Hola Espero les guste el capitulo de hoy.
Pietro dejó en la puerta a Celeste, algunas profesoras cuchichearon cuando vieron a aquel apuesto caballero ayudar a descender del auto a la chica, la mayoría de las profesoras del colegio conocían a Pietro Pellegrini. Aquel encantador hombre, poseía un atractivo físico difícil de pasar desapercibido y al ver que Celeste bajaba de la mano de aquel hombre, sintieron celos, lo que provoco esos cuchicheos. Celeste se percató de ello, pero prefirió no darle mayor importancia, el tema de su reciente relación solo le incumbía a ella y él, nadie más podría opinar, con ello en mente llego al aula de profesores, dejo sus cosas y se preparó para la clase. La directora del colegio se acercó y le pidió pasar a su oficina, aquellos cuchicheos rápidamente habían llegado a los oídos de la directora, que quería entre otras cosas confirmar o descartarlos. — Miss Zanini, usted sabe que este colegio es un lugar de trayectoria familiar y los rumores, no son algo que acepte en la institución. Le pido que
Celeste estaba en una especie de trance, ella estaba preocupada por los niños, sin darse cuenta de que era ella la más afectada. — Miss, por favor, revise… Revise a los niños… Los niños… — Repetía Celeste sin poder levantarse. — Celeste, tranquila, todo va a estar bien, ya pedimos ayuda, los niños están bien. Celeste sabía que estaba mintiendo porque podía escuchar el llanto de ambos chiquillos. — Mis niños, por favor, vayan, bájense del escenario, ahorita, me levanto, tranquilos, bajen… Por favor, bajen, no es segur… — Dijo Celeste, luego se desmayó. La directora del colegio se angustió y trato de levantar ella misma el bastidor, pero era demasiado pesado, más fue su susto al ver sangre debajo de las piernas de la chica. — ¡DIOS MÍO! – Grito la directora llevándose las manos a la boca. Enzo y Gio querían subir al escenario, pero la directora se los prohibió, rápidamente un grupo de hombres llego al escenario y entre al menos 6 personas levantaron el bastidor. Celeste est
Valeria se levantó del asiento, queriendo ver a quien le pertenecía esa voz familiar, grande fue su sorpresa, cuando la secretaria abrió la puerta, una silueta familiar, un rostro familiar estaba frente a sus ojos, el rostro de Valeria palideció, sus ojos se abrieron mucho más y luego de ello todo comenzó a girar. La madre de Gio casi cae al suelo, pero aquel hombre logro sostenerla, era evidente el estado de embarazo de aquella mujer, Enzo y Gio se asustaron al ver la reacción de Valeria, corrieron a tratar de ayudarla. La directora, al ver la reacción de los niños, se levantó del escritorio y le habló a la secretaria para que se los llevara y trajera un botiquín. Pietro por su lado, cargo el cuerpo inerte de Valeria y lo deposito con sumo cuidado en el sillón que estaba en la oficina de la directora, al momento Pietro no pensó en lo que acababa de ocurrir, solo pensó en que debía sostener a la mujer que tenía ante él. Los niños obligados tuvieron que abandonar la oficina de la di
Pietro llegó al hospital donde Celeste había sido trasladada, obviamente pensando en que ella no tenía familiares, se presentó como el prometido de la chica. — Disculpe, trajeron aquí a mi novia y prometida; Celeste Zanini. ¿Me puede decir su estado? — ¿Su nombre? — Pietro Pellegrini, ¿puede decirme cómo está? ¿Dónde está? — Señor, la señorita Zanini, efectivamente acaba de llegar a urgencias, lo que tengo aquí es que trae roto el fémur de su pierna izquierda y el de su pierna derecha está estrellado, tiene comprometidas ambas piernas, pero será mejor que hable con el médico que tomo su caso, siga por ese pasi… Antes de que la recepcionista pudiera terminar de decir algo, Pietro corría por el pasillo a la zona de urgencias, lo que le acababan de decir era una total desgracia, no era un incidente menor como lo había hecho creer la directora del colegio. Llegando a la sala de urgencias, se dirigió a un par de enfermeras que estaban en el lugar y pregunto por Celeste, una de las enf
Pietro caminaba de un lado a otro, todo el papeleo había sido firmado y el hombre había solicitado con un médico de su entera confianza, atendiera a Celeste, eran pasadas las 11:00 pm cuando una enfermera le notifico que la cirugía había iniciado y que tan pronto tuviera alguna noticia se la harían llegar. Luego de casi 4 horas, el médico conocido por Pietro salió y se dirigió al hombre: — Pietro… — Dr. Mandeli ¿Cómo está mi … Esposa? — Pietro, todo ha salido muy bien, ahora solo viene la recuperación, afortunadamente hemos atendido a tiempo la herida y aunque la fractura lucia muy aparatosa, ella ha sido muy fuerte y valiente. Ahora que lo pienso, ya veo porque ella es tu pareja, tú eres igual de fuerte. El Dr. Mandeli había sido el hombre que atendió a Pietro hace 20 años cuando todo el mundo lo daba por muerto. En aquella época el joven médico era un recién egresado de la especialidad en Ortopedia, los médicos más avanzados le envidiaban, ya que era un chico que absorbía conoci
El proceso de traslado de Celeste de un hospital a otro fue rápido, cuando menos lo imagino ya estaba instalada en una amplia habitación, con todas las comodidades que podrían ser posibles, aunque en su estado, nada era cómodo, ya que tenía las dos piernas inmovilizadas. Luego de trasladarla, Pietro contrato a una enfermera para que pudiera cuidar de ella, mientras él atendía asuntos de trabajo, con eso resuelto, salió del hospital, desconociendo que alguien más estaba ahí hospitalizada. --- Valeria Barzinni --- — Desde que vi el rostro de aquel hombre, me he quedado con un amargo sabor de boca, no creo estar alucinando, el hombre que vi era tan parecido a Pietro, eso fue lo que provoco mi desmayo. Cuando veo a mi esposo me siento mal, no debería sentirme así, no debería pensar en otro hombre, Pietro está muerto, lleva 20 años muerto, porque me hago ideas tontas de él. Soy una mujer felizmente casada, Pietro fue mi gran amor de juventud, la vida me lo robo, nunca pudimos ser algo m
--- Pietro Pellegrini --- — Me siento exhausto, hoy tengo una reunión que no puedo posponer, Teodore y yo hemos estado negociando la compra de una refinería, está ubicada en los Emiratos Árabes, el dueño es todo un tiburón. Han sido unos largos días, pensaba que cuando el trato se concretará podría ir de vacaciones con Celeste, pero ahora, con su accidente, ese viaje se tendrá que posponer. No sé qué sentí cuando supe que ella había salido lastimada, algo si estaba claro, increíblemente, escenas de mi accidente llegaron en cascada, solo fueron llegaron en forma de flash, pero estoy seguro de que recordé varias situaciones. Claramente, me llego el recuerdo de cómo varios hombres hablaban alrededor mío y dijeron que nadie me tocara, uno de ellos dijo que mi cabeza estaba destrozada, uno de ellos dijo que aún respiraba, otro dijo que era para que estuviera muerto. Luego llego un recuerdo de cómo alguien ponía una mascarilla en mi rostro, me recuerdo mencionando una y otra vez el nombre
Pietro Pellegrini ¿A qué le tienes miedo? Se preguntó a sí mismo, el hombre se quedó pensando en la cuestión de su hijo con relación a Valeria, aunque no entendía ¿Por qué Valeria? Él la conoció como Guadalupe, sin embargo, en ese momento no le dio mucha importancia a ese detalle. Luego de dormir un poco se levantó y comenzaba a arreglarse, cuando una serie de recuerdos comenzaron a llegarle a su mente: — ¡Estoy embarazada! — ¡Yo no puedo corresponderte! Traigo en mi vientre un pequeño ser que fue fruto de una mentira, Massimo solo vino a… — Guadalupe, he dicho que quiero estar en tu corazón, ¡Yo te amo! El hecho de que traigas un bebe en el vientre, no me hace amarte menos, sé que no es mío, sé de quién es, pero eso no importa, ¡Yo quiero ser su padre! Pietro se agarró la cabeza, al parecer el estrés generado por la preocupación debido al accidente de Celeste, le estaba generando un shock, sus recuerdos estaban comenzando a querer salir del lugar donde se habían ocultado. — ¡Fel