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Capítulo 3: El Crecimiento y la Reconciliación

Roger: Llevé a mi hija en mis hombros y fuimos a comer un helado antes de ir a casa, era evidente que algo no andaba bien ya que ella siempre disfrutaba los helados, ahora como que está menos alegre y debió ser por algo que le pasó en el preescolar, lo ignoré por el momento así que decidí hablar con ella cuando llegáramos a casa. Al llegar ya con una expresión más seria mandé a mi hija a sentarse al comedor, ella se sentó en un costado de la mesa, mientras yo me senté al frente de ella, se veía algo avergonzada pero era lo natural por el problema que había tenido en clases.

Ella me lo explicó todo: lo del ataque de Xenofobia y la falta de respeto hacia mi persona, pero al tener en cuenta que hay mucha gente así y la educación hacia los niños muchas veces es culpa de los padres yo no le tomé mucha importancia pero al parecer a mi hija le afectó el hecho de ser mestiza asi que fui muy franco con ella de que no se tomara los insultos de los niños más en serio ya que por cualquier problema debería decírselo a la maestra y si no la toman en serio pues en ese momento yo me ocuparía. Rato después ella se tranquilizó un poco y se fué a su habitación, simplemente se quedó recostada en su futón bufando un poco y viendo sus caricaturas favoritas en el cable.

Yo sólo suspiré un poco y fui a atender mis asuntos con la empresa,  en ese momento al revisar el listado de los empleados en todo el país noté que el número del personal extranjero estaba creciendo pero que habían algunas irregularidades por el asunto del idioma, el japonés era muy requerido y varios de ellos con suerte hablaban inglés así que pensé en invertir en centros de capacitación para personal extranjero así que informé a los jefes de cada sucursal a reunirse en mi casa durante una semana, los gastos de traslado estaban ya pagados y el alojamiento no costaba tanto ya que las dependencias eran de la empresa.

Después de terminar con los asuntos del trabajo preparé la cena que consistía en lasaña italiana con toques de extra queso y tocino, llamé a mi hija para que viniera a comer aunque se veía igual de enojada pero su cara cambió por completo cuando vio la comida, ella se abalanzó contra la comida para devorarla hasta que la detuve un momento ya que primero había que dar las gracias por los alimentos y la buena situación económica que teníamos, después de dar las gracias empezamos a comer y le dije a Airi lo que haríamos en los siguientes días, conocería por primera vez a algunos subordinados de la empresa por un proyecto que nos haría más ricos y a la vez ayudaríamos a más personas con pocas oportunidades que tienen de trabajar en este país. Después de cenar fuimos a nuestra habitación y nos colocamos la pijama y nos recostamos a ver una película para luego dormir.

Al día siguiente me levanté con la misma rutina de siempre, me levanté una hora antes para bañarme y vestirme, preparar el desayuno y revisar los pormenores de la empresa, 20 minutos antes de que Airi despertara preparé su baño con la temperatura justa para una niña de 5 años luego 5 minutos después ella se levantó y fue a bañarse, yo la ayudé y también poco a poco aprendió a vestirse sola, la llevé al comedor para desayunar y en ese momento le dije que la acompañaría al preescolar para hablar con la directora sobre un asunto pendiente. Ella estaba un poco nerviosa y es comprensible por todo el alboroto que había provocado debido a su sensibilidad.

Al terminar de desayunar se colocó la mochila y el sombrero, yo también me coloqué mi mochila ya que necesitaba hacer algunos trámites para tener listo los pasajes de los jefes de cada sucursal, subimos al auto y en 15 minutos llegamos y nos recibió la misma señorita del portón, le comenté que necesitaba ver a la directora por un asunto pendiente en la cual Airi debía acompañarme a lo que asintió y nos dejó pasar, nos dirigimos hacia su oficina y anunciamos nuestra llegada a lo que nos dio la señal de tomar asiento.

Empezamos a hablar hasta que llegó Hiroshi y su madre, cuando la ví quedé embobado y aunque parecía algo nerviosa y apenada era una verdadera belleza, no tanto como Natsumi pero era la que más se le acercaba, Hiroshi estaba al lado de ella cabizbajo y también tomo un asiento y la Directora empezó a hablar, parecía que solo tenía ojos para Hiroshi porque le estaba poniento toda la responsabilidad en la espalda de mi hija a lo cual me harté y le pedí respetuosamente que parara un momento y le empecé a explicar de la forma más madura posible de lo sensible que era Airi cuando hablan mal de sus padres, que primero no debe juzgar antes de tiempo y que no sabía por todo lo que había pasado desde su nacimiento, obviamente no estaba justificando lo que ella hizo, estaba mal e iba a castigarla por eso ya que no debía pelear en clases pero no era correcto que ella se llevara todas las balas debido a lo que dijo el otro pequeño que también fue indebido y fue lo suficientemente hiriente para hacer explotar la mecha, además de otros argumentos bastante lógicos y buenos.

La madre de Hiroshi era una persona humilde y reconocía que su hijo cometió un error y se disculpó conmigo y con mi hija de la manera más respetuosa posible, yo le dije que no importaba a lo que ella me explicó que debió ser por que su tio paterno era muy racista y a veces pasaba tiempo con él, Yotsuba (que asi se llamaba la mamá de Hiroshi) era divorciada ya que su ex esposo era muy racista y le enseñaba malas cosas a su hijo y después de una infidelidad ella se divorció de él. Desde entonces tuvo que criar a Hiroshi por sí sola, yo empecé a entender muchas cosas a lo que dijo que no se preocupara, que si volvía a pasar que hablara conmigo y que veríamos con lo fueramos a resolver, me enteré que ella trabajaba en una de mis sucursales como cajera ya que sin el apoyo de su esposo tenía menos tiempo de criar al niño, y como el niño pasaba poco tiempo con su madre entonces a veces hacía eso para llamar la atención.

Después de hablar con la directora y de tener una conversación amena con Yotsuba me tuve que retirar a lo que mi hija junto con Hiroshi entraron a clases. Me dirigí a los terminales de buses y como siempre hacía reuniones con mis subordinados muchos ya me conocían incluso en los aeropuertos, mandé los pasajes de bus a los jefes de las sucursales más cercanas y los boletos de avión para los que estaban más lejos, todo ese trámite duró todo el día y luego volví al preescolar para buscar a Airi y volver a casa. Airi había hecho buenas migas con Hiroshi y al parecer resolvieron sus diferencias a lo que después de despedirse de él yo me dirigí hacia ella para tomarla en brazos. Le pregunté a la señorita de la portería (también era una maestra de salón) sobre la señorita Yotsuba, la mamá de Hiroshi y me explicó que por motivos de horarios de trabajo ella solía llegar tarde muy a menudo, yo quedé pensativo pero como era el dueño de todas las sucursales y la señorita Yotsuba era una de mis empleadas decidí en ayudarla un poco para que pase más tiempo con Hiroshi.

Airi: Yo iba sentada en los hombros de mi papá algo molesta por lo que ocurrió, él se veía tranquilo y no parecía molesto a lo que me tranquilizó un poco, no podía creer lo racista y xenófobo que era ese niño además de ser muy irrespetuoso, si me hubiese insultado a mí no me hubiera importado pero cuando insultan a mis padres, sobretodo a mi papá entonces eso no lo dejaría pasar.

Paramos en un lugar y empezamos a comer helado, tenía algo de hambre pero no lo disfrutaba como siempre pero cuando terminamos él me llevó de la mano hasta el auto y como siempre me senté en el copiloto con el cinturón de seguridad muy ajustado y nos fuimos a casa, al entrar y dejar mis cosas en la habitación mi papá con un tono serio me mandó a sentarme al comedor y sin muchas ganas lo hice, tenía que hacerlo porque cuando él se enoja se vuelve una fiera, es como si toda la bondad que hay en su corazón no hubiera existido así que decidí obedecerlo.

Él se sentó al frente mío con la misma expresión lo que me ponía un poco nerviosa pero después de fregar sus ojos me tranquilicé un poco hasta que empezó a hablar sobre el asunto con Hiroshi y me pidió explicaciones, le conté sobre lo raro que fue al presentarme con mi apellido latino y cuando tuve que contarles sobre mi vida hasta de mi nacimiento, luego Hiroshi empezó a insultarme al punto de haber perdido la paciencia y abalanzarme sobre él, estaba arrepentida porque hice mal en dejarme llevar a lo que papá me explicó que no debería dejarme llevar por tan poca cosa, si me insultan por mis raíces latinoamericanas pues es problema de ellos a nosotros no nos debería de importar además si respondemos a sus insultos de una manera imprudente entonces nos rebajaríamos a su nivel de educación.

Él hizo énfasis a que yo también cometí un error y era la de comenzar una riña en medio del salón de clases, dije que estaba arrepentida y me iría a disculpar y también me recordó que tenía una cita con la directora a lo cual me acompañaría a clases al día siguiente, luego el cambió de tema para decirme que cualquier cosa que ocurriera en el jardín de niños que podría provocar algún problema o descontento con alguien que debía decírlo y luego papá lo resolvería con los demás adultos.

Cuando terminamos de hablar yo volví a nuestra habitación y me cubrí en mi futón, prendí el televisor para ver mis caricaturas favoritas, veía anime pero no era tan fanática como papá pero estando viviendo en Japón toda mi vida eso era lo que más había, también habían series occidentales, había una que me dio mucha curiosidad que era la de peppa pig pero por alguna razón mi papá me prohibió verla así que obedecí al punto de perder el interés en ese programa.

Después de ver televisión él me llamó a cenar aún no estaba muy animada por lo que podría haber pasado pero cuando ví lo que había cocinado mi cara cambió completamente, una exquisita lasagna italiana con extra queso y tiras de tocino, estaba babeando literalmente y cuando iba a abalanzarme a comer papá me detuvo para tener que dar las gracias primero, luego de dar las gracias empezamos a comer, él era muy rápido comiendo y lo disfrutaba, yo tampoco me quedaba atrás lo que significaba que realmente compartimos sangre, después de terminar de comer me fui a lavar los dientes y a recostarme, papá lavó los platos y fue a acompañarme luego programó la televisión para ver una película antes de dormir, era una película de animación pero no eran caricaturas, aunque fue bastante interesante y graciosa, luego de eso me dormí.

Al día siguiente realicé la típica rutina de preparación para el preescolar, mi papá me ayudó a bañarme y a vestirme hasta quedar lista al punto de ser "agarrar las cosas y largarnos" pero primero lo primero; con un estómago vacío el día siempre termina mal y desayunamos a lo que el boca floja de mi papá me recordó la cita con la directora lo que me puso muy nerviosa, luego tomamos las cosas y subimos al auto para que después de 15 minutos la señorita del portón nos recibiera como siempre, mi papá le explicó de que tenía una cita con la directora y que yo debía ir con él durante ese tiempo a lo que nos dejó la entrada y nos dirigimos a su oficina.

Ella (la directora) nos invitó a tomar asiento mientras esperamos al tarado de Hiroshi y a su madre, ellos llegaron unos 15 minutos después de nosotros pero no era lo que yo esperaba, La mamá de Hiroshi me daba un aire muy familiar y no parecía del tipo rebelde, de hecho podría deducir que era de las mujeres empoderadas y trabajadoras además de que me daba un aire de humildad y amabilidad.

La directora empezó a hablar sobre el incidente en la sala de clases y por alguna razón le caía mal (a estas alturas no me sorprendía) ya que me estaba tirando todas las flechas a mi lo que me hacía sentir incómoda, de hecho la mamá de Hiroshi (él estaba con cabeza gacha) miraba muy incrédula a la directora porque de alguna manera le sacó la verdad a su hijo pero ocurrió algo que no me lo esperaba, mi papá se veía molesto, no se le notaba en la cara pero daba una vibra que me daba un poco de miedo interrumpió a la directora y empezó a ahogarla con argumentos difíciles de refutar a lo que sólo nos dió una llamada de atención, la mamá de Hiroshi también habló y dijo las razones por la que Hiroshi se comportaba de esa manera luego nos retiramos y mi papá con una cara de bobo hablaba con la Señorita Yotsuba (así se llamaba la mamá de Hiroshi) luego decidí dejarlos solos por un momento y entré a clases.

Durante ese período tuvimos una actividad de dibujo donde teníamos que dibujar a las personas más importantes de nuestras vidas a lo que me dibujé a mi misma, a papá y a mi mamá con alas de ángel y una aureola en la cabeza, Hiroshi solo se dibujo a él mismo y a nadie mas lo que me sorprendió un poco así que por temas de reconciliación intenté hacer buenas migas con él, al principio fue difícil pero fue ablandando su corazón de a poco por los detalles que le hacía, diciéndole lo importante que era su mamá, ayudándole con el dibujo para que le quedara mejor y luego en el recreo no pudo más y se descargó conmigo, no paraba de llorar, era increíble todo un peso de su vida pasada, de su papá que lo maltrataba, su tío que era un racista y el poco tiempo que pasaba con su madre por temas de trabajo (después me enteré que trabajaba en una de las sucursales familiares). Cuando lo abracé y se calmó empezó a abrir más su corazón hacia mi y nos volvimos los mejores amigos, luego al terminar las clases me despedí de él y fui con papá para volver a casa pero por alguna razón papá miró fijo a Hiroshi y empezó a intercambiar palabras con la señorita del portón que lo dejó pensativo e intrigado luego me sentó en sus hombros y nos fuimos a casa.

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