Si pudiera describir a Declan kahler en una sola palabra creo que tardaría años en encontrar alguna que pueda reunir todo lo que él es; el fue amor, compasión y un error. Uno que me atrevería a volver a cometer. Él me enseñó algo que nadie más sabe como se siente amar, odiar y extrañar con la misma fuerza. Él es como un auto fuera de control apuntó de estrellarse contra un muro, esa es una realidad.
Sin embargo...
Sin embargo, Declan...
Con Declan se siente como si nada y todo pudiera pasar al mismo tiempo. Como si pudiera sostenerlo en mis brazos y al mismo tiempo perderlo.
Prometí no enamorarme, sin embargo... Todavía lo sigo esperando, lo sigo extrañando y amando.
eso solo lo suficiente para que se vieran sus rostros, aquello era lo más cercano que tendría a una venganza. —Artemisa... —pronunció el señor D saliendo de su despacho—¿Estas bien? Porque lo subiste, podíamos hacerlo de otra manera... No quiero a la gente hablando a tus espaldas. —Estoy bien, no se preocupe... Lo pensé mucho, y digamos que es una forma de darles un golpe duro— mencionó fríamente—, me aseguraré de que esto no nos afecte negativamente. — No me importa lo que pueda decir la prensa, no quiero que esto te afecte negativamente... Los chismes y los malos comentarios de otros, aunque lo neguemos nos afecta, ni tu ni yo somos una excepción— le aconsejo sentándose en el escritorio—, no quiero leer tus correos este fin de semana, mi nieto llega hoy de Inglaterra así que lo haré ponerse al día con los proyectos. Artemisa resoplo no le parecía aquello, quería mantener su mente ocupada. —Señor Dimitri, no puede... Empezó a quejarse
—Una noche.Esa fue su única respuesta.—La tomo, una noche con esta hermosa señorita—se levantó tomando su chaqueta y le tendió la mano para ayudarla a incorporarse.Artemisa tomó su mano sin dudarlo, al levantar la mirada noto la gran diferencia de altura entre ambos altos, parecía vestir casual, aunque llevaba un aire informal traje, pero sin corbata y zapatos mocasines.—Señorita, ahora que hemos subido a este plan... Puede llamarme Declan— con voz ronca, Artemisa le sonrió y le grito su nombre en medio de todo el ruido.—Artemisa, un placer.Artemisa se tambaleó al sentir como alguien la empujaba cocha cando contra Declan, quien la agarro fuertemente sus caderas evitando que ambos cayeran.—Gracias.—Creo que es hora de marcharnos.Al salir del bar se encontraron con la brisa helada de la calle, Artemisa tembló liger
Declan apretó la mandíbula, cuestionándose si subir al auto con aquella mujer fue una buena decisión, aunque no podía negar que le atraía, había ido aquel bar para relajarse lo había logrado al menos las dos primeras horas, estar de vuelta en Alemania era una mezcla de sentimientos, luego había terminado escuchando las quejas y despechos de la mujer que sostenía entre sus brazos y besos le volvían loco. Quien iba a decir que terminaría así, sin duda era una mujer singular. Declan se sorprendió al notarla muy cerca de él, había quedado flecha do de sus labios hasta podía decir que deseaba besarla sin parar, sus ojos estaban dilatados y se podía notar el deseo en ellos, Artemisa no se alejó manteniendo sus brazos al redor de su cuello, se acercó quedan aún más cerca, rosando sus labios, Declan se intentaba controlar no quería desnudar su cuerpo y mostrar mucho menos delante de su chófer, ella luego se lo agradecería de eso estaba seguro. —Artemisa—dij
Ambos bajaron del auto, Artemisa todavía cubierta con la chaqueta que este le había dado, sentía su cuerpo temblar ante la emoción, al igual que en el bar le tendió la mano guiando la dentro del gran edificio. Al ingresar al ascensor marco el último piso, se vía lujosa, aunque tenía curiosidad no preguntaría, solo bastaría con saber su nombre. Las puertas del ascensor se abrieron paso a un magnífico lugar era elegante y un poco vintage. Declan la acerco a él agarrando su cabeza y uniendo sus labios sus manos se detuvieron en su cintura, el cuerpo de ella tembló con emoción, adrenalina y deseo. —¿Esta segura? — preguntó para saber qué ambos deseaban eso, aunque tenía una erección dentro de su pantalón, jamás se olvidaba de preguntar aquello porque sabía la gran diferencia en estar excitado y querer tener sexo—. Porque cuando entremos a mi habitación no habrá marcha atrás. Artemisa lo meditó por un segundo, y con confianza susurró: —Lo estoy, quiero ten
"Declan" ese nombre de pronto apareció en su mente y todos los recuerdos de la noche pasada, sus manos, sus besos y sus caricias como recorrían su cuerpo. Se estremeció solo pensar de sentir aquello tan íntimo de nuevo; pero sin duda tal vez nunca lo volviera a ver, aquello tal vez sería lo mejor. Le evitaría la vergüenza de verlo a la cara, jamás había hecho algo como aquello, todos los hombres con los que se había acostado habían sido sus novios, durante la mayor parte de su adolescencia y años después Ricardo, sólo recordarlo provocaba que el malestar aumentara, enrolló la sábana en su cuerpo cubriendo su desnudez, buscó en la habitación su ropa hasta encontrarla, pero no había rastro de su ropa interior, con vergüenza se vistió con una camisa que halló al lado de la mesa de noche, sus mejillas se tiñeron de un fuerte rosa. Salió de la habitación en pequeños pasos, mirando así los lados, camino hasta llegar a lo que parecía una sala, tenía que marcharse antes que al
De pronto realmente me atrapó y me dejo ese sentimiento, de añoranza en mi corazón como una corriente que sigue sin detenerse que me arrastra; sin llegar a pensar que lo que tú amas y lo que yo amo terminarías siendo...Hoy sería un nuevo día y nadie arruinaría su buen humor, se había comprado un lindo vestido amarillo el cual combinó con sus botas color marrón de taco, y un abrigo del mismo color de las botas; hoy era un día especial hoy llegaría el tan anhelado nieto del señor Dimitri, aunque había pocas personas que lo hayan visto o tratado con él ya que se murmuraba que vivía más tiempo en el extranjero que en Alemania con su única familia paterna.—Buenos días, tenga un lindo día— saludo a las chicas de recepción y a todas las personas que conocía, subió al ascensor cuando estas abrieron sus puertas ignorando las miradas sobre lo que había ocurrido.Nadie la irritaría.—Si quieren hablar al menos háganlo cuando no estoy —dijo ante las idioteces que se atrevían
20/03/20No ha sido facil, últimamente la presión puede conmigo pero lo que me alegra es que lo tengo a él.... mi relación con mi madre cada día para mas lejana ella no puede entenderme ni yo a ella, sin embargo yo intento lo imposible.Aún así esto no parece ser suficiente.Solo quiero decir lo que siento, hoy a sido un día largo lleno de problemas y situaciones que quiero olvidar.25/05/20Hace mucho tiempo que no escribo por aquí y se siente un poco extraño últimamente los momentos feliz abundan en mi vida, Declan, Yexy hasta pienso que podría ser irreal y pensar cuando podría despertar de mi sueño.Aún así sentía que algo me faltaba, tal vez muy pronto todo su mundo estaría completo.Encontraría la ficha que le faltaba.
Capitulo 7 A la hora del almuerzo un mensaje llego al grupo principal de la empresa.Declan: señorita artemisa, muero de hambre........... Quiero ir a comer........ Terminé todo mi trabajo, abuelo......Artemisa; Señor Declan, está escribiendo en el grupo principal... Puede ir a comer si lo desea.Escribió rápidamente una respuesta y la envió, segundos después el mensaje de Declan desapareció del chat, a lo que está río fuertemente. Y volvió a escribir otro mensaje.Artemisa: No se preocupe puede ir a comer...—Tomemos un descanso, iré por un café.Le aviso y se dispuso a marchar.—Por favor, podrías traerme uno—le pidió a lo que ella sonrió y respondio.—Me lo pensaré.Fue su única respuesta ante de marcharse. Bajo a la cafetería del décimo piso, obviamente mucha gente estaba en el cafetería y al verla ingresó susurrando cosas.—Mati, por favor dame dos cafés y dos tortas —le pidió a la señora mayor tendiendo la tarjeta.