Muerdo mi labio y llevo mi mano libre a mi sexo, dándome más placer. Mi mirada busca la suya. Él contempla mi cuerpo como si de una diosa inigualable se tratara, me venera, me exhibe ante todos y eso me encanta, porque no es un hombre de esos que se dejan llevar por los celos, aunque muchas veces no los controle por completo.Él en vez de ser de esos que me prohíbe vestirme de tal manera, me incita a vestirme como quiera. En vez de ocultarme ante los ojos de otros hombres, me muestra, me presenta, le gusta ver como los demás desean lo suyo, pero es capaz de quemar al mundo si llegan a tocar lo que le pertenece. Él es deseo y acción, es venganza y protección.Quisiera decir que no caí ante sus encantos, pero estaría mintiendo.Comenzó siendo una simple misión. Comenzó siendo el mafioso albanés al que debía atrapar, pero que luego me abrió los ojos, ¿Y para qué mentir? También me abrió las piernas y me hace sentir cosas que todas las anteriores cogidas que me han hecho otros hombres, no
18 de agosto de 2021.Provincia de Burgas ubicada en el este de Bulgaria.Seyra Holmström—Finalmente has regresado —es lo primero que dice Hunder Soprano al cruzar las enormes puertas dobles para recibirme con los brazos abiertos y una enorme sonrisa en la cara. Yo le doy mi más grande y fingida sonrisa y estiro mi mano, la cual toma llevándola a sus labios para dejar un pequeño beso allí —. Bienvenida de regreso a la Organización Kiel.No se siente igual. Él dejó mi piel tan marcada que ya nadie podrá borrarlo. Es imposible. Nada ni nadie podrá igualar o siquiera acercarse a hacerme sentir ese acumulo de sensaciones que solo él logró propiciar en mi piel.—¿Está tu padre? —voy directo al grano.—Está —afirma —, y se encuentra muy orgulloso de ti.—¿Y tú? —enarco una ceja. Hunder sonríe con un deje de maldad, pero no se le asemeja ni de cerca a la sonrisa tenebrosa y a la vez excitante que ese chico de ojos verdes tenía, y que, aunque ya no esté, no tiene y nunca tendrá comparación a
Sherlly se lo había ganado todo. Su forma de ser le abrió muchas puertas y una de esas fue el corazón de nuestra tutora, nuestra madre adoptiva. La elegía para todo, juntas hacían cualquier cosa, iban a picnics, parques, a comer helados, le hacía fiestas de cumpleaños y la mandaba a buscar solo a ella para que celebraran ese día juntas, mientras yo me quedaba en la academia de la DOE, e incluso, recuerdo el día que la eligió a ella para tener una vida estable. No la culpo. Ella creyó que yo al ser poco comunicativa y afectiva no era apta para ello. Según me explicó aquella vez ella necesitaba que una de nosotras pudiese fecundar y la otra no. Nos dijo que quien más adelante pudiera darle un nieto debía ser alguien amorosa, cariñosa y debía estar con el mejor, yo de por sí ya no estaba interesada. A los trece años ya era sumamente inteligente y sabía lo que quería de la vida, una pareja y un hijo eran un sueño, pero para muchísimo más adelante, y lo confirmé mucho más al escuchar que
Seyra HolmströmHay algo que estuve omitiendo todo este tiempo: ira.Me pasó como comúnmente suele pasarle a toda persona que pasa por una desgracia. Ese tema me perseguía, siempre ocurrían cosas que terminaban por recordarme todo por lo que había pasado, veía cosas lindas y muy hermosas que yo jamás tendría, jamás viviría. A donde sea que fuera había madres cuidando de sus hijos en parques, velando por su seguridad al cruzar alguna calle, abrazándolos al salir del colegio luego de que esos pequeños corrían a sus brazos al ver a esa persona que les hizo tanta falta en el día, la única que les hace sentir seguros.A medida que iba creciendo un vacío se acentuaba en mi pecho, calaba tan hondo, tan profundo, que dolía. Me desgarraba el alma saber que sería algo que nunca tendría, que jamás experimentaría, y mientras más me daba cuenta, más me llenaba de odio por todo y todos. La principal receptora de ello era mi madre. Trataba de mantenerla lejos de mí, porque a medida que avanzaba el
Nos hicieron estudiar cada Mafia enemiga y cuando llegué la Mafia Albanesa me obsesioné más de lo normal. No podía parar de mirar su foto. Sus profundos ojos verdes, nariz perfilada, cabello castaño claro y enrulado al tenerlo un poco crecido, su piel blanca y esa aura, oh Dios Santo, él era todo lo que te hacía querer huir, pero al mismo tiempo caer en él, es una tentación andante, un demonio que no sale de tu cabeza ni de tus sentidos una vez que ya se ha impregnado en ellos. Todo iba bien... hasta que leí las cosas que hacían.—La Mafia Albanesa es la principal Mafia productora de heroína en todo el mundo, así como de todo tipo de opiáceos; también crea y vende armas, se especializan en el tráfico de personas y órganos, y debido a ello cubren y controlan la mayoría de las rutas del narcotráfico. El crimen organizado albanés estuvo comandado principalmente por Moriel Ekinova y los jefes de cada fis, mejor conocidos como clanes familiares que ejercían poder sobre cada condado de Alba
Narrador omniscienteSeyra se detuvo frente a la oficina de aquel hombre al que tenía meses sin ver. El chico que iba detrás —disfrutando de la exuberante vista propinada por el trasero de ella— pasó por su lado para abrirle la puerta y, como si fuese un caballero con excelentes modales, le señaló la entrada. Ella volteó su mirada y lo repasó de arriba hacia abajo y viceversa. No era muy guapo, pero tenía su encanto, había que admitirlo.Caminó, adentrándose a aquel lugar donde era esperada. Los hombres de los Soprano se quedaron en el pasillo porque aquella era una conversación privada y se supone que sus jefes no estarían en peligro al estar con una chica que formaba parte de ellos.—Aquí la tienes, padre —Hunder Soprano hizo una leve reverencia ante su padre, Doménico Soprano, cosa que a Seyra le parecía estúpida. La chica simplemente movió sus caderas de esa forma tan exquisita que hacía enloquecer a todo el que la veía, y se sentó en el otro extremo del escritorio que separaba al
Solo tuvo que esperar a que el hombre avanzara, la letra E, estuvo a punto de llegar donde Seyra, quien saltó, impidiendo el ataque del cuchillo del hombre por sus piernas y haciéndolo voltear golpeándolo por su cara, y fue cuando él levantó sus manos para protegerse que ella incrustó la daga persa en su corazón y le hizo una llave donde él terminó en el suelo boca abajo con la punta de la daga saliendo por su espalda.—Todo cae donde debe caer —susurró volteándose a mirar a sus nuevos súbditos quienes seguían con la mano en su corazón y la otra levantada a modo de promesa —. Es perfecto porque este puesto faltante será para mi hermana.—¿Cuál será su primera orden, mi señora? —preguntó la letra A, quien comandaba al resto de las letras.—Cada uno de ustedes irán a asesinar a los hombres que Doménico había puesto a vigilar a sus familiares, como ya les dije, son libres y nadie va a amenazarlos con su gente. Luego maten al resto de los hombres que queden de Doménico. Les doy un mes. De
15 de agosto de 1998.Narrador omnisciente—¡Feliz cumpleaños! —gritaron todos al mismo tiempo al ver aparecer al pequeño Eliezer Akerson en los brazos de su madre. Los primeros en correr hacia él fueron su padre y sus dos tíos, a quienes catalogaba como sus favoritos. Cuando lo ponían a elegir él negaba y los señalaba a ambos, cosa muy inteligente de su parte.Eliezer se encontraba cumpliendo tres añitos y era increíble lo inteligente que era a tan corta edad. Los juegos didácticos eran su pasatiempo favorito junto con joderle la vida a su primo mayor corriendo detrás de él por todos los lugares donde lo viera, y también le gustaba coleccionar autitos Hotwheels.Tal y como se explicaba anteriormente: en cuanto Eliezer miró a su primo Ecain caminar hacia su padre salió corriendo sin dejar de gritar, encontrándose alborotado. El niño de ahora siete años suspiró y abrió sus brazos. A veces se cansaba de tener que huir del más pequeño porque era muy mandón y cuando jugaban se debía hacer