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Capítulo 3: Sesión nocturna.

Filip

Ese día por la noche, me decidí por ir a buscar a Rosé en su casa para poder hablar seriamente con ella. Últimamente me he estado sintiendo muy mal por aquellas cosas que le hice en un pasado.

Al entrar en su elegante casa, me recibió con una ligera sonrisa y me invitó a sentarme mientras ella terminaba de hacer algo en su computadora, que por cierto no sabía que era ese algo.

— Rosé ¿Qué tanto estás haciendo en tu computadora? –le pregunté observando las delicadas facciones de su rostro y ese precioso cabello rosa que tanto amaba ver en ella. Rosé tenía el cabello castaño escuro originalmente, solo que a la edad de quince años decidió por pintárselo de aquel rosa pastel y vaya que le quedaba realmente bien.

—Hay demasiados secretos que he guardado para mí durante varios años, me he dado cuenta que la única forma de liberarme un poco al menos es escribiendo. Escribir me hace sentir viva ya que puedo dejar un poco de mí misma en cada una de mis historias. Esto me hace sentir feliz, y no me interesa en lo absoluto si esto te agrada o no –respondió con frialdad mientras continuaba concentrada en la dichosa computadora. Ella es realmente una reina pues puede tenerme a sus pies sin importar la actitud que tenga conmigo.

Decidí callarme y obsérvala con sumo detenimiento por minutos y minutos, es que jamás me cansaría de ver al amor de mi vida. Junto a ella descubrí cientos de incógnitas que he tenido desde que nací, y creo que lo más importante es que ella pudo darme los mejores recuerdos que hoy tanto atesoro en mi memoria.

—Preciosa... ¿En qué género de la escritura estás incursionando? –Cuestioné sentándome a su lado y acariciando su cabello con suma delicadeza.

—Romance, novela juvenil, fantasía –respondió viéndome a los ojos por un mínimo lapso de tiempo. Ese pequeño contacto visual hizo que mi corazón se acelerase una vez más.

—Me alegra que hayas encontrado algo que te guste y ayude mucho a que te sientas tranquila, sin embargo hoy he venido hasta aquí porque tengo algo que decirte –le dije cansado de todos los pensamientos que cruzaban mi mente en ese mismo momento.

—Filip...no me hagas esto de nuevo. Siempre has hecho exactamente lo mismo conmigo: te cansas de que no podamos tener una relación sentimental y vienes a pedirme que no me vaya de tu lado, al final de cuentas siempre terminas haciéndome demasiado daño y no sé si lo haces consciente o no.

—Escúchame, por favor.

—Ya no quiero escuchar lo mismo una vez más, Filip. Entiende que aunque te ame con locura y seas el amor de mi vida, ya no debería seguir permitiendo que me hagas daño. Esto que hacemos constantemente, no nos hace bien a ninguno dos y ya han pasado tantos años...

—Hemos estado enamorados el uno del otro durante trece largos años, se supone que si nos hemos amado por tanto tiempo ya deberíamos ser marido y mujer. Sinceramente, ya no puedo seguir ni un día mes con esto. Lo siento Filip pero esta es la mejor decisión.

—No me hagas esto Rosé, si tú no estás aquí no sé qué va a ser de mí. Prometo que cambiaré solo para que nosotros dos podamos ser felices con el otro.

—El problema es que a estas alturas tú ya no vas a cambiar quien eres... —sollozó levemente dejando su computadora a un lado— No imaginas cuanto me duele decirte esto, creo que esto me duele más a mí que a ti. El amor suele doler siempre, pero estamos haciendo que duela más de lo que debería.

—Eh, te pido de todo corazón que no me hagas esto. Por favor, permíteme quedarme a tu lado por más tiempo.

—Filip, por favor ya no me pidas nada más...Ya has arrasado con todo en mi vida ¿Acaso quieres seguir arrasando con algo más?

—Esta será nuestra última sesión nocturna, luego de esta noche no volveremos a hablar de nosotros dos como una pareja –respondió besando mis labios con delicadeza— No digas absolutamente nada y disfruta de la última noche...No pienses en lo que va a pasar después.

Cerré los ojos dejándome llevar por las palabras de Rosé. Ahora disfrutaría de este momento, mañana ya buscaría una solución.

Aleska

Rosé llegó a mi departamento a las tres de la madrugada. Ella era un completo desastre pues intentaba respirar con tranquilidad.

— Rosé ¿Qué te sucede?—pregunté invitándola a pasar y a sentarse— Por favor, entra rápido y cuéntame.

—Le he dicho a Filip que ya no quiero tener ningún tipo de relación amorosa con él—sollozó ocultando su rostro con sus manos— Me he atrevido a decirle lo que siento en verdad.

—Has sido una mujer muy valiente al decirlo eso –le dije acariciando su espalda y sirviéndole un vaso de agua fría— Rosé, eres una mujer demasiado valiente.

—Todo lo que siento cuando lo veo cerca o viene hacia mí, es algo muy difícil de expresar. Lo único que realmente quiero en esta vida es que el corresponda mis sentimientos y que me dé al menos una pequeña parte de su hermoso corazón.

—Aquellos ahora son tus deseos pasados, todo lo que tenga que ver con Filip se quedará en tu pasado. Intenta dormir en este momento, mañana tenemos que ir a trabajar.

Ella asintió con delicadeza y se levantó para irse a casa.

—Si no quieres volver a casa, puedes quedarte a dormir aquí –le dije viendo cómo se preparaba para dejar la casa— Ya mañana te irás a casa cuando te sientas un poco mejor.

10 de abril, 2019

Rosé

Iba caminando por la empresa en dirección a la oficina de Bruno, pues cuando conocí a Aleska le prometí que le preguntaría que intenciones tenía con ella.

—Bruno...—saludé la entrar— ¿Cómo has estado?

—Todo está bien, por suerte –sonrió- ¿Qué te trae por aquí?

—Voy a ser directa contigo ¿De acuerdo? —Suspiré— ¿Acaso te gusta la nueva diseñadora?

—Sí que me atrae, no lo voy a negar, por esa misma razón la invité a cenar.

—Oh, sabía que era por eso...

— ¡No me digas! ¿Se nota que me gusta?

—Solo lo he notado yo por lo bien que te conozco —le dije con una sonrisa— Ahora me iré, solo vine a aclarar mi duda.

—Ya lo imaginaba...

Abandoné la oficina de mi amigo con una enorme sonrisa en el rostro. Entré a la oficina de Aleska sin previo aviso para contarlo lo que había averiguado:

— ¡Aleska! Ya le he preguntado a Bruno el por qué te invitó a cenar esa noche.

—Ay, querida amiga, creo que has averiguado en vano. Hay algo que no he tenido tiempo de comentarte.

—Cuéntame ahora mismo entonces...—me emocioné y aplaudió.

—Bruno me dijo que le interesaba conocerme más a fondo, que le parezco una mujer hermosa y cosas como esas...

— ¡Bendito señor! Ha escuchado mis plegarias. Bruno no es un hombre de muchas mujeres.

—Ya me he dado cuenta por suerte, también espero conocerlo más a fondo.

12 de Abril, 2019

Mis primeros días en la empresa fueron una verdadera maravilla. En verdad sí que me sentía contenta con mi trabajo y con las personas con quienes compartía mi tiempo también. Al fin ya había llegado el sábado así que me preparaba para tomar un vuelo a mi República Checa hasta que sonó mi teléfono:

—Buenos días —saludé.

—Buenos días preciosa –escuché la voz de Bruno del otro lado— ¿Qué harás hoy?

—He planeado un viaje corto a casa –respondí— Saldré en una hora al aeropuerto ¿Quieres venir conmigo?

—No hay nada que me gustaría más –estoy segura de que esbozó una sonrisa— No hay cosa que no quiero realizar contigo, en verdad sí que lo quiero absolutamente contigo y solo contigo.

—Haces que comience a pensar en ti solamente, Bruno sí que tienes un gran poder de seducción.

—Todavía no conoces todas las cualidades que tengo para mostrar –dijo— Es mejor que te prepares para el viaje, mándame tu dirección e iré a recogerte pronto.

Colgué la llamada y me apresuré a planchar mi falda de pliegues. Si iba a ir de viaje con el maravilloso Bruno, debía parecer una mujer elegante sin duda.

Bruno vino a recogerte alrededor de las ocho de la mañana, por suerte en ese momento yo ya me encontraba lista. Al salir de mi departamento, vi a Bruno parado junto a su automóvil.

—Buenos días, Aleska —me saludó y se acercó a besar mi mano derecha.

—Hola Bruno, no pensé que vendrías conmigo –sonreí— Intentemos irnos rápido, quiero llegar a tiempo.

El camino fue muy agradable debido a que él puso música pop en el auto y conversamos de temas aleatorios.

—He escuchado por ahí que tu país es algo sumamente digno de admirar –me dijo mientras detenía el auto, siguiendo las reglas del semáforo— Es como si fuera un país de la época medieval ¿Cierto?

—Estás en lo correcto realmente –respondí con sorpresa— Mí país natal es demasiado agradable a simple vista, sí que tiene paisajes impresionantes.

Al llegar al aeropuerto, él me ayudó a bajarme y subimos al avión luego de una hora.

—He hecho mal en venir contigo en lugar de quedarme consolando a Filip –me dijo observándome con una leve sonrisa— Realmente él se siente mal por lo que Rosé le dijo en la madrugada.

—Filip también debería entender cómo se siente Rosé, puede que lo mejor sea que mantengan su distancia por un tiempo –le expresé con honestidad— Necesita a alguien que esté para ella porque no existe peor dolor que el que causa el desamor. Honestamente, a veces yo también me siento bastante sola.

—Todos tenemos días difíciles pero nunca debes volverte débil, incluso si no hay nadie que pueda entender a tu corazón. Aunque las lágrimas cubran tus ojos y la noche parezca no tener fin, no debes rendirte.

—Eres una persona tan linda, Bruno. Sabes cómo hacer que una persona se sienta muchísimo mejor solo con escucharte –sonreí— Gracias en verdad.

El trayecto del aeropuerto a casa de mis padres no fue tan largo en realidad, duró alrededor de cuarenta minutos. Los nervios me invadían lentamente pues me fui de casa sin decirle nada a nadie, les conté sobre la decisión laboral que había tomado cuando ya me encontraba en Polonia.

—Luces algo nerviosa...

—Mis padres querrán matarme al verme entrar a casa, están bastante resentidos por no haberles dicho nada antes de irme a Polonia.

— ¿Es decir que ni siquiera pensaste mucho antes de irte?

—Claro que no lo pensé ni un poco, es que yo no tenía nada que perder. Lo único que tengo aquí es a mis padres y a mi hermana, además está mi mejor amigo Josué.

— ¿Tienes un mejor amigo?

—Tengo a un mejor amigo por el que te daría mi vida sin pensarlo dos veces. No soy una persona que tiene facilidad para decir te amo o para confiar ciegamente en una persona, sin embargo él ha logrado ganarse mi corazón por completo. Nos conocemos desde que somos unos niños y lo que menos esperábamos era llegar a ser mejores amigos pero simplemente sucedió. Es la persona en que más confío, es a quien le cuento hasta mis más grandes secretos, con quien lloro sin consuelo, con quien soy extremadamente feliz, a quien le puedo decir abiertamente te amo, quien me conoce más de lo que yo me conozco a mí misma, la persona que está para mí cuando lo necesito...

Sus ojos, su boca, su cabello, todo su cuerpo y su alma en sí me pedían que me acerque a él con rapidez. Tal vez, solo tal vez deba hacerle caso a mi corazón por una ocasión.

La casa de mis padres era bastante amplia y poseía una piscina propia y demás. Eva, mi hermana mayor, todavía vivía con mis padres aunque eso no sería por mucho. Ella es una mujer bastante decidida en realidad y probablemente eso es lo que más me gusta de su personalidad en sí. Mi madre, Cassie, era una fiel amante del diseño de modas y de las fiestas de té y eso era algo muy normal puesto que ella era alemana. Mi padre, Hunter, siempre había sido un hombre bastante trabajador y ante los ojos de mi bella madre, un hombre lleno de virtudes simplemente. Mi infancia había sido una de las mejores gracias a cada uno de ellos, y también me ayudaron a encontrar mi vocación a la edad de catorce años. Aunque, entre los tres, siempre habría elegido a mi padre sin dudarlo ni una sola vez y sé que me alejé de ellos sin tener un poco de remordimiento, pero en la vida tienes que estar dispuesto a tomar riesgos si lo que quieres es ser alguien feliz.

Al entrar a casa de mis padres, me encontré con mi madre y mi hermana mayor compartiendo un par de bocadillos. Ambas al verme, no pudieron evitar levantarse dirigirse hasta donde yo estaba en ese momento:

—Aleska ¿Qué haces aquí? –Mamá preguntó con asombro— ¿Ya te has casado? –Dijo al verme con Bruno.

Qué tonta he sido, he traído a un hombre apuesto a casa de mis padres. Ahora creerán que ambos nos encontramos en una relación...

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