Ángel se paró de su silla y salió de su oficina para ir a ver a Wanda él estaba seguro de que el enojo de Wanda no era infundado y quería saber la razón, aunque francamente el ya sospechaba de que se trataba.- ¿Dónde diablo tienes a Amelia? – preguntó Wanda en cuanto Ángel cruzó la puerta de su oficina, ella estaba segura de que él la tenía y no le iba a dar la oportunidad de negarlo.- ¿Qué te hace pensar que yo sé dónde está ella? – preguntó Ángel haciéndose el desentendido.-Ya sé todo sobre el contrato entre tú y Natalia y quiero que sepas que ese papel no tiene ningún valor – dijo Wanda roja de la ira al notar la cara dura de Ángel.-Bueno si ya sabes todo sobre el contrato no tiene caso negar nada – dijo Ángel sentándose en un mueble despreocupadamente – ella está donde pertenece y está a salvo.-Te advierto que estás cometiendo un grave error – Wanda se calmó un poco para tratar de que Ángel entre en razón por las buenas – secuestrar a una mujer no es la mejor manera de ganart
Amelia se despertó en la cama de Ángel, al girar su cabeza se dio cuenta que Ángel estaba profundamente dormido recostado de la cama. El aun lucía el mismo traje de la noche anterior y ella tenía su misma ropa.Ella se paró de la cama con movimientos muy suaves pues aun no quería despertarlo. Se dirigió al baño y buscó una vasija con agua. Se paró frente a Ángel con la intención de echarle el agua en la cara, pero en ese momento Ángel abrió sus ojos y al ver las intenciones de Amelia actuó de manera rápida.-Si haces eso te quitaré el privilegio de ver a Wanda – dijo Ángel con su voz soñolienta.Amelia bajó el vaso, pues ver a Wanda era lo que más quería en ese momento, ella decidió no decir nada y volvió al baño donde dejó el agua.-Ya no quiero estar en tu habitación - dijo ella con seriedad mientras Ángel se estiraba un poco haciendo evidente que se sentía adolorido por haber dormido incomodo.-Debiste pensarlo antes de destruir la tuya – dijo Ángel con una voz suave y apacible.-P
Una semana después Amelia estaba en su habitación cuando entró Soraya a llevarle té y galleta. Amelia se encontró extraño que la persona que fue a servirle el té haya sido Soraya puesto que generalmente era Lidia quien se encargaba de realizar esa tarea.-Buenas tardes, señorita – dijo Soraya mientras le servía una taza de té con mucha delicadeza.-Buenas tardes – dijo Amelia mientras la miraba con sus ojos fríos y distantes - ¿Dónde está lidia? ¿por qué no está ella sirviéndome el té? – preguntó Amelia con curiosidad, lo cierto es que a ella le gustaba hacerle berrinches a Lidia siempre que esta le servía.Cada vez que Lidia le servía salía enfurecida de la habitación de Amelia y eso le divertía bastante.-Ella pidió la tarde libre el día de hoy, regresará hasta la noche – respondió Soraya con naturalidad – de hecho, yo soy la única que está en casa esta tarde.Amelia se quedó en silencio mientras una luz se encendía dentro de su cerebro. Mientras menos servidumbre menos vigilancia
-Keila ocúpate personalmente de reclutar un nuevo personal de seguridad – dijo Ángel al teléfono mientras caminaba de vuelta a la sala de espera de la clínica – quiero quince hombres minuciosamente seleccionados para mañana mismo.Dicho eso serró la llamada sin darle tiempo a su asistente de que respondiera alguna palabra.Cuando entró de nuevo a la clínica pudo ver que ya estaban trasladando a Amelia a una habitación privada y Wanda la seguía de cerca.Él también siguió en dirección donde llevaban a Amelia sentía como si su corazón iba a explotar dentro de él. verla en esa camilla lo hizo sentir como si él también se estuviera muriendo por dentro.Entraron en la habitación privada que Ángel había encargado para Amelia y Wanda no permitió que Ángel entrara en ese momento alegando que tenían que preparar a Amelia primero.Ángel aprovechó el momento para hacer una llamada importante y después de media hora abrió la puerta de la habitación de Amelia sin tocar. Estaba desesperado por sab
Wanda se dirigió al puesto de enfermería de la clínica donde encontró a la enfermera de mediana edad dándole instrucciones a una paciente que le habían dado el alta. Wanda esperó pacientemente hasta que la enfermera terminara de hablar, pero la enfermera apresuró todo pues no quería hacer esperar a una de las personas más importantes del país en ese momento.- ¿En qué puedo ayudarla señorita Alvarado? – preguntó la enfermera con una voz suave y reverente.- ¿Sabes quién soy? – preguntó Wanda mirándola con intriga.-Todo el mundo la conoce a usted señorita, yo en especial soy una gran admiradora de usted, considero que es la mujer más fuerte que existe, por la forma de como a continuado adelante después de la repentina muerte de sus dos padres – dijo la enfermera con sinceridad.-Gracias – dijo Wanda poniéndose una de sus manos en el corazón, se sentía realmente conmocionada por las palabras de esa enfermera. Ella nunca se imaginó que las personas la miraran de esa forma.-No tiene nad
Cuando ángel salió de la habitación Wanda comenzó a reír a carcajadas todo estaba saliendo exactamente igual como lo había planeado. -Amiga, ¿Cómo rayos haces para quedarte ahí tan tiesa? – dijo Wanda sorprendida por lo buena actriz que Amelia había resultado ser. -No imaginas el gran esfuerzo que tuve que hacer para no reírme cuando le dijiste que yo no me despertaba para no verle la cara – dijo Amelia riendo también por las ocurrencias de su amiga. -Eres la mejor actriz que he conocido en mi vida – dijo Wanda sin poder dejar de reír – todo está saliendo muy bien, solo espero que Amarilis haya hecho muy bien su parte. -Ojalá, sé muy bien que con la ayuda de ella podré engañar al infeliz de Ángel por más tiempo – dijo Amelia completamente convencida de que podría realizar su parte a la perfección. En ese momento sintieron que alguien tocó la puerta y Amelia se quedó dormida al instante. Entraron Ángel, el doctor y la enfermera Amarilis, estaban hablando del tema. Ángel le pregun
-No te preocupes querida que la vida es realmente muy justa dijo – Continuó Lidia mientras sujetaba la barbilla de Amelia con mucha fuerza – ya la vida misma se encargará de quitarte de mi camino porque en este mundo después de todo si hay justicia.Amelia estaba ejerciendo de todas sus facultades para no tirar toda su actuación al piso. Mientras Lidia reía llena de malicia, le daba tanto gusto ver a Amelia en esas condiciones, completamente en sus manos, ella podría hacer lo que quisiera en ese momento.- ¿Qué crees que haces? – Lidia escuchó la voz de Amarilis y su mano se abrió de inmediato soltando la barbilla de Amelia – no tiene permiso de estar aquí.-Lo siento mucho, es solo que Amelia y yo nos hicimos amigas y yo quería ver como estaba – dijo Lidia muy tranquila y con mucha seguridad, después de todo no había forma de que se demuestre lo contrario de lo que ella estaba diciendo.-Entiendo – dijo Amarilis dudando completamente de las palabras de Lidia – pero ¿Por qué no me pre
Amelia se sentía muy confundida, las palabras de Ángel estaban rondando por su mente inundándola con una sensación que ella no conocía y que tampoco podía entender. Ángel sonaba tan sincero en cada una de sus palabras que Amelia estaba comenzando a tener dudas sobre esos sentimientos que él decía tener.-Será cierto que me él te ama – le preguntó su Amelia interna, la cual estaba comenzándolo a creer.-No es posible – se respondió ella en voz alta – si me amara con sinceridad no seria capaz de ponerle precio a mi persona, para él solo valgo unas miseras acciones, solo soy eso para él, una más de sus adquisiciones.La ira volvió a apoderarse de ella en ese momento, el solo pensar en ese dichoso contrato entre Ángel y su madre la llenaba de una rabia inexplicable. Para Amelia era imposible que una persona capaz de hacer algo como eso tuviera corazón. Se sentía traicionada y completamente humillada, saber que su propia madre la había vendido le rompía el corazón una y otra vez.Las lagri