—No sé si sentirme halagado o asustado porque me mires así —murmura Xander comiendo cereales con yogurt como si de un niño pequeño se tratara. Salgo de mis pensamientos y suspiro.

—Lo siento —aclaro mi garganta y toma todo de mi concentrarme solo en su rostro y el no perderme por completo en esos hermosos ojos arrebatadores que tiene —. Debes levantar a Xilianny antes de su clase de las diez —él asiente —, y debes cuidarla el día de hoy.

—Yo cuidaré de ella, pero tú cuidarás de nosotros ¿Verdad? —achica sus ojos y ladea la cabeza, esperando una respuesta y yo desvío mi mirada debido a que mis acaloradas mejillas ya comenzaban a tomar color. Podía sentirlo.

Aun así, le respondo: —Siempre — aseguro.

—Me alegra escuchar eso.

Se levanta de su sitio y camina hacia mí con suma lentitud mientras toma el yogurt que quedaba directamente del bol. Mi corazón comienza a saltar como un loco cuando se detiene sin que quede un poco de espacio entre nosotros. Los dedos de sus pies chocan contra mis z