—¿Cómo no? Así es más respetuoso. —Y también ríe—. Ya creo que hasta me gusta. —Ella lo mira mal.—Deberías irte, para que descanses. —Se levanta y él también.—Está bien. —Sonríe amablemente—. Pero tú eres la que debe descansar. —Y se dirige a la ventana.—¡Oye! —Llama su atención—. Siempre te cuento de mí, pero no hablas mucho de ti. —Lo mira de forma desconocida.—Mi vida no es muy interesante, me gusta escuchar a los demás... Pero algún día con gusto, que tenga buenas noches señorita Ryan. —Le guiña el ojo y sale por la ventana.—Buenas noches amigo mágico —susurra para sí misma. Claro que era un amigo mágico, como podía ser posible que cuando él estaba presente todo estaba bien, pero cuando se iba, todo se volvía de la mierda.***—Llega tarde Señorita Ryan —reclama el profesor.—Lo siento. —Se siente apenada, todos la miraban como si fuera un monstruo.—¡Holly estas horrible! —comenta su amiga mientras Holly se acercaba forzada.—Gracias por el cumplido, yo también te quiero Mó
—Es una escuela pública, cualquiera puede entrar y pensarían que es un estudiante. —Ríe algo obvio.—Que gran seguridad tenemos, horita entran secuestradores. —Mira a la escuela con desaprobación y él ríe levemente.—No soy un secuestrador y si así fuera, ni te avisaría que vengo por ti, vives trauma con los secuestradores... —Niega riendo, ella acepta el ramo.—Algo... Responde la otra pregunta y acepto los chocolates. —Lo espera.—Pues vine a buscarte. —Está decidido, ella acepta los chocolates.—¿Cuándo me avisarás con un día de anticipación? —Espera una explicación.—Cuando aprendas a saludarme. —Le guiña el ojo.—Yo sé saludar, solo que no me apetece hacerlo contigo. —Se pone odiosa.—¡Holly! —dicen sus amigas al unísono en forma de regaño, él solo se ríe y se acerca sensualmente al oído de Holly.—¿Esa será tu forma de tratarme siempre? —susurra con voz ronca—. Porque solo logras seducirme más... —La morena traga saliva.—¿Por qué no me pides salir como las personas normales? —T
—Ponte de ánimos, porque yo no voy a permitir que ese idiota te esté haciendo favores y dando regalos. —Ella se sienta y lo mira mal.—Entonces préstame más atención cómo tu novia. —Él se acerca a ella y le toma el mentón para besarla.—Eso haré, no te arrepentirás. —Ella aparta la mirada.—Estoy cansada, por favor Tim. —No quiere mirarlo. Él gruñe y se va, Holly agradece a Dios que lo tomo un poco bien y no formó un escándalo, tal vez sería un paso para cambiar y no perder a su novia por la actitud que tiene.***—¿Así que últimamente su novio quiere remediar todo? —Asiente sin poder creerlo.—Si joven Basquin, lo hemos investigado, va al psicólogo para estar bien con Holly, por los momentos se ha portado bien con ella, le lleva detalles y ella se le ve alegre, va casi todos los días a visitarla. —Le entrega una carpeta y el rubio la recibe.—¿A qué se debe ese cambio? —Ascher se coloca pensativo.—No lo sé Joven Basquin... ¿Quiere que intervenga? —propone.—No. —Raspa levemente sus
—¿En serio quiere eso? —pregunta el rubio de forma tierna.—Sí, parece más niña que nosotros. —Harry comienza a reír.—Pero es adorable —dice encantado con lo que le dijo.—¿Ustedes son novios? —pregunta el pequeño Ashton.—No, solo soy su amigo, ella es novia de Tim. —Aprieta sus labios lamentándose.—Tim no me cae bien... Él es muy malo con mi hermana. —El pequeño hace un gesto enojado que a la vez es tierno, mientras jugaba con su camión en el suelo, juguete que le había traído Ascher.—Sí, sea lo que sea, él no tendrá mucha paciencia y la va a volver a maltratar. —Afirma Harry con la cabeza creyendo en ello.—¿Y a qué se debe su cambio? —Ascher se siente intrigado.—Él vino varias veces reclamándole, un día él estaba súper celoso por algo que le habían dicho de ti, creo que fue algo de los detalles que le das a Holly o algo así y, bueno ella con el sentimiento acumulado, no permitió ese día ser maltratada por él, así que prácticamente lo amenazó a que si no se controlaba, pues ter
—¿Qué haces aquí? ¿Y con esta chica? —Tiene un tonito de celos, los cuatros se paralizan con su presencia—. ¿Nadie me dirá nada o qué? —Espera respuestas.—Hola Holly, ¿Cómo estás? Feliz día del amor y la amistad. —Ascher le sonríe amablemente.—Hola —responde odiosa—. ¿Quién es ella y qué hacen en mi casa? —Se cruza de brazos.—Hermano, creo que nos espera algo en la cocina. —Harry se sentía nervioso, toma a Ashton del brazo y trata de llevárselo robando la atención de Holly.—Pero quiero ver su reacción. —Ashton intenta quedarse, estaba emocionado—. ¿Qué nos puede esperar en la cocina? No hay nadie en casa, ni la comida nos espera lista, ¡auch! —se queja cuando su hermano lo pellizca para que entienda la indirecta—. De acuerdo, vayamos a fingir que comemos. —Se logra escuchar de su inocente voz antes de que se fueran totalmente.—¿Pensé que saldrías hoy? —pregunta Ascher, ella lo mira mal y luego ve a la chica.—¿Qué hace ella en mi casa? —Ignora el comentario de Ascher y la señala.
—Bailemos como la noche en la que nos conocimos —propone recostada en su pecho.—¿Sin música? —recuerda.—Si —dice en un suspiro de soñadora.—No hay placer más grande que cumplir tus deseos princesa preciosa. —Besa nuevamente su cabeza, bailando de un lado a otro de forma lenta.—Gracias. —Levanta su rostro—. Por todo. —Lo ve satisfecha.—La noche aún no termina preciosa. —Ella lo ve confundida.—¿A qué te refieres? —Él sonríe de forma cómplice.—Subamos a la casa del árbol, te preparé algo para cenar. —Suelta su cintura y toma su mano, para luego dirigirse a la casa del árbol.—¿Pizza? —Ella espera haber acertado.—No, sé que te encanta, pero en realidad preparé un plato inglés. —Ella se detiene soltando su mano y se cruza de brazos con el ceño fruncido, él voltea a verla y parecía una niña malcriada, la ve entre tierno y divertido, suspira—. De acuerdo, también hice pizza. —Trata de convencerla.***—Quieres ser arquitecto, también cocinas, eres inglés, eres romántico, detallista,
***—¿Es millonario? ¿En serio? —La morena se impresiona al escuchar la noticia salir de la boca de su amiga rubia.—Sí, me lo confesó ayer, dijo que no me lo dijo al principio porque no sabía si yo estaría de acuerdo o lo aceptaba. —Se le veía feliz.—O no te conocía lo suficiente y pensaba que le ibas a quitar el dinero, como le pasó a Holly una vez con Tim —dice la pelinegra después de haber tirado la bola a los pinos. Estaban celebrando la amistad jugando Bowling en su lugar favorito de la ciudad.—No es lo mismo. —Samantha la mira mal por su comentario.—Pero cuidado te pasa, mira que la pobre Holly no puede ahora terminar con él. —La morena se levanta molesta.—Ustedes nunca entenderán. —Camina y se dirige a los baños, antes de llegar a ellos, una mano la detiene.—Sabía que te encontraría aquí. —Le da una leve sonrisa.—No estoy de humor y menos con lo que me hiciste ayer. —Trata de zafarse ahora de un agarre demasiado fuerte, pero no lo logra, él se pone intenso.—Te estuve l
Era fin de semana y las chicas se encontraban en el estacionamiento de la escuela con una autorización del director.—¿Crees qué nos vaya bien? —pregunta Holly insegura de la idea.—¡Claro! No hay otra forma, el baile se acerca, somos parte del comité y necesitamos recaudar fondos —le explica la rubia mientras coloca un cartel de «Se lava auto» en la entrada del estacionamiento.—Está bien, espero que tengamos clientes. —Holly trata de ser positiva.—¿Y por qué en la escuela? —Mónica se expresa fastidiada.—Porque el director tiene que supervisar. —Sam señala a un hombre de mayor edad calvo y con lentes sentado con ropa playera leyendo el periódico.—¡Iugh! —Lo ve asqueada—. Sacrificamos nuestros ojos por el baile. —Deja de mirarlo y hace reír a sus amigas—. ¿Por qué no le dices a tu novio que nos dé el dinero? y así no tenemos tanto sufrimiento. —Tapa sus ojos para no ver al director.—¡Las puedo oír! —grita desde su asiento y lo ven.—¡Mónica! —Sam la regaña y ella alza sus manos en