Maximiliano ya se encontraba algo cansado, pero creyó que ya habia confundido al cocodrilo por lo que busco regresar a la orilla para tomar a Isabela y correr lejos de esa loca habitación pero al mirar a verla, noto que su ángel le apuntaba con un arma y noto que ella le mirada de forma seria mientras le apuntaba, algo que le asusto, pero antes de que pudiera decir algo escucho el sonido de la detonación de la pistola… se asustó más al sentir como esa bala paso rozando su mejilla derecha y segundos después se escuchaba como algo grande caía a sus espaldas salpicando. Maximiliano se giró por inercia para ver atrás notando que el cocodrilo que le perseguía estaba muerto y por la distancia se notaba que estuvo a punto de ser comido por él, noto para su asombro que la bala quedo en medio de los ojos del lagarto. La cara del rubio quedo azul… y se juró así mismo 2 cosas: nunca dejarle una pistola a mano a su ángel y dos: jamás hacerla enojar.

- Max apúrate, que los otros se están acercando