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Capítulo 2: Seremos solo tú y yo.

Aleska

A las ocho de la noche, Bruno y yo llegamos a un restaurante sumamente lujoso a simple vista. Decidí ponerme un corto vestido rojo y tacones altos de un fuerte color dorado. Ahora mismo me encontraba demasiado nerviosa por estar con él a solas y supongo que eso es gracias a lo que dijo Rosé en la tarde:

-Yo que conozco a Bruno por muchos años, te puedo decir que te ha invitado a cenar esta noche debido a que tiene otro tipo de intenciones contigo -me dijo con una sonrisa- Apuesto mi vida a que le gustas mucho a Bruno, de lo contrario no te habría invitado a la dichosa cena. No necesitas preocuparte por si eres una mujer más en su lista de conquistas, Bruno no es un hombre mujeriego.

-Gracias Rosé, has hecho que me pongas muy nerviosa incluso antes de la cena -le sonreí con sarcasmo- No te preocupes en lo absoluto, no dejaré que él me dé un beso o algo por el estilo. Supongo que aquella cena fue solo por cortesía -le dije a Rosé, a quién sin conocer ya le tenía mucha confianza- ¿No lo crees?

-Por favor Aleska, ambas sabemos que esa cena no ha sido por ninguna cortesía. A Bruno le has llamado la atención, de lo contrario no se interesaría tanto en ti.

- ¿Tú crees eso? En realidad, él sí que se ha comportado demasiado amable -le dije mientras preparaba un poco de café para las dos- Pero con lo que has dicho, haces que tenga dudas respecto al tema.

La observé por unos minutos y ella hizo lo mismo conmigo. Rosé me inspiraba confianza y por esa misma razón, ahora le expresaba cada uno de mis sentimientos.

-Trataré de averiguar algo...Le diré a Bruno que ha pensado sobre ti en los próximos días -sonrió- Es que la forma en que te ve, me hace pensar que lo que quiere es mucho más que una simple amistad.

-Bruno es un hombre bastante atractivo e inteligente. En lo poco que hemos compartido, puedo decir que él es realmente una persona muy buena.

-Y lo es, los hermanos Bosko son muy buenas personas -sus ojos se cristalizaron rápidamente y no entendí cuál fue la razón.

-Rosé ¿Por qué te han dado ganas de llorar tan de repente?-me atreví a preguntarle.

-Filip...-sollozó cubriéndose el rostro con las manos- Amo a mi Filip con toda mi alma y no puedo estar con él.

- ¿Y eso por qué es?

-Filip y yo nos hicimos mucho daño en el pasado. Cuando le haces tanto daño a una persona, ya no puedes amarla de la misma forma. A veces, me arrepiento de todas las decisiones que tomé en ese tiempo...Luego me doy cuenta que apenas éramos unos adolescentes inmaduros. Lo lastimé mucho y él también hizo lo mismo conmigo.

- ¿Lo que me dices ahora, es la pura verdad? -Pregunté enarcando las cejas- Nunca llegué a imaginar que te habías involucrado con Filip Bosko.

-A él lo conozco mi vida entera, eso es porque nuestros padres son grandes amigos. Crecí a su lado y de esa forma, cultivamos una amistad muy fuerte. Le he entregado a Filip toda mi vida y todo mi ser, en todo sentido. Gracias a eso, me he causado muchas heridas a mí misma.

-Oh, siento no tener que decir pero es que me has sorprendido mucho.

-Todos al escuchar mi historia amorosa con Filip Bosko se han puesto de la misma manera así que no tienes que preocuparte.

-Si en realidad lo amas, lucha hasta el final. Si ya no hay nada que hacer por la relación, al menos siempre sabrás que diste todo en ti.

Ella asintió mientras me sonreí y dejaba que yo limpiase sus lágrimas con delicadeza.

-Muchas gracias por ser tan amable conmigo, en verdad necesitaba a alguien.

-Tal vez no tengo idea de lo que es el amor ya que nunca me he enamorado, sin embargo puedo estar para ti cuando lo necesites.

Al recordar eso lo único que logree fue sentirme más nerviosa y bajar la vista a mis tacones. En verdad que siempre optaba por llevar unos tacones.

-Aleska ¿Qué te parece este lugar? -Bruno me preguntó llevándome a la mesa que había reservado.

-El lugar es bastante lindo -respondí a su pregunta- Y elegante, así que me gusta y mucho.

- ¿Qué quieres cenar? Mira que hay bastantes opciones en el menú.

-En realidad no tengo idea de que escoger del menú, esta vez elige por mí por favor -le pedí con una sonrisa y revisé mi teléfono al ver una notificación. La notificación resultó ser un mensaje de mi hermana:

¡Aleska! Tengo algo muy importante que decirte.

Eva, cuéntame que ha ocurrido ahora.

Tu hermanita mayor va a contraer matrimonio con el gran amor de su vida: Dave.

¡Oh, no lo puedo creer! ¿Ya tiene una fecha de boda? Me gustaría saber la fecha para poder viajar hacia allá.

Parece que nos casaremos en tres meses aproximadamente, cuando conozca la fecha exacta yo te avisare.

Lo esperare con ansias, Eva. Me alegra mucho la noticia de tu matrimonio, ya no puedo esperar a ver que seas la esposa de Dave.

Regresé al mundo real unos segundos después de responder el último mensaje.

-Disculpa por no prestarte atención Bruno, mi hermana me ha enviado un mensaje diciendo que contraerá matrimonio muy pronto -le conté a Bruno con una enorme sonrisa.

- ¿Puedes desearle muchas felicidades de mi parte? Casarse es algo muy lindo en la vida de todas las personas.

-Tienes razón, casarse es algo muy bonito y significativo en la vida de todos. En especial, cuando conoces a una persona que te ama tanto como tú la amas.

- ¿Alguna vez en tu vida has tenido a una persona que te amé tanto como tú lo has hecho?

-Además de mi propia familia, no he tenido a nadie que me ame de verdad -le respondí con un poco de tristeza- Es bastante triste no haber amado tanto a ningún hombre hasta el día de hoy...

-Tampoco he amado a ninguna mujer a parte de a mi madre -comentó haciendo que le diera una pequeña sonrisa- Es difícil amar mucho a una persona, aunque creo que podría amar a alguien que acabo de conocer hace poco.

Mi corazón se aceleró de pronto al escuchar sus palabras. ¿Podría yo ser esa persona a la que se estaba refiriendo?

-Bruno, quisiera que me digas quién es esa persona -le pedí mientras luchaba por no ponerme nerviosa y echar todo a perder en un par de segundos.

-Aleska, eres tú esa persona a la que podría amar con locura y sinceridad -respondió cuando que mis ojos se cerraron- Creo que ya me estoy enamorado de ti desde ahora.

-Tú...Tú ¿Estás diciendo estas cosas desde el fondo de tu corazón? ¿Todo lo que estás diciendo es la verdad absoluta?

-Si es que hay algo que debes aprender de mí, es que no soy una persona a la quién le gusten las mentiras. Todo lo que digo, es la verdad absoluta.

Solté un largo suspiro al escuchar que él decía eso, en verdad no tenía idea acerca de lo que podía responderle.

-Bruno, no sé qué decirte...

-Aquello era obvio, acabo de hacerte una especie de confesión -tomó mi mano y comenzó a acariciarla, lo que hizo que me pusiera mucho más nerviosa si eso era posible- Puedo jurar que eres la mujer más hermosa que mis ojos han visto, y lucharé por ti.

- ¿Lucharas por mí sin importar cuán difícil sea conseguir que mi corazón te pertenezca?

-Tengo una especie de presentimiento que me dice que tú lo vales todo -me sonrió volviendo a acariciar mi mano- Lamento por ser tan directo, es solo que a veces es mejor hablar que callar y guardar lo que sientes por el resto de tu vida.

¿Podrías llegar a amar a alguien que apenas conoces? Posiblemente en este momento, no conozco la respuesta a aquella pregunta que me he hecho a mí misma. Esa respuesta la tendré dentro de unos meses ya que el hermoso sentimiento del amor no nace de la noche a la mañana.

-Oh, me alagas demasiado -sonreí mientras tomaba un poco de agua- Mi corazón es algo difícil de conseguir, así que supongo que tendrás que dar todo tu esfuerzo para que este te pertenezca.

-No me importa si tengo que rogarte más de diez veces, todo lo haré por mantenerte a mi lado.

Al paso de una hora, nos encontrábamos hablando de varios temas:

-Amo los girasoles -admití con una sonrisa- Los amo desde que tenía ocho años...También amo las cartas hechas a mano y las demostraciones de amor...

-Suena como si alguna vez te hubieras enamorado de alguien...

-Me he enamorado dos veces en toda mi vida, no obstante no he podido amar tanto. Mi primer amor fue a los catorce años, el segundo a los veintiuno.

-En tu vida solo tendrás tres amores: El primero que llega en la adolescencia es el que te enseña a querer, te llena de ilusiones y parece un guión de película. El segundo te enseña el dolor y te aferras a él aunque sabes que no es para ti, el que hubieras deseado que fuese para siempre pero te ayudó a madurar. El tercero es aquel que no esperabas que ocurriera pero dejas que pase sin crear expectativas, solo eres tú dejando que te sorprenda, es el que cura las heridas y te hace feliz, aquel es el verdadero amor.

-Según parece, ahora es el momento en el que debería encontrar al amor de mi vida.

-Lo es en realidad, ya te has enamorado dos veces a fin de cuentas.

Manteniendo un silencio total lo observé por un par de minutos. ¿Sería capaz de enamorarme del hombre que tenía en frente en ese mismo momento? Podrá ser muy atractivo, pero lo que necesito es que sea el único que puede llegar a tocar mi alma.

-Bruno, pido que prestes atención a mis palabras -reí para luego hablar con seriedad- No puedo decir que me enamoraré de ti porque no he podido descubrirte por completo. Podré decir que estoy enamorada cuando me sienta demasiado feliz a tu lado, cuando la razón de mi facilidad seas tú y solo tú.

-Entonces seremos solo tú y yo en busca del verdadero amor. Prometo ser la persona que te acompañará a descubrir todo lo que la vida tiene para ofrecerte.

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