AVA

Se me dificulta saber la ubicación, pero me imagino que es al lado izquierdo, me encuentro con Zoe que viene de tomar un pedido y aprovecho el encuentro para que me oriente un poco, las mesas como tal no tienen un numero para uno identificarlos y ella saben ya por la posición de cada una.

—Mesa 15—le susurro. 

—Es el área privada, —responde —sigue derecho después de la cortina al fondo a la derecha. 

Asiento guiñándole el ojo, es muy buena compañera y sigo sus indicaciones abriendo la persiana buscando la mesa que ubico sin demora pero que al ver a las personas que lo ocupan el corazón se me paraliza de inmediato. 

Me quedo estática con una tonelada de plomo en mis piernas sin saber qué hacer con el corazón que retoma lento sus latidos y para cuando quiero devolverme por donde vine, sus ojos oscuros chocan