DRACCO MCDONALDS

Me levanto sin soltarle la boca corriendo todo lo que estorbe en mi escritorio y la abro de piernas cuando subo el vestido hasta su cintura y observo la pequeña braga de encaje rojo que le cubre su sexo depilado.

Corro la tela liberando mi polla erecta, ella baja las tiras del vestido ofreciéndome las tetas que chupo mientras me masturbo rodeando con mi mano el glande que aprieto provocándome placer mientras que con mi otra mano, mis dedos miman sus pezones, cuya sensibilidad se hace tan alta que no soporta el menor roce ya que no para de gemir mojándose cada vez más.

Comienza a tocarme la cabeza metiendo los dedos en mi cabello y no me gusta que lo haga, se lo he dicho ya. La siento en la mesa sacándole la prenda la cual utilizó para amarrarle las manos.

Gime audible cuando acaricio el sexo que me empapa los dedos de lo increíblemente mojada que esta. Me gusta provocar esto en una mujer, sea la que sea me sube el ego y busco el condón que me pongo como protección.

—Y