31 de diciembre de 2020.

10:30pm.

Xander Adkins

—Me parece que hay una pequeña momia con mucho sueño —le susurro cuando veo como sus manos se aferran a mi abdomen y su cabeza cae encima de mi brazo. Sonrío y aparto un pequeño mechón del rubio cabello que cubría su rostro.

—Es momento de acostarla a dormir —anuncia nuestra nana y yo ruedo mis ojos con ganas de sacudir a la pequeña a mi lado para que se levante y cumpla su promesa.

Se supone que ella no se dormiría. De hecho, estábamos viendo una de sus series infantiles favoritas solo para que aguantara hasta las doce ya que ella deseaba darnos un feliz año nuevo en cuanto partiera el año. Yo, como el hermano consentidor, quise cumplirle su capricho.

—¿Y si la lanzo a la piscina?, dicen que el agua fría te hace despertar y es lo que necesita para desearnos un feliz año.

—¡Ni se te ocurra Xander Adkins! —abre sus ojos con horror y se inclina hacia mí como si la quisiera proteger.

—¿Por quién me tomas? ¡Por supuesto que no haré nada par