LILIA
El maldito guardaespaldas.
¡ERA UN MALDITO GUARDAESPALDAS!
Acostada en su cama con aquella herida en su costado se dio cuenta de varias cosas.
La primera, es que Franco actúo todo. Desde el día que se conocieron él estuvo al pendiente de su seguridad, fingió ser su amigo para que lo llevara a todos lados y así poder cuidarla. Sabía dónde podría encontrarla, y ella le había dicho todo. Y seguramente había engañado a Vivia para saber el nombre del bar...
La segunda era que, sus padres seguramente lo sabían y ellos planearon todo. Su papá seguramente fue el autor intelectual de aquel plan.
Y la tercera. Le gustaba aquel idiota.
¡¿CÓMO IBA A GUSTARLE UN MENTIROSO INSOPORTABLE?!
Ahora que sabía la verdad ni siquiera se había asomado a verla, estaba herida, en todos los
FRANCOEleonor estaba rumbo al estrellato. Aún no se dignaba a firmar con ninguna disquera, pero, sus canciones se volvían populares.Tuvo que buscar la letra de "SEÑORITA", para entenderla, y lo que vio fue una indirecta directa hacía él.El vídeo estaba perfectamente hecho, agradeció que el otro cantante fuera su "amigay". ¿Pero qué significaba? ¿Qué lo iba a esperar? No importaba.
FRANCO Eleonor Lancaster estrena nuevos vídeos musicales y anuncia su primera gira Mundial. El "Lover Tour" ya ha dado fechas y se encuentran disponibles en su página oficial. La canción "Blank Space" parece ir dirigida a su ex, la relación que tuvo con la actual pareja de Ana París, y como lo superó para tener una nueva relación con el cantante pop Chris Ian Harrison. La modelo internacional anunció que Eleonor no hace más que provocarla con sus canciones, "Busca pelea", expresó. Nuestra verdadera pregunta es ¿Cuánto tardará esta chica en darnos otra noticia escandalosa? Ana París ya estaba cansada de aquellos jueguitos, así que en cuanto Franco llegó le lanzó el periódico. -Ahora si puedes decir que es una malcriada. -El muchacho tomó el diario y leyó. -Te sacó otra canción. Trata de llamar tu atención. -Por Dios Ana, tomas todo lo que hace Eleonor muy a pecho. -Dijo lanzando nuevamente el periódico al sofá. -Vivo contigo, soy tu novio... ¿Quieres más? -Cásate conmigo. Cásat
FRANCOEleonor... ¿Con que comparar a Eleonor? No podía. Llevaba ya un mes con aquella rubia loca que lo hacía descontrolarse. Cantaba como una sirena y en la cama, se movía como una. Pero había algo más, el instinto de protegerla, de cuidarla. Y ahí estaba, con los ojos abiertos, mirándola mientras ella dormía abrazada a él. Le acarició la mejilla y sintió como se acurrucaba contra él y lo usaba de almohada. -Esta chaparra de 1,52 va a poner mi mundo de cabeza. -Sonrió, y es que Eleonor le había demostrado que podía con una relación, no le exigía detalles cariñosos, pero le escuchaba. ¿Cómo borrarse de la mente esa carita atenta mientras él le decía como había sido su infancia? ¿O como olvidar esa ocasión en donde le hizo unos ravioles extra deliciosos y luego literal puso chocolate sobre su cuerpo haciendo que le gustara el dulce? También paseaba con él en moto, veían películas juntos, se metían juntos a la tina y se quedaban ahí, como un par de niños jugando con las burbujas. ¿Qu
ELEONORLos meses pasaban felices para Franco y Eleonor. Las clases los mantenían ocupados pero aún así apartaban tiempo para ellos. Eleonor renunció a su disquera, sentía que la explotaban. Quería más. -Debería volver al rubio. -Vuelve al rubio, me gustas rubia. -Dijo Franco acercándola a él. -Me gustas completa. -Me encantas baby. -Sonrió dándole un beso. -Soy feliz contigo, como jamás lo he sido en la vida. -Igual yo. Quien me lo habría podido decir, malcriada. -Rió mordiéndole el labio. -Eleonor, quiero cogerte ahora. -¿Ahora?-Ahora. Princesa diabla, ahora. -Eleonor no se hizo de rogar, adoraba cuando aquel único hombre la dominaba en la cama, una canción, o tal vez unas treinta, nunca llevaba la cuenta, pero siempre empezaba con la misma. Puede que su linda ropa interior de encaje la pagara caro, pero lo disfrutaba. Él era más que un diablo, las cosas malas que hacían juntos eran únicas, lo sabía, puede que antes fueran malos con otras personas, pero entre ellos dos era esp
FRANCOSeis meses después que Eleonor se había ido conoció a una chica. Y ahora tenía seis meses saliendo con ella. Su nombre era Marcela y era alguien con quien podía ser él mismo. No podía decir que estaba enamorado pues su corazón latía el nombre de su princesa diabla, no el de otra mujer, sin embargo, él estaba dispuesto a ignorarle, de todas formas, ella seguía en París. Luego de pasar la noche con Marcela y su hijita de cuatro años en su casa, fue directo a ver a su manager, el padre de Eleonor. Al entrar en el estudio, el viejo solo estaba con su reproductor escuchando música. -Viejo, hay trabajo. -Escucho el album de Eleonor. -Dijo sin ocultarle nada, Franco ya lo sabía, su voz la reconocía. -Tiene talento. Quien sea el que sea su representante, ha sabido explotar su talento. ¿Quieres oír? Lo pensó, ¿Para qué? De igual forma lo oiría luego pues ella estaba ganando fama. -Si. Puede ponerlo. ¿Cómo se llama?-Extranjera. Le viene bien, pues seguro así se siente allá sola en
FRANCOHabía dormido condenadamente bien, para estar en un sofá. Sintió un cuerpo moverse sobre el suyo directo sobre su pelvis provocándole, y, al abrir bien los ojos, supo de que se trataba. O más bien, de quien. Eleonor. Balbuceando su nombre entre sueños, moviéndose y casi jadeando. -Mierda, tiene sueños húmedos conmigo. -Se alzó un poco sin quererla despertar cuando vio que había sido pésima idea. La falda de ella se deslizó arriba por sus muslos dejándole ver aquella ropa interior de encaje color rojo, supuso que era nueva, ni siquiera se la había llegado a ver antes. Su conciencia le pidió correr, pero el gemido leve de Eleonor activó su lado más primitivo. -Te voy a despertar. -Se acercó a su pecho y lo atrapó entre sus dientes mordiendo con fuerza para despertarla, su aullido lo hizo reír. -¡Eres un bruto! -Dijo Eleonor haciendo puchero y sobándose el pecho mientras seguía sentada sobre él. -¿Era necesario?-Levántate, tengo una erección y tú la provocaste dormida. -Dijo co
ELEONORSin luna de miel. Ella estaba embarazada de un mes apenas y Franco había vuelto a la acción que le gustaba, y, como ella no "necesitaba" guardaespaldas, a él lo habían mandado casi de inmediato a Argentina, se llamaban todos los días y, cuando tuvo el ultrasonido de la cita en la que Franco había estado fuera ese segundo mes de su embarazo, le envió la imagen por Whatsapp. Era raro ir al apartamento, ver todo tan lleno de ellos pero no verlo ahí, así que su rutina iba de: Levantarse las mañanas a las ocho. Llamar a Franco a las ocho y treinta. Desayunar a las nueve. Intentar no vomitar a las nueve y diez. Irse en el auto a una velocidad prudencial a clases a las nueve y treinta. No hacer desarreglos. Toma su medicina a las diez. Intentar no dormirse a las once. Almuerzo a las once y treinta. Pastillas a las doce otra vez y luego a casa. No quería excederse en su condición. Luego al llegar a su hogar, veía televisión hasta las tres, practicaba yoga de tres a cinco. Luego se h
Si, vivían felices, felices...Por un breve instante hubo paz en la casa de los Aguirre Lancaster. Eleonor y Franco tuvieron un niño, un varón al que nombraron Liam Alexander, ese segundo nombre en honor a su padrino, el hermano de Franco, Alex.Todo iba perfectamente, Eleonor se tomaba un descanso de la música para cuidar al pequeño Liam, si, no había tenido aún su luna de miel, pero ¿Realmente importaba? Tenía todo lo que necesitaba y quería.Pero ese no es el cuento de hoy.Es un breve instante llamado "La calma antes de la tormenta"Liam tenía 8 meses. Era muy pegado a su padre, de hecho, físicamente se le parecía. Ojitos claros, cabello castaño, pero la nariz, y el color de piel blancuzca de mejillas y labios sonrosados eran de Eleonor.-Hombrecito guapo. 😍 -Franco cargaba a su niño y lo veía dar balbuceos, movía sus manitos, sus piernitas y sonreía. -Algún día cuando seas mayor vas a ser todo un galán, te cogerás a cuantas quieras porque nadie se te va a negar. No con ese porte