El sacerdote José estaba sentado dentro de su pequeña oficina, cuando Alice llegó con la Joana.
- ¡ Buenas tardes! ¿Cómo está usted?
- ¡ Buenas tardes! ¡Que sorpresa! Yo estoy bien. Que haces aqui
- Me veo im que le muestro mis votos de la boda , para ver si el Señor aprueba.
- Por supuesto, lo siento -¡Si aquí quién lo leerá! Por un momento, olvidé mis lentes dentro de la ig
- ¡Buenas tardes señorita!¡Quiero comprar flores para mi mami!¿Qué me recomiendas?- ¿Está en su cumpleaños?- Sí, hoy cumple ochenta y siete.- ¡Vaya, qué felicidad!¿Me puedes acompañar, por favor?- Por supuesto.Alice llevó al amable caballero a la parte trasera de la floristería, comenzó a mostrar las flores y el follaje que estaban en exhibición.- ¡Puedo señalarle este!- Tomó un hermoso jarrón con flores naranjas.- Yademás,tiene una muy buena relación calidad-precio para regalar.- ¡Realmente es muy guapo!Alice estaba negociando cuando llegó Joan.- ¡Hola!Lo si
- ¿Que pasó aquí? - No teimporta,¿qué quieres? - ¡Ricardo, estás borracho! - ¡Vete, Damião!No quiero conversar. - ¡Te dije que no vinieras borracho a trabajar!Levántate y vete a casa para darte una ducha y dormir.Le pediré a alguien que arregle su oficina. - ¿Mi hermano? - ¿Sí, Qué quieres? - ¿Qué hago para dejar esta vida?¿Y cómo me quedaré con Alice?No importa lo que le haga, ¡nada parece llamar su atención! Damião se sentó en la silla frente a Ricardo. - Lo estás haciendo mal, ¿no te has dado cuenta?Primero, ella está comprometida y se casará.En segundo lugar, a ella no le importa tu dinero, le importa una cosa que tendrás queaprender aamar.Ytercero, ¡nunca ganarás a alguien que realmente valga la pena borracho! - ¡Lo he intentado todo!Incluso posponiendo esa maldita boda. - ¿Qué hiciste,herma
Joana entró corriendoa la floristeríacon un papel en la mano.- ¡Hemos logrado!Alice salió de detrás del mostrador y abrazó a Joana.- Entonces, ¿la floristería es nuestra?- ¡Sí amiga!¡Ella es nuestra!- ¿Qué es eso en tu brazo?- Alice levantó la manga de la blusa de Joana.- Llamé a la puerta del baño.- ¿De nuevo?- ¡Y otra vez!No fue nada, no te preocupes.- ¿Cómo no preocuparse?Te has estado lastimando mucho últimamente.- ¡No lo sé!Sucede.- ¡Está bien!¿Vamos hacer una fiesta?Quiero poder compartir esto
Llegó el día largamente deseado por Alfredo y Alice, la boda de los dos.El Padre Lúcio esperaba con ansias la celebración deestagranceremonia, que todos esperaban ya con gran alegría.Alice estaba de humor cuando entró Joana acompañada de Mercedes.Estaba terminando de ponerse elzapato sentándose en una silla.- ¡Eres divino, amigo mío!- Gracias.No lo estaría si no fuera por ustedes dos.- ¡No digas eso, hija!Eres una persona divina.Joana estaba muy feliz, pero al mismo tiempo que quería la felicidad de su amiga, temía que le pasara a Alice, lo mismo que le había pasado a ella.Su marido cambiaría y ella sufriría por eso.Pero estaba deci
- ¡No te dejaréirallí, Ricardo!Ni siquiera pienses en acercarte a esa Capilla Mortuoria.- ¡Necesito ver a Alice, hablar con ella y saber si está bien!- ¡BIEN!- gritó Damião.- ¿Quieres saber si está bien?¡Por supuesto que no lo es!Su prometido fue asesinado el día de su boda, minutos antes de la ceremonia.¿Quieres que ella esté bien?¿Qué tienes en mente, hermano?- Solo quiero saber si necesita algo.Un abrazo, alguien con quien hablar.Damião se detuvo en medio de la habitación mirando a Ricardo.- Quiero que seas honesto conmigo, he encubierto tantas tonterías que has hecho.- Sé lo que quieres saber.Solo que no responderé nad
Ricardofue a la floristería a ver a Alice.Entró para encontrar a Alice detrás del mostrador.- Alice, ¿cómo estás?Quería venir antes, pero no pude por las investigaciones.- Todavía estoy muy conmocionado por todo lo que pasó.No puedo entender cómo sucedió todo de esa manera y nadie escuchó el disparo.- ¿Qué te dijo la policía?- Nada todavía, dijeron que tienen que reunir mucha evidencia y no sé qué más, interrogatorios y visitas inesperadas.Ahora respóndeme.Si no quisiera casarme, ¿por qué iba a matarlo? ¿No sería más fácil huir?- No sé cómo responder.- Claro que no.¡Nadie sab
- ¿Cómo televantas de eso?- ¡Mírate, no puedes dejar de estar de pie!¿Qué vas a hacer?- El sacerdote está viendo esto por mí, no quiere llamar la atención sobre todo funcionando correctamente en secreto.No puedo exponerme, y si todo sale bien, Alberto irá a la cárcel y yo me divorcio.- ¿Pero y ahora?- ¡No se lo diré a nadie!- Pronto empezará a aparecer, ¿cómo se esconderá?- Lo he estado pensando desde que descubrí mi embarazo, Alice.Ya no puedo dormir.- Creo que ya sé cómo podemos hacerlo.- ¿Grave?¿Como?- Hablaré con el padre Lúcio, pero creo que no habrá ningún err
Cuándo caminartodo le parece más tranquilo a Damián, ocurre una gran e inesperada trágica.Su secretaria se apresura a entrar en la sala de reuniones, interrumpiéndolos abruptamente.- ¡Señor, lo siento!Pero acaban de llamar desde su casa, su esposa está de parto.Damião se levantó rápidamente.Jerome se puso de pie.- Lo discutiremos más tarde.- ¡Iré contigo, hermano mío!- dijo Ricardo levantándose de su silla.Se dirigieron al hospital donde ya estaba siendo atendida Paola.- ¿Cómo está ella?- preguntó Damião a una enfermera.- No puedo responder ahora mismo, ¡tene