"¡Tío Vino!"

El grito de Justin desde la puerta hizo que Anna volviera a la consciencia. Volvió la cabeza hacia atrás, Justin agitó su regordeta mano, invitando a Vino a seguirlo arriba.

"¿Te has echado de menos, Tío?"

Vino subió corriendo las escaleras, luego tomó a Justin en brazos y lo llevó adentro, olvidándose por completo de Anna.

Anna lo siguió, le costó un poco llevar el gran ramo de flores que le había regalado Vino.

Desde afuera se oía la risa de Justin, lo que hizo que Anna sonriera levemente.

"¿Tu mamá no vino, Vin?", preguntó la madre de Amarta.

"Mamá recibió la visita de una tía de Malang, señora. De repente, aunque ayer tenía la intención de venir, iba a quedarse aquí, dijo, ya estaba haciendo las maletas".

Vino se rió entre dientes, le dio pena su madre, pero ¿qué podía hacer? Su tía llegó de repente y se quedaría unos días en su casa antes de ir a Lombok.

"Sí, la señora pensó que tu mamá vendría porque esta mañana todavía hablaba con la señora por chat, preguntándole