Hola Espero que les guste el capitulo de hoy.
Pietro Pellegrini ¿A qué le tienes miedo? Se preguntó a sí mismo, el hombre se quedó pensando en la cuestión de su hijo con relación a Valeria, aunque no entendía ¿Por qué Valeria? Él la conoció como Guadalupe, sin embargo, en ese momento no le dio mucha importancia a ese detalle. Luego de dormir un poco se levantó y comenzaba a arreglarse, cuando una serie de recuerdos comenzaron a llegarle a su mente: — ¡Estoy embarazada! — ¡Yo no puedo corresponderte! Traigo en mi vientre un pequeño ser que fue fruto de una mentira, Massimo solo vino a… — Guadalupe, he dicho que quiero estar en tu corazón, ¡Yo te amo! El hecho de que traigas un bebe en el vientre, no me hace amarte menos, sé que no es mío, sé de quién es, pero eso no importa, ¡Yo quiero ser su padre! Pietro se agarró la cabeza, al parecer el estrés generado por la preocupación debido al accidente de Celeste, le estaba generando un shock, sus recuerdos estaban comenzando a querer salir del lugar donde se habían ocultado. — ¡Fel
Valeria, había sido llevada al hospital Policlínico Universitario A. Gemelli, tuvo que pasar la noche ahí, ya que los pequeñines habían estado un poco inquietos, un cambio hormonal y una terrible gastritis habían estado provocando contracciones. La dieta de Valeria había provocado estragos en su estómago, por un lado, cosas picantes y por otro, alimentos muy dulces, eso era lo que le estaba sucediendo, pero solo era cuestión de uno o dos días de observación para ser dada de alta. Ese tiempo a solas en la habitación, Valeria lo ocupo para perderse en los recuerdos de aquel fallecido amor, estaba claro que el ver y escuchar al hombre de ayer, le había generado cierto grado de inquietud, estaba claro que del joven que vio en la oficina de la escuela, no se trataba, pero si no era él, en realidad si tenía que ver con Enzo. - Valeria ¿Mi vida? ¡Hey! – Dijo Marco pasando una mano frente al rostro de la mujer. Valeria sintió la mano y reacciono. - Marco… ¿Qué sucede? - Eso mismo me pregu
Pietro, después de que Teodore lo ayudo a colocarse en su cama, se quedó profundamente dormido, el hombre observaba a su amigo y compañero con mucho detenimiento. Parecían eternos los días que el hombre ahí acostado paso en el hospital, ahora que está fuera de aquel lugar, aquellos días parecían tan lejanos, Teodore aún recordaba como tenía que alimentar a su amigo en la boca, como era torpe al sujetar las cosas, como tuvo que aprender a caminar nuevamente. Teodore no comprendía cuál podría haber sido el detonante, bien podría ser Celeste, Paloma o la misma Valeria, algo que era cierto, y es que desde hace dos semanas que conoció a Celeste su amigo, estaba teniendo comportamientos como cuando era joven, él no se daba cuenta, pero Teodore que le conoció antes, se percató de ello. — ¿Acaso será Celeste quien provoco esto? – Dijo Teodore en voz alta. Pietro dormía y entre sueños podía seguir escuchando voces de conversaciones que había tenido en el pasado: — ¡Lo sé amor y lo lamento p
Pietro se mantenía recostado, perdido en sus recuerdos, sus pensamientos y en lo que tendría que hacer a partir de ahora. No podía quitarse de la mente la imagen de Guadalupe, su sonrisa, sus ojos, la primera vez que estuvieron juntos, sentía una rara sensación en las manos, él había estado reprimiendo todo.El día que fue a la escuela de Enzo no esperaba encontrarse con ella, cuando esta se desmayó él rápidamente la había sujetado para evitar que se golpeara con la caída. Al cargarla no lo dijo, pero una serie de voces comenzaron a sonar en su mente, eso ya lo había sentido antes, luego al colocarla en el sofá, no pudo evitar tocar su vientre, él bebe que llevaba dentro comenzó a moverse, ese había sido el detonante.En el pasado, 20 años atrás, Pietro siempre preguntaba a Guadalupe si él bebe ya se movía, él jamás había experimentado aquello; pero conocidos suyos le habían platicado que era una sensación muy especial. Ver como un ser que estaba dentro de su madre se movía, ver cómo p
Celeste se encontraba recostada en su cama, era curioso, pero anhelaba ver entrar por aquella puerta un rostro familiar, llevaba pocos días saliendo con Pietro, pero ahora ya comenzaba a extrañarle. Al principio, cuando le conoció, se le hizo un hombre imponente, cuando supo su edad y los intereses de este hacia ella, considero que 15 años era mucha diferencia.Al tratarlo más a fondo, descubrió que debajo de ese cascarón había un hombre amable, cálido y sencillo, un hombre que gustaba de una vida tranquila. Por un momento se dejó llevar por el recuerdo de ella y él en su apartamento, su casa no contaba con lujos, era el apartamento de una mujer con una vida normal, aun así, aquel hombre parecía encajar como solo él podría hacerlo. Pietro, con un atuendo de miles de dólares, gustaba de sentarse en un sofá barato a ver películas con ella y comer chucherías.Ese hombre había llegado a su vida, llego como la calma antes de la tormenta, llego de a poco y conforme se acercaba iba generando
--- Clinic Villa Stuart ---— Herr Pellegrini, después de la serie de estudios que realizamos, efectivamente se puede observar que el campo que teníamos estático ha comenzado a presentar movimiento, mírelo usted mismo, el estudio de este lado muestra cómo estaba este campo hace 20 años, luego este hace 10 años, aunque muy leve, así imperceptible, ahí está, un ligero movimiento, pero ahora vea el estudio de hoy, pareciera como si algo llego de golpe y lo activo, eso provoca los incesantes dolores de cabeza.— ¿Hay algo que pueda hacer para evitarlos?— Le puedo dar medicamento para el dolor de cabeza, pero no puedo asegurar que se elimine, puede disminuirse, pero esto seguirá sucediendo durante el proceso de recuperación de memoria.— ¿Cree que puedo salir? ¿Cree que puedo llevar una vida normal?— Herr Pellegrini, puede hacerlo, aunque de preferencia, lo ideal es que no salga solo, no sabemos en qué momento le podría dar un dolor como el descrito hace un momento.— No se preocupe, pedi
Pietro comenzó a caminar por el mismo pasillo por donde había llegado, rápidamente llego a la habitación de Celeste, ella aún no despertaba, pero al sentarse en el sofá aun lado de la cama donde la chica estaba, ella pudo sentir su mirada y poco a poco fue despertando.— Pi… Pietro, ¿A qué hora llegaste?— No tiene mucho, ¿cómo estás, cielo? ¿Cómo te sientes?— Bien, creo que bien… Dijo Celeste tratándose de acomodar.Pietro dejó el café en una mesita que estaba en la habitación, se acercó a la camilla y suavemente tomo el mentón de Celeste, para plantarle un cálido beso en los labios, una de sus manos jugueteaba con su cabello y mejilla, luego de ese tierno beso, coloca su frente a la misma altura que la frente de Celeste.— ¡Te extrañé todo el día! – Dijo Pietro teniendo el rostro de Celeste muy cerca del suyo.— Pietro…Luego, poco a poco fue alejándose y le dijo:— Celeste… Tus heridas van a tardar en sanar al menos medio año, tú vives muy lejos de aquí, no hay alguien de confianza
--- Marco Barzinni --- Marco se había congelado al ver a Pietro en el mismo hospital, era como si el destino forzosamente estuviera esmerándose para que Valeria y Pietro se encontraran. Él sabía que más pronto que tarde, ellos terminarían volviéndose a ver, la cuestión no era cuando, la cuestión era la reacción que tendría su esposa. Durante todo el tiempo que habían estado casados, su matrimonio no había tambaleado, hasta que llegaron a Italia, por un instante sintió que tambaleo cuando su esposa volvió a ver a Massimo; sin embargo, Valeria se encargó de disipar esas dudas, de ese preciso momento, él debía reconocer que sus chiquitos fueron fruto de esas aclaraciones. Ahora todo era diferente, si ambos se volvían a ver, desconocía principalmente cuál sería la reacción de su esposa. Ellos dos estaban muy enamorados, él la amaba con locura y ella le correspondía, no podía imaginar que sucedería una vez que se volvieran a ver, ya que ahora ella llevaba bastante tiempo casada, tenía