Un par de semanas después, entre citas y visita imprevistas de parte de Valentino en el departamento que se han vuelto una costumbre para los tres.
Y no puedo estar más encantada. Parece haber olvidado el tema de mudarnos con él y puede que por eso se deba mi buen humor.
Llevo la bandeja con la comida a la familia que se ha situado en una mesa hasta el fondo del restaurante. Sonrío, como habitualmente lo hago con todos mis clientes.
Ahora más que nunca, las cosas entre ambos marchan bastante bien. Me da mi espacio y no me presiona sobre ciertas cosas.
Y cuando digo ciertas cosas, me refiero en que no saque el mudarnos a su “castillo”.
- Que lo disfruten – Deposito con sumo cuidado las pequeñas charolas individuales con pizzas al estilo italiano sobre la mesa.
- Gracias, señorita – La pequeña niña rubia que acompaña a la parej
-Peter, lo lamento tanto – Coloco la bandeja sobre la mesa. Agarro las servilletas de papel e intento limpiar la ropa de Peter con desesperación.-Déjalo así, preciosa. La lavadora hará su trabajo – Sus manos hacen detener las mías. Evitando hacer el desastre aún más grande.Levanto el rostro para mirar a Valentino, que a detenido su andar al ver que Peter tiene sus manos encima de las mías.Mierda.Su rostro fruncido y malhumorado me dice,quien ese tipo.Nunca me había visto en medio de una situación similar.-Ciara – Valentino pronuncia mi nombre entre dientes. Tiene la mandíbula tensa.Las flores desaparecen de mi vista y ahora están al costado de su cuerpo.Aparto inmediatamente las manos del contacto de Peter.-Valentino – Pronuncio su nombre en un susurro.-
-Creo que sí – Confirmo, verlo me hace sonreír como una tonta.-Ni hablar del café que te prometí el otro día – Se rasca la nuca, nervioso.-Claro que no. Podemos salir como amigos. –-No creo que a tu novio le agrade la idea de que salgas conmigo. No como ha actuado hace unos instantes – Me siento avergonzada.-Entenderá que eres mi amigo. A sido muy difícil adaptarme a esta nueva vida y encontrarme con personas del pasado, no me hace sentir que estoy perdida y me hace ver que casi nada ha cambiado – Los ojos comienzan a llenarse de lágrimas.-Lo hare corriendo el riesgo de terminar con los huesos rotos – Ríe de su propio chiste.-No lo creo capaz – Vuelvo la cabeza para mirar a Valentino. Su aspecto duro, autoritario y un tanto posesivo. No creo que lo hagan peligroso.Al menos que person
No me encuentro amordazada, ni maniatada y los ojos no me han sido cubiertos con alguna tela, permitiéndome ver el oscuro interior del vehículo donde tres sujetos me subieron a la fuerza. Me remuevo incomoda, su mirada intensa esta posada en mi cuerpo. Las ventanas polarizadas del auto me impiden ver más allá del cristal oscuro y resistente. Las tenues y borrosas luces del exterior pasan a toda velocidad ante mis ojos llenos de lágrimas. Mi único pensamiento es Jessie. Necesito saber que ella se encuentre bien o si está en el departamento sola y asustada. -Ella se encuentra bien. Va en otro auto, sana y salva con mi hombre de confianza – Su voz, rasposa y gruesa. Hacen que lo vea con la vista distorsionada por el rabillo del ojo. El enojo me invade de manera peligrosa porque me ha leído el pensamiento. -¿Por qué lo hiciste? – Susurro. Mi voz rota, delata lo mal que me encuentro. Mi garganta me arde por retener los s
El trayecto parece interminable, el trasero me duele horrores, al igual que el resto de mi cuerpo.Valentino y yo no volvimos a cruzar palabra desde que el vehículo se puso en marcha alejándome de todo lo conocido. Incluido en cementerio donde están enterrados mis padres.Solo quería salir de ese auto en constante movimiento. De lo que estaba segura mirando a través de la ventana, que viajábamos por la autopista, este maldito país estaba llenas de ellas.No era fácil adivinar por cual estábamos hiendo.Lanzarme por la puerta no es una buena opción, la puerta podría estar asegurada y el único que tuviera el control de ella es el hombre que está conduciendo el auto y descender la ventanilla tampoco lo era, alteraría a Valentino, si me escabullía por ella, él me sujetaría los pies con mucha facilidad.Romperme algunos huesos con tal d
o sé en qué momento la pequeña mano de Jessie dejo de sujetar la mía.Entrecierro los ojos y me alejo de él.Mi mirada es cegada por la intensa luz que proviene por todas partes de la casa.Es del mismo material que el suelo, parecen rocas grises sobresaliendo por toda la casa. Columnas blancas sostienen un balcón, ventanas relucientes de todos los tamaños, todas blancas. Haciendo que la mansión luzca menos sombría y gótica.Un césped verde rodea la casa, probablemente sea parte del jardín.-Benvenuti (Bienvenidas) – Le escucho detrás de mí – Esta es la mansión De Luca – Se está burlando, sabe perfectamente que no sé italiano y se aprovecha de mi ignorancia.No tengo intensiones de girarme y mirarlo a la cara después de lo que nos hizo.Lo aborrezco. Nos ha privado de nuestra libertad, n
No he podido mantener los ojos cerrados por más de diez minutos y dormir tranquilamente. En cuanto cierro los ojos, horribles pesadillas invaden mi cabeza.No importa lo agotada y cansada que me encuentro. No puedo dormir.Las pesadillas son las mismas, el accidente, las últimas palabras de mis padres antes de no volverlas a escuchar nunca más, las ambulancias viniendo a rescatarnos, el orfanato, las mojas alejándome de Jessie, sedantes, llantos y garganta desgarrada por mis gritos llenos de desesperación e impotencia.Ahora se agregaban nuevas escenas mucho peores que las anteriores. Las ne mi traumática captura.Debo escapa de este lugar lo antes posible.Aviento las sabanas cálidas a un lado, me levanto de la cama.Puedo bajar a la cocina y buscar un encendedor y quemar su preciada y costosa mansión.Pero, ¿en dónde se encontraba la cocina?Camino de punta
Un sollozo sale de lo más profundo de mi garganta. Provocando que ambos me miren interrogantes.La mujer no se separa del todo de Valentino, pero sus ojos marrones no pierden de vista los míos. El cuerpo de Valentino se ha tensado ante el contacto de los labios de aquella mujer contra los suyos.Sus hombros se ven más anchos y poderosos. Dándole un aspecto aterrador.- Rebecca, no vuelvas a ponerme alguna parte de tu cuerpo encima de mí, ¿entendiste? – Aparta a la mujer de nombre Rebecca, de un tirón. Haciendo que esta, se caiga por la altura de sus tacones.Valentino se acomoda el traje y se deshace las arrugas que le han dejado las manos morenas de Rebecca.Ella mira desconcertada a Valentino por la forma tan violenta en que ha reaccionado ante su beso.- Valentino … Pensé que nuestra conversación de hace un momento cambiaría algo entre nosotros – Inte
- Te dije que tenías un fuego en tu interior. Te enfrentas a mí, protegiéndote y protegiendo a Jessie del hombre peligroso que sé que soy Sigues recordándome a mi madre. Fuerte y valiente, dado todo de sí misma para no derrumbarse y verse débil para que nadie pasara encima de ella. Pero, aun así, la lastimaron – El azul de sus ojos se tornan oscuros, reflejando a un niño triste y pedido.No son duros, son suaves. Como me ha mirado las últimas semanas. Se le han llenado de lágrimas hasta el borde. Sin derramarlas aún.- ¿Quién le hizo daño? – Es un susurro, temiendo a que vuelva su actitud violenta por preguntarle algo tan personal.- Mi padre – Dice dando por terminada la conversación. Su rostro se ensombrece cuando sale de su boca.Puedo sentir el enfado que emana del cuerpo Valentino cuando el recuerdo de su padre hacié