PELIGROSA SEDUCCIÓN
Capítulo 17
Noah
¡La he cagado por completo!
Joder, es que soy un verdadero gran gilipollas ¿Por qué me enamoré de Brianna? ¡¿Por qué?! Gael debe de estar pensando que me estoy burlando de él y si es así dudo mucho que me perdone. Sus ojos me miraban con tanta angustia y aunque quisiera ir detrás de él, creo que debo darle algo de tiempo a nuestra chica para que lo controle un poco.
Mi mejor amigo siempre me ha visto como su hermano,pero ahora la situación es tan difícil para ambos. Quisiera poder decirle que mi sentimiento hacia Bria no me hace mejor que él o menos que él; pero creo que solo debo esperar un poco más, y así poder apaciguar todo lo que está sucediendo. Me levanto de mi cama y me dirijo hacia la ventana enorme de la habitación, las calles en
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 18Anna Miller1:00 pmLlevo algunos días sin hablar con los chicos.Califico el último deber de mis alumnos para luego intentar tomar un descanso, los niños han estado un poco inquietos hoy. Geovanna desde que aquel día en donde me coloco según ella alerta en contra de Gael y Noah, no me volvió a hablar sobre el tema. El timbre de salida suena y me levanto de mi escritorio para estirarme un poco.Les doy a cada uno la mariposa que hicimos en la clase de arte, los niños colocan su mano izquierda sobre la pared del callejón que da hacia la salida. Todos caminan en fila india detrás de mí para así hacerle entrega de cara uno a sus padres. Grettel mi alumna más pequeña la llevo cargada en mis brazos mientras que las gemelas Ros
PELIGROSA SEDUCCIÓN Capítulo 19Asesino sin nombre… Me levanto de la cama al ver los ojos bien abiertos de Anna, tomo mis zapatos ignorando el hecho de que su mirada insistente me dice muchas cosas. La escucho pronunciar mi nombre y volteo un poco mi rostro para sonreírle de vuelta. El clic de la puerta cerrándose detrás de mí, me hace respirar con tranquilidad.Abro la nevera para tomar un poco de agua y me apoyo sobre la puerta de metal para intentar calmarme. Llevo el borde del vaso hacia mis labios para así empujar el líquido hasta mi garganta. Mi cuerpo recibe su sabor de manera agradable. Me dirijo hacia mi apartamento para dormir.Busco mi computadora para enviarle el proyecto de la revista a mi jefa, mientras que reviso algunos correos necesarios. Anna sospecha algo de nosotros, sé que es as&i
PELIGROSA SEDUCCIÓNAnna MillerCapítulo 20¡Duele!Mi cabeza duele horrores, el sol pega con fuerza sobre mi rostro imposibilitando ver que es lo que sucede a mi alrededor. Siento un bulto a mi lado y me altero al percibir que estoy rodeada y en compañía de personas que no logro ver. Aparto la sabana a un lado de mi cuerpo mientras saco los pies para tocar el suelo.Mi habitación es un completo desastre, hay ropa por todos lados y mi stand de libros está en el suelo. Me miro en el espejo y gracias al cielo no grito al ver lo horrenda que me veo. Mi máscara de pestaña está esparcida por todas mis ojeras y mi labial está en donde no debería estar.Me bajo el pantalón de ceda de mi pijama para darme una ducha, hoy es sábado y ni siquiera sé como han llegado los chi
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 21Noah Bracamontes¡¿Qué mierda acabo de escuchar?!Anna baja la cabeza e intenta no mirarnos a los ojos, mi mejor amigo se cruza de brazos sobre el borde del sofá que está en la mitad de la sala. El medio metro que dice ser el novio de mi mujer me observa de pies a cabeza como si es sus mejores sueños pudiera ganarme.—¿Cómo decís que dijiste?—Gael sonríe a medio lado, sabe que por nada del mundo permitiré que un gilipollas como este seudo hombre venga a robarnos a nuestra chica. Ann me sujeta con fuerza del brazo al ver mi posición de macho alfa. Sin duda alguna, ella es de nosotros.El sujeto llamado Pablo baja la cabeza y sonríe como si le hubiese preguntando la cosa más graciosa del mundo. Aprieto los puños de mis manos para no darle un guantazo esa la cara a ese traga leche.—¿Qué hacen en la casa de Ann —ahora soy yo el que suelta a reír ¡¿Qué clase de apodo es Ann? Es que este tipo no vomita florecillas, porque no puede.—¡Pablo! —suelta aterrada
PELIGROSA SEDUCCIÓN Capítulo 22Gael SánchezPor eso no confío en nadie, por esto no coloco mis esperanzas en nadie.Bajo las escaleras del edificio a toda velocidad y tropiezo con uno de los escalones antes de llegar al primer piso del edifico tropezando así y cayendo de cara contra el suelo frío. Puedo sentir como mi rodilla empieza a arderme de una manera descomunal dándome a entender que me he hecho daño.Los propietarios de los apartamentos me miran intentando hacer algo, pero saben que soy el chico raro del apartamento dieciséis treinta y uno que no permite que nadie se le acerque. Hago un enorme esfuerzo para levantarme y recoger la poca dignidad que me queda.El pantalón que llevo puesto tiene un roto tachado de color carmesí en la parte de mi rodilla, la noche esta fría, tan fría que quiero llorar, pero debo aguantarme, como fue capaz de mentirme durante todos estos meses y peor aun cuando hasta hace unos minutos me dijo a los ojos que me amaba. Camino por un callejón oscuro
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 23Noah BracamontesSostengo la mano de mi mejor amigo, mientras que Ann sostiene la otra sin dejar de llorar. Veo como cuelga su móvil a cada cinco minutos y no tengo que ser un mago para saber que es ese bastardo del colombiano. Las lágrimas quieren salir de mis ojos, pero me aguanto como el hombre que soy.No puedo ni siquiera creer que Gael esté entre la vida y la muerte, quizás si lo hubiese detenido cuando salió huyendo al pensar que nuestra chica nos había mentido, no habría sucedido nada de esto o solo quizás ya no puedo llorar sobre la leche derramada.Observo aterrado como uno de los paramédicos inyecta algo en el catéter que tiene en su brazo derecho cuando el cuerpo de Gael comienza a moverse con salvajismo. Ann se aparta cayendo dentro de la ambulancia de nalgas y tapándose la boca. Sus ojos están bien abiertos y sólo me mira de manera fugaz al ver que esta perdiendo a uno de los hombre que ama.Aprieto la mano de Gael para que no nos deje, no
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 24Anna MillerMis piernas me pesan y no puedo moverme al ver como el hombre al cual amo se está yendo de este mundo. Noah da un paso hacia delante pero luego sale apurado de la habitación, quizás en busca de la persona que hizo este atroz hecho. Pablo tiene los brazos cruzados mientras mira hacia el piso. Realmente no tengo cabeza para lidiar con él ahora.Vuelvo a respirar al ver como el médico de cabecera de Gael logra estabilizarlo, aunque su cuerpo está débil y ahora con esto hay que estar al pendiente de si esa persona que ha intentado quitarle la vida, vuelve a aparecer.—Le han aplicado una dosis mínima de veneno para ratas… —las palabras de una de las enfermeras herida los vellos de mi piel. ¿Quién sería capaz de hacer t
PELIGROSA SEDUCCIÓNCapítulo 25Gael SánchezSonrío porque de nuevo me he salido con la mía.Pablo abre la boca, pero no puede decir nada, más que aceptar que mi mujer nos ama a Noah y a mí, así que él ya no tiene cabida en su vida. Las manos le tiemblan a Anna, quizás porque es difícil romperle el corazón a alguien que en realidad no te ha hecho nada, pero si yo estuviese en el lugar de la mujer que me ama con locura, lo hubiese hecho sin titubear dos veces.El colombiano abre los ojos con exageración.—Yo… —empieza a hablar la mujer que ha hecho que mi alma no sea tan oscura.—No lo hagas. —le ruega para que no continúe. Bajo la mirada para ocultar que me estoy riendo de esta situación. Pablo no se puede ver más mis