul, porque al final saldrás quemado.

-¿“Que juegue”? No soy ese tipo de persona sabes. Si fuera solo fuera por interés lo hubiese ignorado y no te hubiera dicho nada.

-Mmm… entonces… ¿Qué quieres que te diga?

-¡¿No te das cuenta?! ¡Volvimos al principio de la conversación…!

 De pronto la camarera arribo nuestra mesa con los dos lattes y nos los entregó para luego retirarse a atender otra mesa, tome un sorbo del mío y tras poner una mueca de asco le dije a Arthur:

-No sé cómo puedes beber esto todos los días.

-Yo no entiendo por qué te desagrada –Arthur le dio un sorbo a su latte- retomando el tema…

 Lo interrumpí para hacerle una pregunta:

-Solo quiero que me des un consejo, ignora el hecho de que no estamos en las mismas condiciones, la mayoría de las personas no lo están y siempre existirán las diferentes clases sociales. Dime… ¿Tengo posibilidades?

 Arthur se me quedo viendo con una cara de lástima por un momento y luego tomo otro sorbo de su latte, la cara que puso me genero unas intensas ganas de ofenderlo a él y a su descendencia, pero antes de poder decirle algo Arthur me aconsejo lo siguiente:

-Si ponemos de lado las clases sociales y no centramos en ti como individuo… puede que sí, en realidad no lo sé. La mayoría de las mujeres con las que he salido solo buscaban a tipos ingenuos con fortuna y poder…

-O sea a ti.

-Si correct… ¡Déjame terminar! El verdadero problema es que no estoy completamente seguro de lo que piensa Rouge, ella es muy reservada y a veces aparenta tener mucha ambición, pero no insinúa nada. Es todo un misterio, por lo cual mi conclusión es que tienes… un poco menos de la mitad de las posibilidades de ganar.

-No es como si fuera una apuesta… ¿Menos de la mitad? Pues es mejor que nada.

-¡Exacto! Dime Paul ¿Por qué Rouge? Si no es solo por deseo… ¿Qué te atrajo de ella?

-La verdad… No lo sé…

-Pues espero que me des una buena respuesta pronto. Parece que las cosas se pondrán interesantes en la oficina.

 Arthur fue a pagar la cuenta y yo salí del local para tomar un poco de aire. Al frente había una calle de un solo sentido que avanzaba de forma vertical y en esta calle había una camioneta gris estacionada, alguna razón creí ver a alguien observando fijamente al local, cuando trate de verle la cara encendió la camioneta y se fue a toda prisa.

-¡¿Qué fue eso?! –me pregunte a mí mismo.

-¿Todo bien? –Preguntó Arthur que salió del local.

-Sí, solo creí ver algo raro.

-Yo si encontré algo raro de ver: Un sentimentalista con aires de grandeza.

-Que chistoso –Le dije con un tono sarcástico- y para que quede claro: No soy sentimentalista, prefiero apreciar las cosas por la impresión que dejen en mí.

-¡Ja! Sería chistoso que al final solo te enamoraras de Rouge, por su atractivo.

-No es solo eso… ¿Y qué si fuera el caso?

-Caras lindas hay en todos lados… y más en esta ciudad.

 Luego de esta plática nos fuimos a la oficina. Pase el resto del día registrando las facturas y pensando en lo que dijo Arthur, no quería darle importancia a su primer consejo (“Olvidarme de Rouge”) a pesar de que lleva un tiempo trabajando para Arthur él no la conoce por completo, solo dijo eso basándose en el tipo de persona que aparentaba ser Rouge, pero no podría asegurarlo por completo. Recordé la conversación con ella ayer y lo cálida que era Rouge al expresarse, deseaba tener otra oportunidad de hablar con ella y con esa idea en mente se me ocurrió invitarla a salir, pero di un freno a la idea en cuanto considere lo incómodo que seria para Rouge, muy desanimado decidí esperar a que “fuera el momento indicado”.

 Ya al final de la tarde Arthur se despidió y salió de la oficina a toda prisa (Quizás tenía algo importante que hacer), pude hablar con Rouge durante el almuerzo, pero estaba tan ocupada que incluso a la hora de salida simplemente dijo:

-Nos vemos mañana.

-Okay, descansa –le respondí mientras guardaba mis cosas en mi maletín.

 Rouge se fue a su casa y yo estaba por irme también, el encargado de limpieza tenía la llave de la oficina de Arthur y me dijo que aún debía limpiar así que le pedí el favor de cerrarla al terminar, no hubo problema con eso, ya que era parte de su trabajo, le di las gracias y me fui. Me acerqué al estacionamiento con la esperanza de encontrar a Rouge, pero ya se había ido (Lo cual ahora pienso menos mal fue así, porque ni siquiera sé que le hubiera dicho de haberla encontrado aun allí), estaba por irme a la parada  del bus cuando escuche un estruendo venir del final del estacionamiento.

 Lo mejor hubiera sido ignorarlo e irme de inmediato, pero más pudo mi curiosidad en ese momento que mi sentido común. Me escondí detrás del auto de algún ejecutivo que aún no había culminado su turno y medio asome la vista para ver que ocurría, me encontré 2 cosas sorprendentes: Primero a la camioneta gris que vi en aquella calle frente a la cafetería y lo segundo fue a Arthur y a un hombre calvo que llevaba una chaqueta al estilo de un pandillero de los 90 discutiendo en el estacionamiento. No supe por qué discutían (Quizás él fue a molestar a Arthur, quizás lo confundió con alguien, no tenía idea) y no pude enterarme de nada más porque apenas empecé a observar el tipo calvo le grito:

-¡¡¡Es así como van a ser las cosas ahora!!!

 Cuando el sujeto dijo esto le intento agarrar por el cuello de la camisa a Arthur, sin previo aviso Arthur metió la mano dentro de su bolsillo y saco una pistola Liliput (Un tipo de pistola pequeña que yo ni siquiera note él que llevaba encima) el otro sujeto apenas lo vio sacarla intento golpearlo, pero Arthur rápidamente le apunto al cuello y le dio 3 disparos seguidos.

-¡Sí… y no puedes hacer nada para evitarlo! –Le dijo Arthur al tipo calvo mientras este se ahogaba en el piso con su propia sangre.

-Des…gra… -fue lo único que dijo antes de asfixiarse.

 ¿Qué fue todo eso? La misma persona que me invito un café latte esta mañana y me dio consejo romántico ¿Había asesinado a alguien a sangre fría? Y para empeorar las cosas me percaté de algo en ese momento al observar el entorno.

-¡Este… no es auto de un ejecutivo!

 Arthur saco sus llaves y apago la alarma del auto en el que me escondí, empezó a caminar hacia el auto y yo en ese momento ni sabía a quién empezar a rogar por piedad.

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