AVA
No se ni como explicar el calor que emerge cuando golpea mi rostro con su falo duro, su mano toma un puñado de mi cabello manteniendo mi cabeza quieta mientras que con la otra sostiene su vara castigando mi cara como un vicioso.
—Estas muy consentida princesa—me dice dejándolo caer en mis labios—tendré que castigarte para que sepas a quien amenazas.
—Solo me quiero ir—le digo con lágrimas en los ojos—por favor.
—Está bien—me quedo petrificada—solo entrégate a mí una última vez.
—Mientes—como confiar en el—te burlas de mi nuevamente.
—No lo hago—pasa la pu
AVASus palabras se repiten una y otra vez mientras busco algo de ropa que ponerme, un jean y una playera es lo más normal que hay en el ropero, tomo unas sandalias por no ponerme a buscar más y salgo de su habitación con el pecho cargado de tantos sentimientos que no me permito aflorar.La carpeta y mi celular es lo único que me llevo antes de apretar el botón del ascensor que se abre, «volverás a mi» esa palabra no sale de mi mente mientras abordo el aparato que me lleva lejos por fin de su lado, ¿porque no estoy feliz? No lo se sinceramente pero cuando reacciono estoy a las afueras, sin nada, así como lleve me voy, sin saber para donde coger, tengo mi celular el cual llamó a la única persona que puede ayudarme en estos momentos y que no demora en llegar. AVA—Solo digo lo que veo mami—comenta Lisa—es mi hermano y todo lo que quieras, pero sigue siendo hombre y por consiguiente traidor por naturaleza.—Oye loca, yo no soy así—se queja Novak mientras la madre ríe y a mí se me escapa risitas—respeta que soy un hombre que mira más allá de lo físico.—Vamos a dejar ya esta discusión mis niños, pero quiero decirte Lisa que nos solo los hombres traicionan, también las mujeres porque también sentimos y con potencia, entiende que cuando es el lenguaje del cuerpo quien habla, no hay razón, religión o creencia que valga, porque solo hay un instinto que prevalece por encima de la razón.—Satisfacci&oSOCIEGO 4
AVA—Ava—se levanta mama y no tardan mi padre y hermano en venir a mi encuentro mientras me rodean con sus brazos—mi hija.Mama no deja de llorar, al igual que papa mientras me besa la mano y mi hermano la mejilla derecha, mama me abraza fuerte en tanto me susurra lo mucho que me quiere, mis ojos buscan a Arya que se mantiene sentada con los brazos cruzados ignorándome, la alegría se ve empañada por su lejanía, sin embargo, trato de que su actitud no me afecte.Ya después hablare con ella.—¿Donde estabas? ¿qué paso? —mama me llena de preguntas que no respondo, simplemente la abrazo llorando en sus brazos.Mama no deja de preguntar cosas que no debo, no quiero responder, desvió la conversación y Novak es otro que me ayuda llevando la atención en el problema real y es el desalojo, Arya se mantiene seria mientras la mirada de Ignac
DRACCOLibero el aire contenido dándole otro sorbo a mi vodka mientras desde el balcón observó el cielo estrellado pensando en lo que no debo, a pesar de buscar a una de mis tantas amantes Katrina no logro satisfacerme como lo hace ella y es extraño porque con cualquiera disfrutaba del sexo ampliamente.La deje ir porque volverá, y cuando lo haga estará dispuesta con todas sus culpas o lo que sea, a entregarse a mí por completo, dejo la copa vacía en el borde en tanto mis pensamientos se dirigen a toda ella, toda por completo y a pesar de disfrutar de verla sufrir al entregarse a mí, también es cierto que comportarme como un maldito acosador o demente que obliga a una mujer a estar con él, no es mi estilo, ella me lleva al limite por eso hice lo que hice, pero ahora las cosas serán distintas porque será ella quien venga a buscarme.Los brazos de la mujer c
DRACCODormir casi no puedo y muy temprano en mi oficina me reúno con mi mano derecha, hombre leal que trabajo con mi padre y que ahora trabaja para mí, digamos que se encarga del trabajo sucio que en algunas ocasiones requiero.—Dos días señor—me dice sentado frente a mi—y espero que escuche noticias.—No me defraudes, intenta que no haya bajas—asiente—no quiero tener en mi conciencia la muerte de personas que no tienen nada que ver en esta guerra.—Me retiro señor—se levanta para irse.—Leyton—llamo su atención—¿tu familia como esta? —sonríe.—De maravilla señor, mi esposa le manda saludos y mi pequeña Giorgina cada vez más grande, solo tiene cinco meses y es demasiado inteligente.—Me alegra Leyton—lo miro a los ojos —no me falles.
AVARealmente no pienso asi como el, mi autoestima no es mala, pero tampoco me considero una mujer bella físicamente, soy de lo que podrían llamar una mujer común como tanto me dice Cruella.—Es injusto.—Lo es, porque eres una buena mujer—me ofrece la carpeta que tomo guardándolo en mi bolsa—ya no pelees más— aconseja—entrégate a él y que disfrute de tu cuerpo tanto como quiera, conozco a los hombres como Dracco se cansara rápido de ti y todos a corto plazo tendremos lo que queremos si cedes un poco.Me retiro indignada saliendo de su oficina sin nada de nuevo, o si, una amargura y tristeza que siento que ya no puedo más, traiciones, mentiras y engaños, no se si pueda resistir un golpe más, las piernas me pesan cuando bajo las escaleras y las lagrimas bañan mi rostro cuando salgo del edificio.Despierto del bonito sueño qu
AVAMe levanto furiosa con el rostro sonrojado.—Espera Ava—Paris toma mi mano—respira mujer y escucha.—No tenias derecho a revelar algo tan íntimo—le digo mirándolo a los ojos—era algo que solo me concierne a mí y nadie tenía porque saber, no puedo confiar en ti.—Perdon, pensé que era algo importante que ellos supieran—se defiende.—Ava mi cielo, solo escucha—insiste Novak—es por tu bien.—Conozco los métodos de Dracco—aparece en mi campo de visión la chica—no sientas vergüenza porque eres una victima de ese desgraciado Ava, se que Paris no debió hacerlo, pero no lo hizo con mala intención—lo miro por un momento—pero escucha nuestra propuesta si quieres tener a ese hombre lejos de ti y sobre todo si quieres proteger a tu familia.Vuelvo a sentarme, no te
AVAMe es imposible quedarme dormida a pesar de tener sueño, mi mente es un espiral de imágenes que me confunden cuando la pregunta de París es la causante de este embrollo en mi cabeza.Me levanto del sillón incómodo por un poco de café, enciendo la luz y buscó la cafetera, coloca el filtro del café en el lugar correspondiente, busco el café colombiano en una de las gavetas y solo aplicó cuatro cucharas, lleno el recipiente de agua encendiendo la cafetera mientras mi mente se pierde pensando cómo resolver tantas cosas.La propuesta deParis y sus abogados es otra cosa que me devora las neuronas, por supuesto que deseo ayudar a mi familia, es un hecho que no quiero volver a estar a sus pies, rogando por un poco de misericordia que nunca obtendré, apoyo mis manos en la encimera pensando en cual de todas esas opciones utilizare.No q