Benjamin

Estaba en la recepción del hospital, meciendo a Ruby en mis brazos. Ella aún estaba asustada, sus pequeños sollozos desgarrando mi corazón. "Shhh, está todo bien, mi amor. Papá está aquí. Siento mucho todo esto." Susurré, tratando de calmarla tanto a ella como a mí mismo.

Mecía a mi bebé de un lado a otro, caminando por toda la recepción, intentando tranquilizarnos a ambos.

¿Qué le había pasado a mi padre para invadir mi casa de esa manera y amenazar a mi compañera? Me había dicho que creía en ella, que creía en todo lo que estábamos haciendo, pero a la primera oportunidad, demostró que todo lo que hizo fue solo para engañarme.

No podía entender nada de lo que decía. Mi Luna había estado conmigo todo el tiempo, era imposible que hubiera estado en su casa, atacándolo. Y peor aún, que hubiera salido ilesa al enfrentarse a un Alfa en su forma más poderosa.

El sonido de pasos rápidos resonó por el lugar y levanté la mirada para ver a mi madre, Celine, acercándose, el rostro pálid