POV SAMARA

Observo ansiosa escondida detrás del telón del escenario como ya casi finaliza el discurso de bienvenida de la presentadora y ¿por qué mí mamá y Luciano no llegan todavía?. Se apagan las luces de todo el inmenso salón, cuando de repente la voz de la presentadora me menciona, aún en la oscuridad es la señal para correr al medio del escenario con el perfume ¡Dios, Luciano tiene que llegar para el anuncio! ¡aaah! no puedo retrasarlo más. Corro y me pocisiono en medio del escenario, desplegando mí mejor sonrisa con el perfume en mis manos. Una sola luz en el medio del escenario alumbra mí figura, aprovechando mí bronceado, luzco un vestido corto plateado que le da un efecto extravagante haciendo contraste con el dorado de mí piel, tengo un escote tortuga en caída por delante y en la parte de abajo del vestido es una micro falda, mis zapatos son Dior de la última coleccion, taco aguja negros encharolados. Llevo los párpados metalizados, sin delinear, como el vestido, mi boca está pintada solo con un bálsamo translucido y adherido a mis labios pequeños gliters de color blancos brillantes como que fueran diamantes ¡si! lose soy una loca extrafalaria para vestirme pero me siento la puta ama está noche, soy la anfitriona del perfume y no sería yo sino quisiera acaparar la atención. Empiezo moviendo mis caderas sensualmente al compás de la erótica melodía, tal como la coach me lo enseñó, con el perfume. Lo subo lo bajo, lo muestro al gentío y antes de terminar la corta coreografía, volteo quedando de espaldas al público, sin flexionar las piernas me agachó y con la mano que no sostengo el perfume voy subiendo delineando cada curva de mí cuerpo. Se escuchan los silbidos, gritos de ovación y hasta algunas palabras obsenas sueltas por ahí. Termino con la mano en alto de espaldas y la otra levantada con el perfume, la música cesa y todo el lugar resuena en estruendosos aplausos. Todo vuelve a iluminarse y la presentadora se acerca a mí entregandome un micrófono, luego me presenta al público y me hace algunas preguntas relacionadas al perfume. Respondo sonriendo profesionalmente a todo, pero mis ojos se desvían a cada segundo a la entrada del lugar con mí corazón latiendo a mil. Cuando de momento veo ingresar a mí progenitora por la entrada, los latidos de mí corazon empiezan a latir con normalidad ¡guau! mí madre es hermosa de por si, pero hoy rompió todos sus estereotipos para lucir bomba. Atras, aparece Luciano tan perfecto y atractivo como siempre, me pierdo en ellos por unos largos segundos que cuando vuelvo a mirar a la presentadora, esta expectante esperando una respuesta de mí parte, oh m****a, no preste atención a la pregunta, por que tuve que colgarme en el último minuto, pero para mí suerte sin darme cuenta, luciano ya estaba arriba del escenario tomando el microfono de mis manos y me toma de la cintura pegándome a el. Habla por el micrófono- ¡si! es verdad, samara Hilton y yo somos novios y justo hoy íbamos a anunciarlo públicamente. Miro a la multitud que aplaude enardecida como festejando nuestro anuncio, ya que Luciano es uno de los solteros más deseados y nunca se lo conoció con una novia formal. Especialmente busco entre el gentio y visualizo a Antonio benediti, que nos mira con el rostro desencajado de la furia, mientras mí suegra a su lado aplaude con alegría el se da la media vuelta y se marcha con dirección al jardín del lugar. Sonrió satisfecha y agradezco las felicitaciones de la presentadora. 

A la mitad de la noche, estamos cansados de estar recibiendo, saludos y felicitaciones de empresarios millonarios y gente del mismo entorno que el nuestro, entre otros "como la pareja feliz y enamorada" nos apartarmos con Luciano abrazados a donde hay un minibar con barra y un bartender prepara tragos al minuto de pedirlos, cerca de la pista central de baile donde la música resuena potentemente, haciendo vibrar el lugar con luces de colores y un espectáculo de burbujas sumado a la cortina de humo. La gente se divierte y toma todo tipo de aperitivos de formas y colores. Luciano pide al barman un martini para el y un energizante para mí, sabe que yo no tomo alcohol, ya que cuido demasiado mí piel, cuando nos entregan los tragos, Luciano pone el energizante en una copa me lo entrega y hacemos un brindis con nuestras finas copas. Al diagonal nuestro no muy lejos, veo a el desgraciado de mí suegro charlando muy íntimamente con una joven modelo de no más de 20 años con curvas de infarto y tetas de silicona que se le notan a la legua que son de plástico. Miro las mías sin sostén bien firmes, aunque no sean tan grandes y  al menos todo mí cuerpo es natural ¡¿Eh?! me irrito sobre manera, por que me estoy comparando con la nueva puta del asqueroso de mí suegro, como si él se diera cuenta que alguien lo observa levanta su mirada y se encuentra con la mía. Me sumergo en el pardo de sus ojos e examino su apariencia, lleva un esmoquin negro entallado a su musculatura, debo admitir que sus 47 años los lleva muuuuy bien puestos, sigue siendo tan atractivo como cuando lo conocí y me aventuró a decir que más con los años, como el vino más delicioso. El muy hijo de puta, me ignora y hace hervir mí sangre tomando de la cintura a la chica, se acerca a su oído y le susurra algo que la hace reír y sonrojarse. 

Luciano me saca de mí encantamiento dejando su copa en la barra y me dice de repente, con evidente fastidio-cariño creo que iré a ayudar a tu madre, veo que no está cómoda con la atención que está dándole ese tipo. -miro en la dirección que indica y veo a mí madre haciendo un gesto negativo con la cabeza, varias veces, buscando una salida, por todos lados. Cuando el hombre le tiende la mano y trata de acercarse a ella invitandola a bailar, supongo, pero ella se rehúsa y lo aparta a cada momento ¡que pesado! mí madre no está acostumbrada a estos tipos de avanzes. Miro a mí costado con mí copa en la mano todavía-ok vam... -¡¿al aire?! por que Luciano ya no esta, se ah ido a rescatar a mi madre, sin esperarme. Suspiro y agitó mí mano arriba, diciendo sarcásticamente-si claro amor, ve como el yerno protector que eres y salva a mí madre.

Volteo de golpe para dejar la copa en la barra y seguir a mí madre, y a Luciano. Todavía en toda la velada no pude felicitar a la diosa de mí progenitora, ni compartir ni un momento con ella... pero me mareo por voltear tan de repente y me estampo junto con mí copa derramando todo el contenido en una camisa blanca inmaculada, sobre un pecho duro y fuerte, jadeo por mí torpeza y me tambaleó soltando mí copa que se estrella en el piso rompiendo el cristal en pedazos, cuando siento que unos brazos fuertes me toman por mí diminuta cintura sosteniéndome; apoyo mis manos por inercia en unos pectorales bien trabajados, que se marcan a travez de la camisa empapada por el líquido transparente. Levanto mi vista y me encuentro con el divertido rostro de un hombre joven y super bello, tanto que parece un adonis. Habla con voz ronca y profunda- señorita ¿se encuentra bien?

Mí piel se eriza y solo tartamudeo-el ,a-angel, ha-habla. -el suelta una sonora carcajada sensual, provocando un hormigueo por todo mí cuerpo que me sacude, me aparto de golpe, reaccionando a la estupidez que acabo de decir ¡Soy una idiota! 

Luego miro su camisa, menos mal que el energizante es incoloro y digo-¡Oh, Dios mio! Lo siento tanto, arruine su camisa.. pero déjeme solucionarlo...-el Adonis me interrumpe- No se preocupe señorita, a decir verdad.. ya me estaba por retirar.

Le insisto levantando mi mano-lo llevaré a mi camarín. -Al decir eso el adonis me mira y enarca una ceja divertido. -yo le aclaro rápidamente. -A darle una camisa del vestuario de los actores, eso servira de emergencia. ¡Ah!-dice el fingiendo alivio y los dos reímos al unísono, extiende su mano de repente y se presenta- Cristian Wilson, un placer conocerte en persona.. samara hilton. -Tomo su mano extendida sorprendida, el me vuelve a decir- se muy bien quien eres, de echo la admiro. –Me siento halagada, me conoce sin presentarme, aunque soy una figura publica, un hombre de su estilo y porte que me conozca, me hace sentir complacida. Miro hipnotizada a este dios griego caído del cielo, con su cuerpo tallado a mano es una escultura viviente, que calor invade mi entrepierna ¿pero donde estabas que no te habia conocido antes?