POV DE REBECCA Me despiertan los rayos de sol que filtran por mi ventana e iluminan mí rostro. Voy abriendo los ojos con dificultad, primero uno luego otro y observo por la ventana el sol potente anunciando su calor. De golpe un dolor de cabeza punzante hace aparición y doy un quejido, volteo mí rostro a el lado contrario a la ventana y miro la pared. Me acurrucó más en la cama para descansar un ratito más.. pero me doy cuenta que estoy desnuda y los sucesos de la noche anterior me impactan. La gala, el hombre que me invitó un aperitivo y mí yerno defendiendome ¡Espera! ¡No! lo indecente que me comporte en la ducha. Mí cara arde y mí dolor de cabeza aumenta, cambio de pocision por tercera vez y quedo boca abajo, estampo mí cara contra la almohada ¡Dios mio! que hice soy la peor madre del mundo, la forma en que me poseyo ese semental y mí deseo desbocado, hacen que sienta vergüenza de mí misma. Soy asquerosa por lo que estoy pensando, pero no puedo evitarlo, lo disfruté tanto que no me
POV REBECCA Mí hija camina ansiosa de un lado al otro del living, mirando de vez en vez por la ventana haber si llega su prometido. La verdad que yo, no quiero verlo, no sé como mirarlo a la cara, estoy en una situación tormentosa. En la cual me odio a mí misma por no dejar de pensar en ese hombre que despertó mí apetito sexual que creía incapaz de sentír... ya que con el papá de samara nunca disfrute el sexo, siempre fue brusco, violento y buscaba su propio desahogo. Nunca me hizo arder de deseo ni sentir placer, en cambio, Luciano es otra cosa. Es el primer hombre que me ah hecho derretirme de placer y éxtasis. Del sábado hasta hoy e fantaseado que me vuelva a coger de una y mil formas, lo tengo grabado como fuego, en cada poro de mí piel, patentado en mí mente con su nombre. Ya no sé si lo sueño o lo imagino despierta. Temo encontrarmerlo de vuelta y delatarme delante de mí hija, la culpa me carcome. Estoy desnuda envuelta en una toalla blanca que me llega a medio muslo y descalz
POV SAMARA Estoy súper hot, desde que llegué a la mansión de los benediti ¿La causa? Antonio benediti, no ha dejado de devorarme con los ojos, estamos sentados en los sillones de la sala de estar y al frente mío, está Antonio con su esposa a su lado. Mientras el cínico le acaricia la espalda a la señora de la casa, a mí me agarra una puntada de envidia y celos, al recordar como con esas mismas majestuosas manos, me dio un placer exquisito hace unos días ¡maldito, Luciano! por dejarme sola esperandolo y maldito Antonio que folla tan bien que el deleite que brinda con sus caricias las llevo tatuadas en mí piel. Mí objetivo es vengarme no, obsesionarme nuevamente con esta basura. Entabló un diálogo con la mama de Luciano acerca de mí trabajo de modelaje y mientras ella me hace preguntas yo respondo todo como una autómata, sonriendo falsamente ya que en mí mente pienso ¿Acaso está mujer no siente la tensión sexual en el aire? aprieto mis piernas con fuerza al sentir mi tanga húmeda, luego
Samara Despierto centelleando mis ojos con la luz solar dándome de lleno en mi rostro y cuando media adormilada miro a la punta de la cama, abro los ojos de golpe, al ver a Antonio saboreandome como un manjar. Me siento y pego mí espalda a la punta del cabezal lo más lejos que puedo para consultar-¿Que haces aquí? .-miro a mí alrededor nerviosa y el me dice percibiendo mí inquietud-Tranquila, cielo. Luciano ya se fue a trabajar, tenía un asunto de urguencia, no quería despertarte y mí esposa está de compras.- Entonces, noto que mí suegro tiene el cabello húmedo, como si recién sale de la ducha, solo lleva unos boxer y su bulto está acrecentado ¡Está excitado! Es tan sexi y sigue produciendome ese espiral en mí estómago cada vez que lo veo como la primera vez. ¡No, no! No puede ser, estoy de vuelta enredada en sus encantos. Me voy a levantar.. pero antes que eso suceda, Antonio en un movimiento que no vi venir, me jala de los tobillos dejándome acostada en la cama debajo de su cuerpo
Rebecca Estoy en la cocina preparando café para compartir con Sam, estoy vestida con mi atuendo de enfemera, contenta, por qué hoy después de un largo tiempo, ejercere la profesión que tanto amo y fue un respiro en la época que sufria maltratos de parte de mi ex esposo. Mayormente trabaje para clínicas privadas y hospitales, solo fueron excepciónes que cuide a pacientes a domicilios y cuando recibí el llamado de una de esas bellas excepciónes, no pude negarme al pedido del señor Tom, suplicando que necesitaba una enfermera para su hijo ermitaño, por un tiempo ya que estaba lesionado en silla de ruedas, por un accidente y necesitaba alguien de confianza, con mi carácter para hacerle compañía, preparar sus alimentos y medicinas. Como negarle algo a ese señor mayor que me brindó su amistad y apoyo moral en mis crisis matrimoniales. Suena el timbre de la casa y sam me grita del living- Voy, ma. Se escucha como sam, abre la puerta y charla riendo con alguien, que no llego a definir su voz
Rebecca Llego al frente de la casa de mí empleador. Veo que la puerta está abierta y tiene un mosquitero cubriendo toda la extensión de está. Estoy por tocar el timbre cuando el celular en mí bolso detiene mí acción, tomo el aparato y veo el nombre de Luciano en la pantalla ¡es la tercera vez que me llama! voy a atenderlo sino no me dejara trabajar en paz.–Hola–¡Becky al fin! ¿Por que insistes en ignorarme? creía que habíamos acordado algo.Suspiro y respondo–Luciano estoy trabajando cuando salga hablaremos.–Esta bien mí reina. No sabes las ganas que tengo de verte. Pásame tu ubicación, te buscaré a la salida.–Ok...Ahí te la envío. Hasta la noche.Cuelgo e inhalo una bocanada de aire para luego exhalar pausadamente. Miro la puerta a través del mosquitero y vislumbro una silueta de hombre sobre una silla de ruedas que me habla antes de llegar a pronunciar alguna sílaba. Con una voz gruesa y fría que me hace erizar la piel–¿Eres Rebecca Lewis? –s...si–musito. La voz vuelve a tro
POV REBECCA Hace dos meses que estoy en una relación con Luciano. Esto de sentirme amada y disfrutar plenamente mí sexualidad es loco y nuevo para mí. Todavía me siento culpable de no poder hablarlo con Sam. Dos extraordinarios meses que amanecemos juntos, casi todos los días en mí casa cuando samara está fuera o en el departamento de el intercalando, también salimos al cine a cenar y de compras entre otras cosas, como todas las parejas normales lo hacen. Luciano, demostro ser un hombre maravilloso, atento, cariñoso.. pero lo que más disfruto de tener su compañía al final del día, es cuando comparto mis cargas y pensamientos con el. Es muy considerado, ya me ha dicho infinidades de veces que dejara mí trabajo que el nos mantendria a mí y sam como reinas. Pero yo amo mí trabajo y este hombre berrinchudo que acompaño es todo un reto. Todos los días que llegó le preparo el desayuno aunque ni lo mira, al igual que el almuerzo, se lo dejo preparado en la mesa antes de ir a la sección de fi
POV CRISTIAN Estaciono mí audi, frente al condóminio de Paulina. Ella voltea a verme seductoramente, me acaricia el brazo y me consulta –¿quieres pasar un rato? Le sonrió divertido besando su mejilla para contestar–No, gracias muñeca tengo un compromiso.–mis palabras son una verdad a medias, por que.. aunque mí florecilla no prometió llamarme, se muy bien que me buscará. Miro afuera el aguacero que ya está en toda su potencia y quiero creer que ella ya se habrá ido a su hogar. Conozco muy bien a la clase de hombre con el que se relaciona samara y se que jamás dejara a su esposa con su vida ya realizada, tiene una imagen que mantener ¡Maldito desgraciado! No sé por qué no la deja en paz, ella merece ser feliz y tenér a alguien que la aprecie, que la valore como yo lo haré ¡Aquí estaré! para juntar los pedazos de su corazón cuando abra los ojos, la enamorare y jamás la dejare irse de mí lado. –Oh, valla en todos los años que te conozco, jamás imaginé que escucharía de tus labios rech