5.

5. Primera salida nocturna en Hades.

Tommy’s POV

- ¿El laberinto? – Preguntó Luciano.

- Sí, eso dijo. – Respondí.

- ¿Qué m****a es eso? – Preguntó Jason, estábamos sentados en su apartamento empezando a trabajar en el libro. Les conté todo lo que sucedió con Colin y sus amigos. Jason actuaba de una manera extraña, estaba distante y no sabía a qué se debía. Le pregunté, pero no me dijo nada al respecto.

- No tengo claro qué es, no me alcanzó a explicar porque lo llamaron y tuvo que irse.

- Debes juntarte con él para sacarle más información, pero te advierto una cosa Tommy. No sabes quién es él, puede que “Colin” ni sea su nombre, aquí nadie es de fiar, así que cuidado con mezclar sentimientos con alguien que puede ser un desquiciado o un psicópata. – Me dijo Jason en un tono bastante serio, casi amenazante.

- ¿Por qué desconfías de él?

- Por lo que me cuentas, parece ser uno de esos estúpidos que van por la calle enamorando gente y si te lo digo, es porque te conozco y sé que te enamoras rápido. Recuerda como la pasaste por enamorarte de alguien de la vida loca, como esteban.

- No me recuerdes eso. – Respondí con un nudo en la garganta, aún no soporto hablar de él.

- Es cierto lo que dice Jason, el parece ser de los que andan con dos o tres personas al mismo tiempo, si no, ¿por qué te coquetearía tan descaradamente con solo unas horas de haberte conocido? – Me dijo Luciano y negué con la cabeza.

- No creo que él sea así y de igual forma, no me fijaré en él. – Mentí, no podía dejar de pensar en Colin desde que lo vi por primera vez. Ya habían pasado diez días desde que lo vi y ansiaba volverlo a ver.

- Debe ser un rompecorazones pero bueno, olvidando el tema, creo que hoy deberíamos ir a tomarnos unos tragos. Parecemos mormones estando encerrados sin mujeres y sin beber nada. Hasta creo que volví a ser virgen, esto es terrible. – Dijo Jason y reímos.

- Cállate estúpido. – Le dijo Luciano.

- En serio, sé que no soy mujer, pero creo que cuando tenga sexo de nuevo, me romperán el himen que no tengo. Necesito tetas y las necesito ahora.

- No veo la hora de que mi princesa venga. – Dijo Luciano y lo miré decepcionado. Puede que Colin no sea el perfecto ejemplo, pero Katie, su novia, es bastante odiosa. Es molesta, engreída y grosera, no sé para qué va a una iglesia. – Vendrá en unos pocos días y se quedará mucho tiempo conmigo, dos bellos meses.

- Bueno amigo mío, eso quiere decir que no te veremos hasta diciembre. – Le dije y él me miró extrañado.

- ¿Cómo que no me verán hasta diciembre? No me mudaré.

- Es porque evitaremos el contacto contigo hasta que ella se vaya. – Le dije y el me incendió con la mirada.

- Tú princesa, con solo su presencia, hace que me de diarrea y no cualquier diarrea, me da la que es líquida. Hace que mis huevos se me metan dentro y se queden escondidos ahí. – Dijo Jason y reímos con ganas, Luciano se veía evidentemente ofendido.

- No entiendo por qué ustedes son tan crueles con ella siempre, sé que a veces dice comentarios fuera de lugar, pero… - Jason lo interrumpió.

- ¿Fuera de lugar? El día del bautizo de mi sobrino recién nacido, dijo que su piel era sospechosamente oscura. Por su culpa, mi hermana tuvo problemas con su esposo por ese “comentario fuera de lugar”. En serio, la evitaré, mi culo me lo agradecerá, sino se me hinchará de tanto defecar.

- Dijo que yo era una abominación y que me iría al infierno por salir con Esteban. Hasta insinuó que yo tenía una enfermedad por tener esas preferencias.

- Mejor me voy. – Dijo Luciano molesto, tiró la puerta antes de salir. Nosotros nos reímos de la situación, era divertido molestarlo diciendo cosas de ella, siempre termina yéndose.

- Algún día tendrá que dejar de ser tan delicado, hasta tú con esa cara de marica eres más hombre que él. – Me dijo él y reí, no me molesta para nada lo que él dice. Por el contrario, siempre me río de sus ocurrencias.

- Por lo que veo pensar en tetas te mejoró el ánimo.

- ¿Por qué dices eso? – Preguntó extrañado.

- Porque ya no estás molesto conmigo. – Me miró con una sonrisa fingida, pero sé que esa no era su sonrisa real. Espero que ese enfado no le dure mucho.

- Mmm…

Esperaba ver a Colin, cruzármelo en algún momento, pero no lo vi en ningún lugar. Pensaba en él, aún ni sabía por qué si solo lo he visto dos veces, pero es que, en verdad, él es perfecto. Es demasiado hermoso. Cualquiera en su sano juicio se enamoraría de él, solo espero que él no se fije en nadie. Qué tonto soy. Debería poder evitar estos locos sentimientos.

- Oye, ¡te estoy hablando hace medio siglo y estás en otro mundo! – Me gritó Jason sacándome de mis pensamientos.

- Lo siento, ¿qué es lo que me decías?

- Ya no importa. Mejor me voy. – Estaba más enojado de lo que pensé. Salió por la puerta principal, lo detuve antes de que siguiera.

- ¿Qué sucede? ¿por qué estás molesto conmigo?

- No es nada importante. – Esquivaba mi mirada y tenía el ceño fruncido.

- No quiero que estés molesto conmigo, es por eso que te pregunto. No sé qué te hice, no lo recuerdo.

- Que no es nada, olvídalo de una vez.

- Jason…

- Eres demasiado descuidado, me he cansado de advertírtelo y no me haces caso. Te vi caminando cerca al bosque con ese estúpido que te gusta. No lo conoces de nada, solo sabes que cayó de un árbol. Se apareció como acosador en tu apartamento y aun así te vas con él.

- No me gusta Colin…

- Mírame a los ojos y dime que en serio no te atrae él. – Me miró seriamente y bajé la mirada, sintiendo una pulsada de culpa recorriendo mi estómago.

Habíamos pasado el primer jueves aquí y habíamos olvidado que era el día sagrado, me di cuenta cuando me asomé por la ventana y no vi a todos con su vestuario extravagante usual, si no, vestían elegantes. Nosotros hicimos lo mismo, hasta fuimos a un templo. No sabíamos dónde era exactamente, pero seguimos a la gente y llegamos a este. Le tomamos fotos, era muy bello y a la vez extraño. Era de color perla por fuera y era inmenso. Por dentro, había numerosas estatuas y por lo que vi, veneran numerosos dioses, ese lugar es de los más increíbles que he visto en toda mi vida. Las personas se arrodillaban ante los dioses y les imploraban cosas.

En el fondo del templo, vi una estatua de Zeus, junto a Hera, la que se dice que fue su esposa incestuosa, ya que era su hermana, según la mitología griega. La estatua de Zeus era la más grande y la que más gente atraía, ¿por qué le dirán Zeus al líder? ¿Qué relación tienen? ¿será que él está obsesionado con este Dios? Debo hallar la forma de ver al líder, me da mucha curiosidad hacerlo y más saber qué o cual es el dichoso laberinto que mencionó Colin. Hay tanto de aquí que debíamos documentar en el libro que ni sabíamos por dónde empezar, por eso tardábamos tanto y hasta discutíamos por esto.

También compramos las máscaras de cerámica en una tienda religiosa, el tipo que atendía, que parecía literalmente un chamán, bendijo con un ritual extraño las máscaras antes de entregárnoslas. También nos empezamos a vestir como todos diariamente, hasta se puede decir que nos estábamos acostumbrando al lugar. Pero hay algo que me parece muy extraño. Cuando se van acercando las seis de la tarde y hasta las ocho de la noche, he notado que no hay tantas personas en la calle, ¿adónde irán todos que nosotros no sabemos?

En fin, esta noche iríamos a uno de los bares, escogeríamos uno al azar debido a la cantidad que había de estos.

Me vestí y esperé a los chicos en la entrada del edificio. Eran cerca a las nueve de la noche. Vi una cantidad de prostitutas impresionante, llenaban la calle entera. Jason bajó y casi que babea al ver a tantas mujeres con escotes y minifaldas.

- Hoy cenaré bien. – Dijo él, se acomodó su chaqueta negra y se acercó a una chica de cabello oscuro.

Luego bajó Luciano y fuimos los cuatro a una discoteca que queda a solo una calle del edificio. Digo cuatro porque Jason se trajo a esa chica. El lugar era una locura, no hay otra palabra para describirlo. Era grande y uno de los más populares por lo que había visto, tenía luces de neón y estaba abarrotado de gente, ¿de dónde sale tanta gente para llenar todos los bares de este lugar? Sonaba fuerte una música gótica y vi a muchos bailando, a otros bebiendo cocteles, cervezas, tragos, unos fumando cigarrillos y otros, marihuana, hasta vi a grupos de personas inhalando cocaína frente a todos como si fuera los más casual, así como tomarse un café.

Nos sentamos en una de las pocas mesas vacías y pedimos cervezas, no llevábamos ni media hora, cuando Jason ya se besaba con esa mujer que acababa de conocer, quién sabe cuánto cobrará por hora. La música sonaba muy fuerte y noté que todos eran bastante escandalosos, pero también muy alegres, todos se reían bastante y eso me parecía muy agradable.

Estaba un poco aburrido ya que Jason estuvo besándose todo el tiempo con esa chica, Luciano enviándole mensajes de texto a su novia y yo no hacía nada. Creo que debo conocer a alguien o no me divertiré. Caminé hasta la barra y me senté ahí, enseguida sentí varias miradas, entre esos, dos chicos y una chica, vi que me miraban. Miré a uno de ellos y se me acercó de inmediato.

- No te había visto aquí. – Me dijo él, era alto, un poco más que yo y tenía el cabello negro, traía puesto unos pantalones negros y una camisa roja oscura con flores blancas, este chico era atractivo. Se veía un par de años mayor que yo.

- Es la primera vez que vengo.

- Interesante, ¿quieres bailar? – Dijo con una mirada insinuante y lo pensé, pero luego asentí, con mucha pena. Fuimos hasta el centro, donde todos bailaban. Vi que Luciano me miraba burlándose y Jason me fulminaba con la mirada, había dejado de prestarle total atención a la chica para concentrarse en mí.

Este chico parecía no perder el tiempo, a la segunda canción, empezó a bailar muy pegado a mí, tanto que podía sentir su agitada respiración en mi cuello y pasaba sus manos por mi espalda. – Eres muy lindo.

- Gracias.

- En serio lo eres. Me encantas. – Dijo y me dio un profundo beso, fue muy intenso, pude sentir su lengua en mi boca. No sabía que hacer o decir, fue muy repentino, no sabía como debía reaccionar.

- ¿Por qué me besaste? – Pregunté nervioso, pero él no quería despegarse, me besaba sin detenerse y al parecer, aquí a nadie le molesta el hecho de ver dos chicos besándose, parecía ser lo mas normal. En mi ciudad esto hubiera sido mal visto. Jason no tardó en acercarse a mí, seguro viene a sermonearme de nuevo.

- ¿Qué crees que haces? – Me dijo al oído, por su tono de voz y su ceño fruncido, era más que obvio que estaba molesto. Él siempre está cuidándome, pero puedo tomar mis propias decisiones.

- Me divierto al igual que tú, ¿qué tiene de malo eso?

- Que tú no eres así y no conoces a este chico.

- Ya estoy grande mamá. – Bufó al escucharme.

- Como quieras.

Regresó a la mesa y vi que le dijo algo a la chica con que estaba, esta se fue y el se quedó bebiendo solo con Luciano. Jason puede ser un dolor de cabeza a veces y sí, adoro a este estúpido como a nadie, pero debe dejar de ser tan sobreprotector conmigo.

El chico que bailaba conmigo solo reía ante los reclamos de él y hasta me preguntó si Jason era mi ex novio, negué con la cabeza mientras me reía ante su absurda suposición. ¿Yo novio de ese loco? Imposible de pensar algo así.

- ¿Ya te dije que me encantas? – Me dijo al oído para retomar lo de antes y luego sentí su lengua en mi cuello, me estremecí.

- Sí… - Respondí, él me acercó más a él y me besó de nuevo, tocaba mi trasero con sus manos.

- Es extraño ver a un chico lindo y tímido como tú, eres un espécimen. – Sonreía de par en par y me miraba a los ojos. Trataba de no mirarlo más de unos segundos porque podría desmayarme de la pena.

- Exageras…

- ¡Claro que no! Todos los chicos de aquí son aventados y tu ni me miras a los ojos. – Dijo riéndose y tomó mi rostro con sus manos, y me besó, lo seguí. A fin de cuentas, no creo que esto sea algo malo, no tengo pareja ni nada cercano a eso. No daño a nadie. Después de unos minutos de besarnos sin parar, me jaló del brazo hasta la parte de atrás del antro y me hizo entrar a uno de los baños.

- Eres precioso. – Me dijo mientras me desabrochaba los jeans y sin titubear, metió una de sus manos en mi ropa interior y agarró mi miembro mientras me besaba. Gemí y me sentí mal, no suelo hacer este tipo de cosas con gente que no conozco. Debo al menos conocerlo un poco más para no sentirme de esta manera. Pensé que solo nos besaríamos…

- Vamos un poco rápido… bailemos un rato y luego hacemos lo que quieras.

- Como quieras. – Dijo y me guiñó un ojo. – Pero hoy no te escaparás de mí.

Salimos de nuevo y quise seguir bailando con él, pero no dejaba de besarme. Noté que había muchas personas en nuestra misma situación, al parecer aquí son muy liberales y candentes por decirlo de esa manera. Traté de separarme un poco y bailamos normal varias canciones hasta que de repente, sentí que me mordieron la oreja y jalaron mi camisa por detrás, giré y vi a una mujer muy llamativa, vestía un traje de gala azul, ostentoso, con plumas blancas encima. Era rubia, tenía rulos, pero no pude ver bien su rostro, estaba oscuro y se fue enseguida. Esa mujer hasta traía una corona puesta, ¿por qué me mordió? Sentí que ella me era muy familiar, ¿qué demonios sucede?

- Oye, ¿tú quién eres? ¿por qué la doncella te mordió? – Me preguntó el chico con que bailaba.

- ¿La doncella? – Pregunté alterado.

- Sí, ella es la doncella, ¿en qué mundo vives?

-Pues…

-Debo irme… – Me dijo y se alejó de mí asustado. ¿Quién es esa mujer?

De repente apagaron la música y vi que ella se subió a la tarima junto a dos mujeres más, ella estaba en el centro. Una luz las alumbró y su rostro se me hizo muy familiar, pero no veía bien porque estaba lejos. Todos empezaron a gritar cuando ella empezó a bailar, al parecer es una estrella conocida aquí. Me acerqué más a la tarima para verla de cerca. Me escabullí entre la multitud de gente que se acumuló para verla y cuando la pude ver de cerca, me impacté, era muy parecida a Colin. ¿Será su hermana? ¿pero cómo me conoce? Las tres seguían bailando y todos gritaban emocionados, la miré unos minutos más y no había duda. Era Colin disfrazado de mujer, qué interesante. Me reí mucho al averiguar eso.

¿Cómo podría haber adivinado que el en sus tiempos libres se vestía de mujer y bailaba? Eso no me molestó ni decepcionó en lo absoluto. Por el contrario, me pareció bastante cómico y aunque suene raro, me gustaba. Él en verdad no es como los demás.

Regresé a la mesa junto a los chicos. Luciano me guiñó un ojo dándome su aprobación, seguro pensó que me follé a ese chico. Jason no me miraba, seguro estaba molesto conmigo porque no le hice caso.

- Pensé que te irías a un motel con ese chico, te quería comer delante de todos. – Dijo Jason y reí al verlo así de molesto.

- Cosas que pasan.

- La que sí es hermosa es esa chica que está bailando, la del centro. ¿Será la miss de hades? – Dijo Luciano.

- Pues esa chica que te parece hermosa, es Colin.

- No te creo. – Dijo Jason asombrado.

Después de un rato que Colin se bajó de la tarima, no tardó en acercarse a mí.

- Bombón. – Me dijo y me dio un beso en la mejilla. Me sonrojé y reí, ellos lo miraron perplejos.

- Estos son mis amigos. – Le dije y se los presenté. - ¿Con qué de noche te transformas en “la doncella”?

- Es una historia difícil, no le digas a nadie que soy hombre o se armará un lío aquí.

- No diré nada.

- Te vi bailando con un insípido ahorita, no me gusta eso Tommy. Se supone que eres solo mío y yo no comparto. – Solo me pude limitar a reírme, él siempre diciendo cosas así. – Sabes que es broma.

- Lo sé, no me molesta. ¿Solucionaste tu problema?

- Sí… mañana iré a visitarte, estos días no he podido. Sé que me debes extrañar y te entiendo. Bailo aquí los fines de semana, así que ya sabes donde puedes encontrarme.

- Lo tendré en cuenta, tengo muchas dudas y sería genial que me ayudaras.

- ¿Podemos ir afuera un rato? Acá no te escucho bien. – Me dijo y me hizo señas para que lo siguiera. Lo hice. Enseguida el frío me golpeó el rostro, estábamos en la acera de la calle, había muchas personas afuera. - ¿No has tenido más problemas?

- No, he seguido tus consejos y he pasado desapercibido. Me agrada estar aquí y no pensé que alguna vez diría eso. Es extraño hablarte vestido así.

- ¿Te incomoda? – Preguntó preocupado.

- ¡No! En lo absoluto. Estás demente en serio.

Su teléfono volvió a sonar y el lo miró de nuevo asustado. Contestó esta vez y sé que no debería, pero escuché a propósito lo que el decía. Parecía que alguien le reclamaba algo, ya que el respondía que no estaba haciendo nada malo y que no estaba con nadie. Él debe tener pareja y es lógico, un chico como él nunca estaría soltero y si lo estuviera, no se fijaría en un tonto tímido como yo. Aunque de igual forma me hubiera gustado que no estuviera con nadie. Colgó después de un par de minutos.

- ¿Era tu novio? – Pregunté directo.

- Sí… Vince. – Respondió incómodo, se nota que no quería hablar de él.

- Me alegra por ti. – Mentí, ¿qué más podía decir? – Debo regresar adentro con mis amigos.

- ¡Espera! ¿aún puedo ir a verte mañana?

- Claro que sí. – Sonrió y me abrazó, también lo abracé. Sentí un cosquilleo por todo mi cuerpo y algo muy fuerte en mi estómago. ¿Qué sucede? No lo conozco hace nada y ya siento este tipo de cosas, no me puedo enamorar de él, nunca lo puedo hacer.

- Te gusto, cariño. – Me dijo y enseguida lo solté, intentando disimular.

- No es cierto… - Respondí nervioso. Miré hacia abajo, mi garganta se cerró y se me bloqueó todo.

- Entra que te están esperando, nos vemos en unas horas dulzura. – Me dijo y se acercó, y me dio un beso muy cerca a los labios, luego se fue caminando y vi que más adelante, se subió a un auto deportivo que lo esperaba. Me tomó varios minutos reponerme de eso.

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