Mi cuerpo estaba quieto, mi mirada estaba en el y su mirada en mi, no podía moverme, era simplemente como si esos ojos de color gris me cautivaran demasiado, me quisieran dejar expuesta ante su mirada metálica, yo no hacia intención de moverme y el no hacia nada para quitar su mirada de mi cuerpo.
—¿Qué haces...
La voz que reconocía como la de Joshua altero a Benjamín, logrando que el cerrara la puerta de un momento a otro, pero el quedándose adentro de la habitación conmigo dentro.
En ese momento agarré el pijama que tenia hace un rato y me cubrí mi casi desnudes con ella. Estaba completamente avergonzada por no a verme tapado antes, ahora lo tenia a el, aquí en esta habitación de marfil.
—Lo.. lo lamento tanto—Comento mi príncipe con esa voz que me mojaba hasta el alma.
Me mordi el labio por sus palabras, el solo se dio la vuelta y empezó a mirar para la pared, me estaba dando la espalda, seguro era para que me cambiara o tal vez porque sentia vergüenza por mi.
—Cámbiate, prometo no mirar—Articulo.
Solte un suspiro. Tal vez habia visto en mi cuerpo varios defectos que no le gustaban o tal vez no lo habia hecho, puede que solo le de vergüenza mi cuerpo y le parezca feo, que no sienta ningún deseo de tocarlo, porque si yo lo miraba a el, me daban ganas de tocarle hasta la cola, bien grande y redondita. Tome aire y me empece acercar a donde estaba, no estaba muy segura de lo que hacia, pero si sabia lo que queria, aunque puede que el tenga novia, pero si la tiene lo averiguare en este momento, ademas no estoy haciendo nada malo, solo quiero exigir mis derechos de esposa, nada mas.
Cuando estaba detrás de el, le toque su hombro haciéndolo girar hasta mi, mis ojos se encontraron la matiz de los suyos, eran altamente hipnotizantes.
—¿Qué paso?—Comento en un susurro ronco—Te moles.....
No le deje terminar porque me puse de puntas pegando sus labios contra los mios, no fui capaz de iniciar un beso, me había arrepentido antes de hacerlo, si tenia novia yo quedaría como una zorra completa, no podia darme el lujo que pensara eso de mi. cuando estaba a punto de separarme para pedir disculpas, senti como sus manos pasaban por mi cintura apegándome a el, mis ojos estaban entre cerrados y los cerré por completo cuando senti su boca besar la mia con mucha intensidad, solte el pijama que tenia agarrada con las manos y las pase por su cuello respondiéndole el beso. Senti como sus manos, pasaron de mi cintura hasta levantarme de mis muslos, yo enrollé mis piernas a su alrededor y me pude dar cuenta que estaba mega húmeda y también sentir la dureza de su miembro dentro del pantalón.
El comenzó a caminar en dirección de la cama y me deposito lentamente en ella sin separar su boca de la mia, me sentía en el paraíso completo, sus labios sabian delicioso. Cuando nos vimos obligados a separarnos fue por falta de aire, el me miro a los ojos y se le veían mas oscuros que antes.
Cuando pense que se iba a ir o a disculpar por lo que había pasado, fue todo lo contrario, sus labios volvieron a buscar los míos para volverlos a besar, solte un gemido cuando su lengua entro en mi boca, senti como su mano acariciaba mi cuerpo encendiéndolo por donde pasaba, provocándome pequeños calambres. Su mano paso por mi espalda hasta llevar a mi sujetador y sento como cada broche cedía poco a poco, mi sostén desapareció de mi cuerpo, dejando mis pechos al aire.
El abandono mi boca y comenzó a besar mi cuello, una de los manos se trasladó hasta uno de mis senos para masajearlo suavemente haciendo que un gemido saliera de mi boca sin poder detenerlo, pero me estaba encantando su tacto.
—Hermano, ¿Qué haces? —La voz de Joshua nos obligo a separarnos.
Mire a mi principito mirar para la puerta y luego mirarme a mi de arriba para abajo, para luego pasarse la lengua por la comisura de su labios.
—Vístete, te espero afuera—Comento con voz muy ronca casi haciéndome gemir.
Yo agarre el vestido que estaba ahi y me lo puse encima de mi desnudez, el se levantó de la cama y arreglo su traje para quitarle las arrugas, me dirigió una última mirada antes de salir de la habitación y dejarme sola con mi calor.
¿Qué acaba de pasar?, «No lo se, tal vez casi tienes sexo con ese príncipe», si no fuera por Joshua en estos momentos estaría todavía tirada en la cama con ese esplendido cuerpo encima del mío y tal vez hasta ya estaría desnudo y mostrándome esa colita redondita.
Busque con la mirada mi sostén, cuando lo encontré lo primero que hice fue colocármelo, para luego apreciar la tela de aquel vestido, sin pensarlo mucho empecé a colocarlo lentamente, no era un vestido difícil y tenia el cierre a un costado, asi que lo subi y me mire al espejo.
Note como aquel vestido estaba ajustado a mi cuerpo, se veia muy hermosos y hacia resaltar mis ojos, no entendia porque el principito habia dicho que tenia mal gusto en la ropa de mujer, si este vestido era hermoso, aunque puede que pensara que no quedaría bien.
Me acerque mas al espejo y vi mi teléfono, me podia sentar y mirarlo, pero queria concentrarme en el vestido que tenia puesto, aunque la telita que tenia me dejaba ver parte de mis senos, pero solo era una pequeña parte, no era nada grande.
Mi cara estaba pálida, no tenia ni una gota de maquillaje y no queria ponerme, pero mis labios estaban muy hinchados por el beso, asi que tome la decisión de echarme una pequeña capa de maquillaje, no quería algo muy cargado, que pareciera natural, pero que mostrara vida en mi cara.
Ahora solo me faltaba los zapatos, no tenia ni idea de donde estaban, pero tenia que encontrarlos, no podía darme el lujo de salir descalza o puede que si, nadie se fijaría que no tengo zapatos, aunque si tropiezo o me caigo seria lo primero que verían, así que mejor sigo buscando.
Luego de buscar por todos lados, decidí mirar en el armario y casi se me salen los ojos de orbita cuando encontré un centenar de zapatos diferentes, de todos los colores y con muchos detalles.
No sabia cual escoger, pero tenia que ser uno que combinara con el vestido, asi que escogi un color claro, para que resaltara el vestido, me mire por quinta vez en el espejo.
«Te vez hermosa» La voz de mi cabeza lo repitio una y otra vez, sinceramente si le creia, pero no sabia si el me veria igual de hermosa o simplemente si estaría ahí afuera esperándome como me dijo, pero si no salia, no lo descubriria, asi que me arme de valor y camine hasta la puerta, puse mi mano en el pomo de la puerta y la abri
Lo primero que vi fue esa mirada gris penetrante y luego la mirada azul de su hermano.
—¡Vaya!, estas hermosísima—Comento Joshua con una sonrisa picara—, Ahora entiendo porque mi hermano estaba ahí adentro.
Mis mejillas se sonrojaron y agache la mirada apenada, no podia creer que dijiera esas cosas.
—¡Ay!—Escuche un quejido departe de Joshua.
Cuando levante la mirada lo vi sobándose la barriga mientras Benjamín lo fulminaba con la mirada.
—No le hagas caso, Tarah—Cuando escuche a Benjamín llamarme por mi nombre trague en seco.
Mi nombre se escuchaba también en su boca, sin mentir, me gustaba como se escuchaba mi nombre con su idioma materno, lo hacia parecer mas hermoso.
—Saben, yo me les voy a pegar, quiero conocer el castillo junto a esta hermosa mujer—Menciono Joshua agarrándome de los hombros.
«¡¿Que?!», yo no quiero que el venga, quería pasar un tiempo a solas con el principito.
—Has lo que te plazca—Comento mi principito.
En ese momento senti como me agarraban de la mano y me sacaban del contacto con Joshua, tarde varios segundos en descubrir que era mi principito la persona que me habia agarrado de la mano, aunque debía a verlo supuesto, si tenia a Joshua agarrándome los hombros, era casi imposible que me agarrara la mano al mismo tiempo.
Benjamín siguió jalando de mi mano hasta que salimos del palacio, lo primero que apreciaron mis ojos fue el enorme jardín, no tenía palabras para describir lo hermoso que era. Tenia unas hermosas flores que estaban al lado de los caminos, parecia un pequeño laberinto la diferencia es que no existía posibilidad para perderse.Habían varias personas del servio dando vueltas por el lugar, algunas posaron su mirada en donde estábamos parados, no sabia lo que miraban hasta que fui consciente de que todavía tenia la mano del principito agarrada, en ese momento agache un poco mi mirada apenada.—Listo, ya llegue—La voz de Joshua me hizo volteara—. Tarah, te presento a la persona que estará encargada de ti, su nombre es Jefferson.Mire al hombre que se encontraba al lado del futuro rey de Inglaterra, era un hombre alto y moreno, su cabello y sus ojos eran oscuros, muy diferente a mi
Me separé rápidamente de donde estaba sentada, ahora sí había metido la pata muy grande, como se me ocurrió salir con tremenda barbaridad, ni siguiera lo pense, solo lo solté.No podía seguir aquí, estaba muerta de la vergüenza, me di la vuelta y empecé a correr.—Tarah...Escuché la voz de mi principito pero no me importó, tenía que escapar de ese lugar inmediatamente, mi príncipe pensará que estoy completamente loca, le había dicho que le quería agarrar sus nalgas.Cuando estaba apunto de salir del laberinto senti algo que me agarraba la mano y no me dejó correr, trague en seco y gire levemente la cabeza para encontrarme con la cara de mi principito moja bragas, mi respiración estaba agitada y la de él también, no había alcanzado a escapar de ese lugar, pero, ¿Porque me siguió?, Luego
La cena había sido una tortura, para mí desagrado, mi príncipe hermoso me había quedado bien lejos, que bien lejos, puramente lejos, en la mesa se sentó su padre en la cabeza, la reina al otro lado, Benjamín y Joshua al lado de él y yo, al lado de Joshua, por una parte podía ver al príncipe, pero había tenido a Joshua hablándome toda la bendita cena.Había sido más que difícil llegar a mi habítacion, afortunadamente Joshua me trajo, porque mi príncipe tenía unos asuntos que arreglar, con su padre, así que no tuve la oportunidad de verle más, ahora tenía a su hermano metido en mi habitación, mirando todo.—¿Que hacía mi hermano esta tarde aquí adentro?Tal vez debería decir, preguntando de todo, porque lleva diez minutos dándole vueltas al asunto y yo no pensaba decirle que nos
La cena había sido una tortura, para mí desagrado, mi príncipe hermoso me había quedado bien lejos, que bien lejos, puramente lejos, en la mesa se sentó su padre en la cabeza, la reina al otro lado, Benjamín y Joshua al lado de él y yo, al lado de Joshua, por una parte podía ver al príncipe, pero había tenido a Joshua hablándome toda la bendita cena.Había sido más que difícil llegar a mi habítacion, afortunadamente Joshua me trajo, porque mi príncipe tenía unos asuntos que arreglar, con su padre, así que no tuve la oportunidad de verle más, ahora tenía a su hermano metido en mi habitación, mirando todo.—¿Que hacía mi hermano esta tarde aquí adentro?Tal vez debería decir, preguntando de todo, porque lleva diez minutos dándole vueltas al asunto y yo no pensaba decirle que nos
Su cabeza lentamente fue bajando hasta que sus labios rozaron los míos, ¡Me iba a besar!, Si, por favor besame, no te arrepientas y solo hazlo.«Suplica escuchada», pensé cuando sus labios se pegaron a los míos y comenzó con un jugoso beso haciendo me gemir suavemente, pero es que besaba muy.Sus manos fueron bajando por mí espalda lentamente, mientras nos devorabamos con la boca, mis manos se posaron en su pelo y lo jale un poco, escuché un gruñido de su parte, en ese momento de un movimiento muy ágil me levanto hasta que llegue a su altura, enrolle mis piernas en su cadera.El comenzó a caminar mientras sus manos estaban posadas en mi trasero, no pensaba por nada del mundo comentar algo impropio, porque no me lo perdonaría por nada del mundo.Escuché como la puerta detrás de nosotros se cerraba, nos separamos por falta de aire y nos miramos a los ojos,
Estaba parada en una sala con un montón de libros en mi cabeza, detrás mío estaba una señora de unos 50 años con un hermoso tablon para pegarme si me llegaba a mover.—¿Que decía la carta? —Pregunto Jeffrey.La famosa carta, ni siguiera tuve tiempo de saber lo que decía bien, porque llegó está señora con su hermoso asento francés y prácticamente me saco del dormitorio en pijama, afortunadamente Jeffrey se devolvió y me vio, porque si no estuviera aquí parada en pijama con miedo de que me diera esa señora con ese tablón.«Lamento mucho lo de anoche, bueno no lo lamento, pero tuve que hablar con mi hermano...», es lo único que pude leer antes de ser secuestrada por esta señora.—No lo sé, ella no me dejó leerla—Respondi—, ¡Ah!Grite un poco
Solté un suspiro pesado mientras evitaba que los libros de mi cabeza no se cayeran, pero era casi imposible con esta postura que tenía, no quería descubrir cuál sería la siguiente lección, ni menos pensar que tal vez no tenga la fortuna de que alguien caiga en esa trampa mortal que eran estás clases.—¿Cómo es vuestra madre la reina con ustedes?—Salio de mi boca sin pensarlo.«Piensa antes de hablar, mujer, piensa antes de hablar», me recrimine mentalmente.—Mi madre, es buena persona, siempre estuvo ocupada con sus obligaciones con el pueblo, pero es comprensiva, amorosa y muy sobreprotectora—Respondio la princesa Katherine.—A mi no me pareció eso ayer—Masculle despacio y Katherine soltó una carcajada dejando caer los libros de su cabeza.Yo me reí al verla, pero me sobresalte cuando escuché esa tabla pegar co
No podía salir de la verguenza, no sabía si el rey se había enterado de que había pasado la noche en la habitación del príncipe, pero claramente me acaba de poner en una situación extremadamente difícil.—Soy un poco tradicional, no me gusta el sexo antes del matrimonio, pero aunque vosotros ya estés casados, me imagino que se van a divorciar, así que pues prefiero que me prometas que cualquier insidente que suceda entre mi hijo y tú, evites que pase a mayores, claro está, que si al final se terminan casando como es debido, no me opondré y antes tendría que decirte que quiero un nieto, pero por el momento, solo espero que me prometas esas tres cosas—Menciono el rey—, ¿Puedo contar contigo?.—Eh... Si, Señor—Respondi nerviosa.¿Nieto?, ¿Casada como es debido?, Me parecía o el rey me acaba de decir que s