14 de enero de 2021.

Estados Unidos: Los Ángeles, California.

Morana Akerson

—Despertó.

No puedo evitar respirar de manera exagerada. No lo hago apropósito, es simplemente que el ser dramática me sale natural, no lo puedo evitar.

A pesar de todo lo que hemos pasado juntos, siempre nos hemos tenido el uno al otro. Así sea a la distancia, así no estemos frente a frente, así conversemos por medio de un maldito teléfono celular, Ecain Akerson y yo somos de esos parientes que se encuentran muy unidos, no tanto por llevar la misma sangre, sino por compartir la misma historia. Se supone que en esos tiempos tuve un lazo más fuerte con Eliezer, pero no pudimos avanzar después de eso. Cada quien encontró la manera de caer en la miseria. Ecain lo hizo comenzando a amar aquello que debía odiar, Eliezer lo hizo alejándose de todo y todos y yo lo hice aislándome. Y no, Aislarse y alejarse no es lo mismo.

Mientras él nunca más volvió a aparecer, yo sí lo hice, pero ya no tenía el mismo trato con el