—No tendrás herederos... —su voz se parte al hablar y se acurruca en su asiento. Pone los talones de sus pies sobre la encimera de su silla y las rodillas pegan de su pecho, quedando como soporte para que su rostro se esconda entre ellas. Me causa ternura, en medio de la impotencia que siento, el hecho de ella se preocupe por el hecho de que no tendré herederos más que el que fuese dañada, y que fuese justamente la mujer que debía cuidar de ella y tratarla como a una hija quien lo hiciera.—Me importa una mierda eso, Seyra —trato de calmarme y tomo su mano para hacerla levantarse y colocarla en mi regazo, luego de haberme sentado nuevamente —. Podemos tener hijos de otras maneras, intentar con tratamiento artificial, adoptando, o lo que sea, pero aquí lo que interesa es lo que te hizo esa maldita hija de perra. ¿Cómo fue capaz? —eso último lo susurro, derrotado. Sintiéndome un idiota, un ser que no pudo realizar aquello para lo que fue traído al mundo: cuidar de su princesa infernal —
La tomo con delicadeza, levantándola, cargándola entre mis brazos y llevándola a la cama. Ante su atenta mirada comienzo a desvestirme y la veo morder su labio cuando saco mi camisa y la parte superior de mi cuerpo queda desnuda ante ella. Se sienta en la orilla de la cama y con su dedo índice me indica que me acerque y con todo el gusto lo hago, así que es ella quien se encarga de desabrochar mi pantalón y bajarlo junto a mis boxers, dejando a la vista mi gran erección que choca contra su rostro, haciéndola reír alocadamente. Yo rasco mi barbilla y más que risa lo que hago es excitarme cada vez más al ver como esta punza contra sus mejillas.Lamo mi labio inferior al verla arrodillarse para terminar de sacar mis pantalones y mis zapatos.—¿Quieres rezarme? —pregunto con picardía y ella levanta su vista. Sus manos van subiendo por mis piernas, hasta llegar a mis bolas y magrearlas entre sus suaves, pequeñas y delicadas manos. Mi respiración se agita.—Con la diferencia de que omitiré
16 de agosto de 2021.Condado de Shkodër, noroeste de Albania.Seyra HolmströmLo veo dormir y me arrastro a través de la cama hasta llegar a su espalda donde dejo un casto beso encima de cada uno de sus omoplatos. Lo siento suspirar con fuerza y me separo solo un poco de su cuerpo para admirar el momento en el que se pone de lado y acomoda la almohada debajo de su cabeza, coloca una mano sobre su frente y sigue durmiendo.Es curioso que en este momento parezca un ángel en toda su extensión, mientras a mí me tiene con ganas de hacer mil cosas a la vez solo con tenerlo así ante mí, me siento como una maldición corrupta que lo quiere todo de él, pero que al mismo tiempo sabe que eso es imposible.Con mi pulgar acaricio el pequeño rulo que cae en su frente y me aparto, yendo a mi mesita de noche de donde saco mi celular. Las clases de hackeo me han ayudado mucho, sobre todo a lograr bloquear la manera de hacer que otros capten las señales que pueden hacerlos obtener mis datos, informació
Muerdo mi labio y llevo mi mano libre a mi sexo, dándome más placer. Mi mirada busca la suya. Él contempla mi cuerpo como si de una diosa inigualable se tratara, me venera, me exhibe ante todos y eso me encanta, porque no es un hombre de esos que se dejan llevar por los celos, aunque muchas veces no los controle por completo.Él en vez de ser de esos que me prohíbe vestirme de tal manera, me incita a vestirme como quiera. En vez de ocultarme ante los ojos de otros hombres, me muestra, me presenta, le gusta ver como los demás desean lo suyo, pero es capaz de quemar al mundo si llegan a tocar lo que le pertenece. Él es deseo y acción, es venganza y protección.Quisiera decir que no caí ante sus encantos, pero estaría mintiendo.Comenzó siendo una simple misión. Comenzó siendo el mafioso albanés al que debía atrapar, pero que luego me abrió los ojos, ¿Y para qué mentir? También me abrió las piernas y me hace sentir cosas que todas las anteriores cogidas que me han hecho otros hombres, no
18 de agosto de 2021.Provincia de Burgas ubicada en el este de Bulgaria.Seyra Holmström—Finalmente has regresado —es lo primero que dice Hunder Soprano al cruzar las enormes puertas dobles para recibirme con los brazos abiertos y una enorme sonrisa en la cara. Yo le doy mi más grande y fingida sonrisa y estiro mi mano, la cual toma llevándola a sus labios para dejar un pequeño beso allí —. Bienvenida de regreso a la Organización Kiel.No se siente igual. Él dejó mi piel tan marcada que ya nadie podrá borrarlo. Es imposible. Nada ni nadie podrá igualar o siquiera acercarse a hacerme sentir ese acumulo de sensaciones que solo él logró propiciar en mi piel.—¿Está tu padre? —voy directo al grano.—Está —afirma —, y se encuentra muy orgulloso de ti.—¿Y tú? —enarco una ceja. Hunder sonríe con un deje de maldad, pero no se le asemeja ni de cerca a la sonrisa tenebrosa y a la vez excitante que ese chico de ojos verdes tenía, y que, aunque ya no esté, no tiene y nunca tendrá comparación a
Sherlly se lo había ganado todo. Su forma de ser le abrió muchas puertas y una de esas fue el corazón de nuestra tutora, nuestra madre adoptiva. La elegía para todo, juntas hacían cualquier cosa, iban a picnics, parques, a comer helados, le hacía fiestas de cumpleaños y la mandaba a buscar solo a ella para que celebraran ese día juntas, mientras yo me quedaba en la academia de la DOE, e incluso, recuerdo el día que la eligió a ella para tener una vida estable. No la culpo. Ella creyó que yo al ser poco comunicativa y afectiva no era apta para ello. Según me explicó aquella vez ella necesitaba que una de nosotras pudiese fecundar y la otra no. Nos dijo que quien más adelante pudiera darle un nieto debía ser alguien amorosa, cariñosa y debía estar con el mejor, yo de por sí ya no estaba interesada. A los trece años ya era sumamente inteligente y sabía lo que quería de la vida, una pareja y un hijo eran un sueño, pero para muchísimo más adelante, y lo confirmé mucho más al escuchar que
Seyra HolmströmHay algo que estuve omitiendo todo este tiempo: ira.Me pasó como comúnmente suele pasarle a toda persona que pasa por una desgracia. Ese tema me perseguía, siempre ocurrían cosas que terminaban por recordarme todo por lo que había pasado, veía cosas lindas y muy hermosas que yo jamás tendría, jamás viviría. A donde sea que fuera había madres cuidando de sus hijos en parques, velando por su seguridad al cruzar alguna calle, abrazándolos al salir del colegio luego de que esos pequeños corrían a sus brazos al ver a esa persona que les hizo tanta falta en el día, la única que les hace sentir seguros.A medida que iba creciendo un vacío se acentuaba en mi pecho, calaba tan hondo, tan profundo, que dolía. Me desgarraba el alma saber que sería algo que nunca tendría, que jamás experimentaría, y mientras más me daba cuenta, más me llenaba de odio por todo y todos. La principal receptora de ello era mi madre. Trataba de mantenerla lejos de mí, porque a medida que avanzaba el
Nos hicieron estudiar cada Mafia enemiga y cuando llegué la Mafia Albanesa me obsesioné más de lo normal. No podía parar de mirar su foto. Sus profundos ojos verdes, nariz perfilada, cabello castaño claro y enrulado al tenerlo un poco crecido, su piel blanca y esa aura, oh Dios Santo, él era todo lo que te hacía querer huir, pero al mismo tiempo caer en él, es una tentación andante, un demonio que no sale de tu cabeza ni de tus sentidos una vez que ya se ha impregnado en ellos. Todo iba bien... hasta que leí las cosas que hacían.—La Mafia Albanesa es la principal Mafia productora de heroína en todo el mundo, así como de todo tipo de opiáceos; también crea y vende armas, se especializan en el tráfico de personas y órganos, y debido a ello cubren y controlan la mayoría de las rutas del narcotráfico. El crimen organizado albanés estuvo comandado principalmente por Moriel Ekinova y los jefes de cada fis, mejor conocidos como clanes familiares que ejercían poder sobre cada condado de Alba