Seyra se preocupaba, pero nunca lo demostraba. Esta vez, ni siquiera le importaba si alguien entraba y la veía de tal manera. Solo quería saber de él, que estaba bien.

—Está siendo revisado porque di la alerta en cuanto vi el video. Está en el área de enfermería, inconsciente.

—¿Quién fue? —, preguntó con rabia.

—Los hombres estaban encapuchados, pero pudimos captar partes de sus rostros. El video está siendo analizado al igual que las cámaras de seguridad de la celda están siendo revisadas. Estamos las salas de computación tratando de encontrar a quienes lo hicieron por medio del reconocimiento facial, pero nos llevará unos minutos más.

—En cuanto sepas quienes fueron me lo vas a decir, y para todos tu jamás hablaste con nosotras ¿Lo entiendes?

—Entiendo, pero, Seyra...

—¿Sí?

—Sé quién dio la orden...

—¿Y qué esperas para decírmelo?

—Es que..., fue..., fue tu madre —Sherlly abrió mucho los ojos y miró a Seyra quien se quedó estupefacta.

La llamada se cortó y en el celular se anunció